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viernes, 20 septiembre 2024
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Shiner: Rey caído

Por Juan Blanco

Michael Caine es un fenómeno cinematográfico natural y es capaz de sacar a cualquier proyecto adelante con su sola actuación. Tal es el caso que si Shiner no tuviese la suerte de contar con su presencia, se iría tan directo al tacho que no ameritaría siquiera estas palabras.

Se trata de una película british medio pasada de tiempo (es del 2000), supuestamente inspirada –de manera muy libre- en “El Rey Lear”, y que muestra a Caine como uno de esos hombres malos creyendo hacer un bien por los suyos cuando en realidad se está haciendo un bien a sí mismo. El es Shiner, un promotor de boxeo de poca monta súper ambicioso que está preparando el evento de su vida, pronto a ejecutarse esta misma noche: la pelea de su hijo por el título. Shiner es el Rey, y él hace y deshace a su antojo, así sea el mismo evento como la voluntad de su hijo, quien no se considera listo para el encuentro. Pero eso no importa, a pesar de las tantas intenciones de disuadir a este monstruo de que abandone el proyecto, Shiner no se piensa perder su propio triunfo, así le cueste la derrota a su hijo, o incluso más tarde la propia vida del mismo.

Durante la primera mitad de Shiner uno no sabe qué está viendo realmente ni qué va a ver a continuación. Quizás sea uno de sus pocos aciertos: el no anticipar todas sus movidas desde el comienzo, dejando que su historia se arme de a poco y aventurada a un humor entre sarcástico e inocentón. Pero lo sorpresivo, y no menos decepcionante, es cuando se regala a una actitud moralizante hacia su estrella de la manera más cruenta y cáustica posible (al tiempo que imposible para cómo se venía gestando la anécdota). Una vez manifiesta tal ciclotimia, Shiner pierde todo humor y no encuentra más fin que el de aleccionar de manera obsesiva a su protagonista, costándole esto la pérdida de ese espectador antes atrapado en el juego de sorpresas, y ahora aburrido y desconcertado.

Shiner es una tragedia que no se asume durante la primera mitad para asumirse demasiado como tal en la segunda. Es tosca, confusa, redundante y malintencionada. Un experimento fallido a duras penas tolerable en las instancias donde el fantástico Michael Caine detenta el control de una trama que poco a poco se le va escurriendo de las manos. También labura Martin Landau, pero no ayuda. Nadie puede ayudar a Shiner; tanto el personaje como la película misma, son dos casos perdidos.

Título: Shiner.
Título Original: Idem.
Dirección: John Irvin.
Intérpretes: Michael Caine, Martin Landau, Frances Barber, Frank Harper, Andy Serkis, Claire Rushbrook, Danny Webb, Matthew Marsden, Kenneth Cranham.
Género: Crimen, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 99 minutos.
Origen: Reino Unido.
Año de realización: 2000.
Distribuidora: Forever Films.
Fecha de Estreno: 13/11/2003.

Puntaje: 4 (cuatro)

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