Por Pablo Arahuete
Mucho ayuda saber que lo que quedó de El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford es un corte que su director Andrew Dominik (el neozelandés que nos perturbara con Chopper: retrato de un asesino) culminó tras dos años de ardua tarea. Más allá de este aporte informativo (la versión original dura cuatro horas mientras que esta alcanza las dos horas cuarenta) lo interesante del dato guarda una profunda relación con el sutil desequilibrio que se percibe durante el hipnótico viaje hacia la muerte, nexo unificador de las tramas y subtramas del film. O también puede pensarse a esta gran obra como el tributo a un género agonizante, nada menos, a partir del ocaso de un ícono como Jesse James (Brad Pitt en el mejor papel de su carrera actoral). Pero justamente del western a secas, ése de forajidos que asaltan trenes y huyen de la ley a todo galope o aterrorizan a un pueblo con un sheriff poco valiente, aquí apenas sobrevive la reminiscencia de aquel cowboy mal avenido, cuyas gestas formaron parte de las historietas que antaño provocaran fascinación entre muchos niños, incluido Bob Ford (impresionante composición de Casey Affleck).
Por el contrario, el segundo opus de Andrew Dominik es una despedida elegíaca que saluda a su héroe trágico, donde además opera un mecanismo inverso en cuanto a la construcción de un mito o una leyenda. Alguna vez alguien dijo que la Historia es un mito con buena prensa. Precisamente, desde allí arranca este relato de doble vía: la historia y su reconstrucción. Doble vía que singularmente se bifurca desde el principio con un narrador en off, testigo no involucrado emocionalmente con los protagonistas, aunque este relator de lujo -quien retoma la historia esporádicamente- es preciso en datos y fechas parece conocer además los paisajes interiores de Jesse y su potencial verdugo Bob; por otro lado,
y en contraste, se desprende el universo de imágenes que acompañan a Jesse en su meditabundo camino hacia el final. No obstante, este narrador imparcial (podría tratarse del escritor Ron Hansen, de cuya novela histórica nació el guión de Andrew Dominik) recupera el relato cada vez que la figura de Jesse tiende a desvanecerse, a ir desapareciendo en un gradual fuera de foco. El mismo que irrumpe en los extremos de la imagen que va perdiendo brillo y nitidez en una sucesión lenta de viñetas: asalto poco redituable a un tren con una banda de inexpertos campesinos; ajustes de cuenta con algunos traidores y prolongados paseos por praderas y amaneceres que la magistral fotografía de Roger Deakins recrea con esmero y belleza plástica.
El hombre y el mito fundante o en otro espectro el ídolo y su fan en un combate silencioso de amor-odio son los dos conceptos que se entroncan en esta tragedia de honda melancolía, de evidente fuente inspiradora para Nick Cave & Warren Ellis y su banda sonora por momentos sinfónica. Para seguir con la referencia musical, la relación de Jesse y Bob es la misma que podrían haber tenido Salieri con Mozart si hubiesen intercambiado palabras, miradas, envidias y hasta una secreta devoción en el último viaje de sus vidas: Jesse carga el peso de su leyenda a cuestas y arrastra la melancolía de aquel que presiente su final; Bob Ford carga con el peso del anonimato y arrastra el resentimiento y la desilusión por haber conocido al hombre antes que al mito.
Esta octava versión sobre Jesse James para algunos podrá resultar pomposa con exceso de manierismos por parte de su realizador neozelandés pero sin duda no se le puede negar, no sólo majestuosidad en su realización sino una brutal auto conciencia.
Título: El asesinato de Jesse James por el cobarde Robert Ford.
Título Original: The Assassination of Jesse James By The Coward Robert Ford.
Dirección: Andrew Dominik.
Intérpretes: Brad Pitt, Casey Affleck, Sam Rockwell, Paul Schneider, Jeremy Renner, Garret Dillahunt, Sam Shepard, Mary-Louise Parker, Alison Elliott, Ted Levine y Zooey Deschanel.
Género: Biopic, Western, Crimen, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 160 minutos.
Origen: EE.UU./ Canadá/ Reino Unido.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 29/11/2007.
Puntaje: 9 (nueve)
El staff opinó:
–Andrew Dominik vuelve a los climas de su opera prima Chopper. Aquí nos entrega otro film extraño, pausado y meticuloso, que se mete en los procesos de mitificación estadounidense con los ojos de un outsider enrarecido. Casey Affleck creció desde aquélla vez que se perdió en Jujuy junto a Matt Damon en Gerry de Gus Van Sant. Aquí entrega, como en Desapareció una noche, una de las mejores actuaciones del año. Brad Pitt por suerte no se queda atrás y ennoblece la película con su Jesse James torturado y cansado. Hasta hay un cameo de Nick Cave en el final. Muy recomendable. Un verdadero alien cinematográfico.- Emiliano Fernández (8 puntos)
–La maravillosa imaginería visual de Andrew Dominik plasmada por el fantástico DF Roger Deakins es sólo uno de los atractivos de esta ambiciosa biopic del legendario forajido del siglo XIX. Cine en estado puro, sustentado además en las magistrales interpretaciones de Brad Pitt y Casey Affleck y en una hipnótica banda de sonido del genial Nick Cave. Una experiencia intransferible.– Diego Martínez Pisacco (9 puntos)
