Por Juan Blanco
Dwayne “The Rock” Johnson sigue sorprendiendo -a su manera-, sus películas lamentablemente no; lo cual es una picardía si se piensa que este actor (y antiguo luchador de catch), supuestamente el sucesor de titanes de la talla de Arnold Schwarzenegger y Sylvester Stallone, tiene potencial de sobra y demostrado ya en más de una ocasión y en varios registros: se lo vio en distintos tipos de películas de acción y también en varios tonos de comedia, cuando no excelente, al menos siempre resuelto. Pero ya se habló del problema de defasaje temporal de The Rock dentro de ese perfil de actor-anabólico que Hollywood ya no necesita de manera imperiosa, o al menos de esos para los que ya no se tiene un mercado masivo. 20 años antes Dwayne podría haber sido hasta quizás más grande que Arnie o que Sly juntos, dadas sus mayores competencias actorales, pero el pobre “Rey Escorpión” llegó tarde a una fiesta de la que ya se retiraron todos los invitados. En Hollywood ya no hay cabida para los héroes de acción inflables, ni siquiera en los casos en que éstos deciden tomarse el pelo a sí mismos, como lo intenta The Rock en Entrenando a Papá, otra ñoñería Disney con actores de carne y hueso.
Del mismo modo que intentaron promocionar a Vin Diesel (otro miembro de la nueva elite de “action heroes”) como un grandote con sentido del humor con la estupidísima Niñera a prueba de balas, los ejecutivos de la Disney ahora concibieron este nuevo proyecto con Johnson; hasta le mantuvieron el mismo diseño de marketing (mismo concepto de afiche,
misma tipografía general para el título, misma difusión comercial, etc.); y desde luego apelando a la misma fórmula “niño adoctrina adulto aparatoso y le inculca un sinfín de valores sentimentales”. En este caso, La Roca interpreta a Joe “The King” Kingman, una megaestrella de fútbol americano que se entera -de un día pal otro- de que tiene una hija de 8 años, cuando ésta decide hacerle una visita sorpresa para que la cuide durante un “viaje de negocios” de su madre (ex-mujer de Joe). El cuento es el de siempre: el tipo era engreído, egoísta y desentendido de cualquier vínculo emocional, hasta que se cruzó en su camino Peyton, una niña que llegó a la casa de papá para enroscarle la vida y darle unos cuántos “merecidos” educacionales en el arte de la paternidad; entuerto que obviamente con el transcurso de los minutos (para nosotros en la platea, para The Rock son días eternos de agonía) derivará en un gozoso cruce de aprendizajes entre padre e hija.
Es de imaginarse que el guion está escrito por alguien con el coeficiente intelectual de una golondrina (será por eso que la vuelta de tuerca del final tiene cierto “vuelo creativo”, jeje), así como que los chistes son demasiados y lo suficientemente mal elaborados como para que su gracia dependa de la empatía que uno, como espectador, desarrolle hacia los personajes –o actores- a cargo. En ese sentido, tanto The Rock como la simpatiquísima Madison Pettis (la nena) hacen lo que pueden (más de lo esperable diría), procurando que la película se mantenga a flote. Es por esto que sostengo que, a pesar de intentar triunfar en una época que ya no le es muy propicia, The Rock vale su peso en pochoclos y sus –generalmente lamentables- proyectos al menos tienen la suerte de contar con él y su creciente sintonía con “eso de actuar a conciencia de las propias limitaciones”. Y sí, para quienes lo hayan pensado la asociación es correcta y decididamente el podio aún lo tiene Schwarzenegger con su “Kimble en el Kinder”, ni hablar.
Título: Entrenando a papá.
Título Original: The Game Plan.
Dirección: Andy Fickman.
Intérpretes: Dwayne Johnson, Kyra Sedgwick, Roselyn Sanchez, Christine Lakin, Brian J. White, Morris Chestnut, Paige Turco, Kate Nauta, Madison Pettis, Lauren Storm, Robert Torti y Elizabeth Chambers.
Género: Comedia familiar, Deportes.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 110 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 14/02/2008.
Puntaje: 4 (cuatro)
El staff opinó:
–Una comedia hecha a medida para que The Rock luzca su costado histriónico y demuestre que no es un musculoso inexpresivo sino un musculoso gracioso. Tiene buena química con su coequiper infantil, aunque por momentos el film se vuelve reiterativo.– Pablo E. Arahuete (6 puntos)
–Disney aburre con esta fórmula al servicio de The Rock que roba ideas de todos lados para llegar a la típica moraleja sentimentaloide tan cara a la compañía del ratón Mickey. Si por lo menos fuera graciosa el asunto se aguantaría mejor. A aquellos que les toque acompañar a sus chicos al cine: mis sentidas condolencias…– Diego Martínez Pisacco (3 puntos)
