Por Emiliano Fernández
Maggie es una mujer que supera los 50 años, viuda, de clase media, con un hijo anodino y una nuera un tanto agresiva. Sus escasos instantes de alegría provienen de su pequeño nieto, desde hace mucho internado en un hospital de Londres a causa de una extraña enfermedad. Cuando la salud del niño comienza a empeorar, los doctores informan que la única esperanza reside en un tratamiento experimental que sólo es administrado en Australia. Como la familia en conjunto está sumamente endeudada y no llega a cubrir los costos del viaje y el alojamiento, Maggie decide cortarse sola y buscar trabajo por primera vez en su vida. Así las cosas, la señora termina en un club erótico preguntando en qué consiste el trabajo de “anfitriona”. Miki, el dueño del lugar, le aclara que es apenas un eufemismo por masturbar a clientes anónimos a través de un orificio en un muro. Desesperada, acepta el puesto con reticencia y poco a poco aprende todas las mañas del oficio hasta el punto de hacerse popular bajo el seudónimo de “Irina Palm”. Ella y Miki se entenderán en silencio…
La mítica Marianne Faithfull protagoniza este logrado drama minimalista con toques de comedia lacónica, tanto un triunfo en términos artísticos como una verdadera rareza para la cartelera local. Aquí se siente fuerte el eco del cine social inglés, lo que magnifica los aciertos ya que estamos hablando de una coproducción entre el Reino Unido, Bélgica, Alemania, Luxemburgo y Francia. La pluralidad de orígenes en lo que respecta al equipo creativo no compromete el resultado final. El elenco es esencialmente británico salvo por el yugoslavo Miki Manojlovic, el jefe de Maggie. Este excelente actor se hizo conocido sobre todo por sus colaboraciones con su compatriota Emir Kusturica en películas como Underground (1995) y Gato negro, gato blanco (Crna macka, beli macor, 1998). Faithfull y Manojlovic dan clases de actuación y brillan a partir de poquísimos recursos. El director alemán Sam Garbarski, por su parte, se mantiene alejado de preciosismos orientados al placer estético y decide privilegiar una puesta en escena cruda y al mismo tiempo sutil.
Esquivando las divagaciones morales o cualquier tipo de apelación al melodrama, los personajes centrales son taciturnos y melancólicos aunque no deprimentes, están marcados por la tristeza pero nunca caen en la desesperanza o el pesimismo fácil de cierto cine europeo contemporáneo. De hecho, el tono de la película se mantiene parejo a lo largo del metraje y deambula entre la inercia fantasmal de los acontecimientos narrados y el realismo necesario para describir una actividad ancestral que implica un sinfín de sacrificios meditados/ automatizados (cuando Maggie da sus pasos iniciales en el arte del onanismo masculino, una compañera encargada del adoctrinamiento le comenta: “el primero siempre es difícil, después masturbás por Inglaterra”). El tópico sexual está trabajado con suma seriedad, ajeno por completo a los infantilismos de Hollywood: no hay necesidad de desnudos, vulgaridades o sentencias degradantes. Una cámara no intrusiva, un tarro de vaselina y un puñado de servilletas son los complementos ideales de esas laboriosas manos.
El guión de Martin Herron y Philippe Blasband sostiene una historia minúscula basándose en frases furtivas y gestos ocasionales, transformando a la ambigüedad y al mutismo en medios de comunicación eficaces. Blasband específicamente parece retomar algunos elementos de la interesante Una relación particular (Une liaison pornographique, 1999): tenemos personajes enigmáticos llevados por el deseo o la necesidad hacia circunstancias fuera de lo común, obligados a mantener una doble vida en función de un secreto que consideran inconfesable. La profesión de Irina Palm (Irina Palm, 2007) no celebra ni condena la prostitución, se limita a retratar una actividad que continúa encerrada en la ceguera del prejuicio colectivo. Mientras que ofrecer a terceros el producto de nuestro esfuerzo es visto como algo digno de alabanza, el acto concreto de vender el cuerpo es considerado repugnante y malsano. El film es muy valiente, no siente vergüenza: Maggie y su alter ego son la misma persona, la hipocresía social impone luego las diferencias…
Título: La profesión de Irina Palm.
Título original: Irina Palm.
Dirección: Sam Garbarski.
Intérpretes: Marianne Faithfull, Miki Manojlovic, Kevin Bishop, Siobhan Hewlett, Dorka Gryllus, Jenny Agutter, Corey Burke, Meg Wynn Owen, Susan Hitch y Flip Webster.
Género: Comedia, Drama.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 103 minutos.
Origen: Bélgica/ Alemania/ Luxemburgo/ Reino Unido/ Francia.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de estreno: 25/09/2008.
Puntaje: 8 (ocho)