Por Emiliano Fernández
Cuando se está frente a un film como Prueba de fe (The Reaping, 2007), uno se pregunta como se llega a esto, cuales son los caminos que conducen a este resultado. Lo más probable es un maletín lleno de dinero y un ejecutivo del estudio ordenando a el/ la protagonista elegido/ a la firma del contrato. Siempre se desea creer que ninguno de los involucrados realmente le tenía algo de “fe” a un proyecto tan rutinario e insulso como este. Pero la realidad suele ser otra. Muchas veces al factor económico, aunque nadie lo crea, se suma una inexplicable confianza en la realización. Esta película es la “prueba” de ello.
Hilary Swank interpreta a una ex misionera convertida en refutadora profesional de milagros. Un buen día se le aparece un tipo de un pueblito lejano pidiéndole ayuda para salvar la vida de una niñita a la que sus coterráneos quieren linchar, culpándola de lo que parece ser la llegada de las diez plagas bíblicas. Junto con un ayudante, parte hacia la región con la decidida intención de poner en evidencia a toda esta horda de salvajes ignorantes y encontrar una explicación científica a los extraños fenómenos que padece el lugar (ríos de sangre, lluvia de sapos, mortandad del ganado, etc.).
Este verdadero bodriazo arranca como El exorcista (The Exorcist, 1973), continua como La profecía (The Omen, 1976) y termina como El bebé de Rosemary (Rosemary’s Baby, 1968). No hay ni una sola escena que derrame algo de originalidad o buen timing narrativo. De hecho, toda la película exuda previsibilidad y redundancia, reenviando hacia otros tantos films de terror y suspenso que ni vale la pena enumerar. Es cierto que Prueba de fe pretende ser más un thriller religioso que cualquier otra cosa, pero por lo menos tendrían que haber metido aunque sea un solo elemento o secuencia que asuste en serio.
La pobre pareja protagónica hace recordar a la de Los expedientes X (The X Files, 1993- 2002), pero con mucho menos encanto y simpatía. Los efectos especiales están bien, aunque son incapaces de disimular la sencillez de la historia. Dentro del aburrimiento general que genera la película, hay una escena que se destaca por lo hilarante (lo que por supuesto no es intencional por parte de los realizadores). En ella Swank relata su “oscuro pasado” relacionado con la fe, el “hecho traumático” que provocó su conversión desde el catolicismo hacia el ateismo. Resulta que la tipa estaba con su esposo y su hija en África en plena campaña humanitaria llena de buenas intenciones. Pero los negros no vieron con buenos ojos el hecho que desde su llegada no lloviera por un año. Pensando que eran re yetas, se los terminan cargando en sacrificio a los dioses (que nadie pregunte como sobrevive ella porque nunca se explica). Esta anécdota es tan patética y ridícula que sin lugar a dudas se constituye en el mejor momento de Prueba de fe, en otro ejemplo de la estupidez hollywoodense.
El director es el ecléctico y muy poco inspirado Stephen Hopkins, especialista en combinar proyectos relativamente interesantes (Llámame Peter, Vida y muerte de Peter Sellers, 2004), pasables (Depredador 2, 1990) e insalvables (Perdidos en el espacio, 1998). Prueba de fe es demasiado extensa, no aporta nada novedoso, termina aburriendo y uno ya sabe lo que ocurre desde el principio. Hilary Swank será muy buena actriz pero pasta para film de terror no tiene, o por lo menos aquí no se la descubrieron. La película pide a gritos ser un directo a video, no se entiende como pasó por las salas.
Título: Prueba de fe.
Título Original: The Reaping.
Dirección: Stephen Hopkins.
Intérpretes: Hilary Swank, David Morrissey, Idris Elba, AnnaSophia Robb, Stephen Rea, John McConnell, William Ragsdale, Yvonne Landry, Lara Grice y Andrea Frankle.
Género: Terror, Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 99 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 05/04/2007.
Puntaje: 3 (tres)