Por Juan Blanco
No es raro haber perdido la cuenta de las tantas películas de “fantasmas” que acosan a niños con visión privilegiada de lo “extra-sensorial”; pequeños que, además, acostumbran dibujar en papel lo atestiguado con esos ojos inocentes que -de golpe- habrían pasado a 
experimentar un crecimiento prematuro tras el encuentro con lo sobrenatural. En efecto, la cuenta sobre este tipo de propuestas se perdió por el camino, uno que inició (aunque más a modo de renovación que de descubrimiento) M. Night Shyamalan con su joven que veía gente muerta en Sexto Sentido. Desde entonces, la fórmula del “niño que ve el más allá y que dibuja sus visiones para el adulto ignorante” pasó a constituir el recurso más efectivo y redituable del cine de terror contemporáneo.
Queda poco fino decir que tendrían que dejarse de joder con el asunto, pero es lamentablemente lo único que queda por expresar al respecto. Sobre todo cuando se tiene que volver a escuchar la misma canción de siempre y cada vez más desafinada, como se presta en el caso de Mente Siniestra (un film en realidad llamado Hide and seek, haciendo alusión al término con el que los americanos definen al juego de las escondidas).
En Mente… hay una niña (interpretada por Dakota Fanning) que supuestamente tiene la mencionada visión única de ese mundo del que el resto de la gente no suele participar (y que además dibuja y juega a las escondidas, pero eso es secundario). El don, si cabe el término, apareció debido al trauma ocasionado por el suicidio de su madre, hecho que cambió su infancia feliz por otra miserable y amarga. Una vez mudada con su padre (un psicólogo jugado de taquito por Bobby De Niro) a una casa de las afueras de la ciudad con el propósito de comenzar de nuevo…, el sentido adicional de la joven comenzará a agudizarse hasta crispar los nervios de papá, quien creerá que su pequeña está desarrollando una siniestra doble personalidad a través de la cual canaliza toda la ira por la tragedia familiar. Mientras que la niña, muy inocente ella, asegura haber encontrado un “amigo imaginario” fanático de las escondidas llamado Charlie…
Con esta premisa, el film del poco virtuoso John Polson comienza a despilfarrar un
suspenso de manual que asusta por lo mecánico, no por lo efectivo o bien ejecutado. Y todo indica que tanto su tramposa estructura como su evasiva puesta en escena, que oscilan entre lo científico y lo sobrenatural, estarían augurando una sorpresa final para dejar al espectador tan boquiabierto como fuera posible. Tratando de crear una analogía para la película en relación al tema de las escondidas, se podría decir que Mente Siniestra se gana el “piedra libre” apenas transcurrida media hora de cinta. Como resultado -tan lamentable como obvio-, no logra ninguno de sus múltiples propósitos, que eran hipotéticamente asustar con sus trucos baratos, conmover con personajes trillados desde lo dramático y engañar con un accidentalmente paródico “guión a la Shyamalan” que hace agua por los cuatro costados.
Lo mejor que tiene para ofrecer Mente Siniestra son algunos buenos actores (además cuenta con Elizabeth Shue y Famke Janssen), sólo que peleando por una causa que no es la suya; y mucho menos la de un (ex)grande como Robert De Niro. Piedra libre también para Bob, un actor demasiado fabuloso para esconderse detrás de semejante mentira.
Título: Mente siniestra.
Título Original: Hide and Seek.
Dirección: John Polson.
Intérpretes: Robert De Niro, Dakota Fanning, Famke Janssen, Elisabeth Shue, Amy Irving, Dylan Baker, Melissa Leo, Robert John Burke, Molly Grant Kallins, David Chandler y Jake Dylan Baumer.
Género: Terror, Misterio.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 101 minutos.
Origen: EE.UU./ Alemania
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 27/01/2005.
Puntaje: 3 (tres)
