El trío ZAZ (David Zucker, Jim Abrahams y Jerry Zucker) prácticamente inventó un estilo humorístico donde convergen la parodia desenfrenada, el absurdo total y un sinfín de ideas que suelen oscilar, de forma premeditada, entre la idiotez y la genialidad. Las cimas artísticas de estos inquietos “muchachitos” –ya superan los sesenta años- fueron ¿Y… 
dónde está el piloto?, La pistola desnuda (dirigida en solitario por David pero con todo el equipo creativo rodeándolo) y, muy especialmente, la insuperable Súper secreto (con un jovencísimo Val Kilmer como un magnético cantante inspirado en Elvis). A partir de la década del noventa este formidable trío se desmanteló tomando cada integrante su propio rumbo en la industria. Jim Abrahams continuó incursionando en la comedia alocada con buenas armas: Locos del aire y su secuela Loca academia de pilotos 2 fueron sus aciertos más significativos. Jerry Zucker le dio la espalda a su pasado de rebelde irreverente para abrazarse sin pruritos a proyectos mainstream –dirigió Ghost, la sombra del amor y Lancelot, el primer caballero– que en otro momento hubiesen sido objeto de burla en alguna de las salvajes sátiras que él mismo solía realizar. David Zucker, hermano mayor de Jerry, es el único en actividad en la actualidad pero ninguno de sus filmes –BASEketball, La hija de mi jefe y las más populares Scary movie 3 y 4– ha logrado opacar el fulgor de sus antiguos logros.
La colaboración con el venerable y veterano actor Leslie Nielsen se remonta a la fundacional ¿Y… dónde está el piloto? para proseguir con la efímera serie Police Squad! (que a su vez dio origen a La pistola desnuda). Cualquier comedia con Nielsen en el elenco cuenta con un plus por el perenne talento del ya octogenario canadiense. La flamante Superhéroes, la película, producida por David Zucker y dirigida por su habitual coguionista Craig Mazin, es una pésima parodia a los paladines de la historieta que sabe sacarle el jugo a Nielsen (lo mejor del film por lejos) pero derrapa a la hora de disparar una serie de gags -gastados algunos, sin timing otros, sin gracia la mayoría- por demás insustanciales. Otro caso evidente de un discípulo al que le resulta imposible superar al maestro, aunque éste se encuentre en virtual decadencia…
El éxito de la fórmula del grupo ZAZ ha sido tal que desde fines de los ochenta varios oportunistas intentaron plagiarla inútilmente. Así surgieron algunos subproductos interpretados por un Leslie Nielsen multiuso como ¿Y… dónde está el exorcista?, Drácula: muerto pero feliz (más “prestigiosa” debido a la dirección de Mel Brooks), Duro para espiar, Mr. Magoo, Acusado sin razón o 2001: A Space Travesty. Sin embargo, la lista es infinitamente más extensa. En los últimos años los estadounidenses han encadenado bodrios a mansalva tales como No es otra película de amor, No es otra tonta película americana, Una loca película de Esparta (que parodia con burdo patetismo a la 300 de Zack Snyder), Una loca película épica y en breve se viene la ya defenestrada Disaster Movie. ¡Basta, por Dios! Estos imitadores amateurs realmente no saben cuándo parar…
Superhéroes, la película abarca mucho y aprieta poco en su afán por hacer humor con unos personajes que el público aprendió a querer desde la más tierna infancia. El blanco principal del filme es El hombre araña de Sam Raimi. En lugar de un arácnido, al paparulo de Rick Riker (el anodino Drake Bell) lo pica una libélula genéticamente modificada que al transmitirle superpoderes le permiten cualquier cosa menos levantarse a su vecinita Jill Johnson (la bonita Sara Paxton). El villano de rigor, animado por el siempre intenso
Christopher McDonald, se llama Hourglass y es otro de esos falsos filántropos tan caros al mundo del cómic. Además del héroe y su Némesis también tenemos al tío Albert (que compone de memoria el gran Leslie Nielsen), la tía Lucille (una Marion Ross propiciadora de un gag escatológico demoledor en el cual “peina” a su sobrino y a Jill… sin necesidad de usar las manos). Las referencias a otras obras son múltiples y caen en la volteada desde X-Men, Batman, El Señor de los Anillos, Destino final (la escena en la que Rick “salva” a la anciana con su mascota es una de las pocas rescatables), Chicas pesadas, Los 4 fantásticos y hasta el remate final de La pistola desnuda que es utilizado para ridiculizar al pobre Dr. Stephen Hawking (supuestamente con su aprobación porque así también se llama el personaje). Las viejas y recordadas películas del grupo ZAZ eran estúpidas a la vez que inteligentes y la clave residía en ir superponiendo esas características de tal manera que el espectador nunca sintiera que estaba perdiendo el tiempo viéndolas. Superhéroes, la película es simplemente estúpida y la inteligencia debería demostrarla el lector evitando tirar el valor de la entrada conjuntamente con una hora y media de su vida. Si las historias de la Marvel, DC y similares no estuvieran tan en boga estaríamos en presencia de un directo a video con todas las letras. Por otra parte, el destino que se merece…
Título: Superhéroes, la película.
Título original: Superhero Movie.
Dirección: Craig Mazin.
Intérpretes: Drake Bell, Sara Paxton, Christopher McDonald, Leslie Nielsen, Kevin Hart, Marion Ross, Ryan Hansen, Keith David, Brent Spiner, Robert Joy, Jeffrey Tambor, Tracy Morgan, Regina Hall, Simon Rex, Dan Castellaneta, Pamela Anderson.
Género: Comedia, Parodia.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 75 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Pachamama Cine.
Fecha de estreno: 11/09/2008.
Puntaje: 2 (dos)
