Por Luis Pietragalla
¿Hay un destino preestablecido de los pueblos y de las naciones, así como de las culturas? Fernando Solanas parece decirnos que no en Argentina latente. Con la claridad didáctica (que no didactista) que sostuvo en Memoria del saqueo y La dignidad de los nadies, este director mira al país desde un lugar poco habitual, lo que trae aparejada la aparición y descubrimiento de espacios poco conocidos, que hace favorecer que el espectador pueda recomponer mejor en su cabeza la imagen de la Argentina.
La sola idea del filme: explorar los lugares y las personas, de ayer y de hoy, vinculadas con la tecnología y la investigación científica, para mostrar qué nos ha quedado del pasado y qué podemos elaborar para el futuro, ya es un hallazgo. Así, el abandono del Instituto Malbrán de Buenos Aires o de la escuela pública puede contrastar con la tecnología satelital del INVAP o el rescate de los astilleros de Río Santiago, gracias al empeño (y vidas) de sus
trabajadores.
No es una película que diga “tú puedes”, sino “es posible”. Y esa posibilidad se refiere a volver a poner en marcha en la Argentina, con la capacidad humana y tecnológica existente y disponible, para lograr un país mejor. Pero, ¿hay proyecto y voluntad para implementarlo? Solanas lo señala, pero comienza por el principio: hacer conocer eso de lo que se dispone y, con ello, la toma de conciencia de que la nuestra no tiene por qué ser la república perdida (pese a tantos esfuerzos en contrario…).
Es un buen film, no un gran film. Tal vez lo didáctico de su propuesta le juegue en contra. Su forma es funcional a su premisa. Se ha priorizado el contenido y su claridad, con personajes y asuntos que tienen menos punch que la miseria o el escándalo.
El discurso es convincente, aunque no exento de una postura ideológica (y de sus modelos) que no es obligatorio compartir. La lista de nombres que menciona el mismo director en el final es prueba de ello. Eso sí, su postura es honesta, transparente y trasunta “un acto de amor por y hacia el país”, como declaró él mismo.
Un momento fuerte del film es el pasaje en que el ingeniero a cargo de los recuperados astilleros de Río Santiago recuerda el suicidio de numerosos compañeros durante la pasada década, por la depresión provocada por no ser escuchados y ver como su entorno (su obra) era desvalorizada, durante el vaciamiento y desguace de esa empresa del estado.
Es entonces cuando el voto-cuota se transforma en vergüenza (propia y ajena) y es posible vislumbrar hasta dónde pueden afectar ciertos actos de gobierno y de la ciudadanía que lo respaldó, sea en esos tiempos, en estos o en los que vendrán.
Título: Argentina latente.
Título Original: Idem.
Dirección: Fernando E. Solanas.
Fotografía: Fernando E. Solanas, Rino Provatto, Alejandro Fernández Mouján.
Género: Documental.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 120 minutos.
Origen: Argentina/ Francia/ España.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: No disponible.
Fecha de Estreno: 24/05/2007.
Puntaje: 7 (siete)
