Por Pablo E. Arahuete
La de los recuerdos y la de los sueños; la de lo posible o lo imposible, en esa zona de ambigüedad se instala la directora y guionista Paula de Luque (Cielo azul, cielo negro; 2003) con su tercer opus El vestido recorriendo a fuerza de poesía y cine los vértices de un triángulo amoroso en cuyo centro se encuentra Ana (Antonella Costa, hermosa como siempre) a la deriva entre dos amores: el del español Fernando (Eduard Fernández) que se remonta al pasado y el actual con un hombre más joven (Guillermo Pfenning) separado, con una hija pequeña, quien diseña maniquíes.
Un triángulo amoroso que aparece fragmentado en tiempo y espacio dejando la vía libre a la idea de lo laberíntico como puente relacionada con diversos cruces entre personajes, que se va acrecentando a lo largo de la trama.
El primer punto para destacar de esta interesante propuesta obedece a la autonomía con la que de Luque bucea introspectivamente con su cámara a sus personajes, pero también cuando gana cierta presencia al ocupar los espacios como un testigo privilegiado de los silencios, de las miradas sin respuesta o algún que otro diálogo en la intimidad. Todo ello conforma la poética que atraviesa esta historia de amor, de regresos y exilios –físicos y de los otros- y que al mismo tiempo deja la sensación de un estilo muy personal que se trasluce en pantalla.
Sin echar por tierra el plano de lo imaginario contrastado con lo real y sin darle una importancia unívoca a los recuerdos, el sólido guion co-escrito junto a Pablo Fidalgo ubica al deseo en un lugar privilegiado como parte del motor inercial que conduce a los personajes en esta suerte de laberinto sin paredes visibles; con los diálogos justos, sin altisonancias ni frases explicativas y, sobre todas las cosas, sin temor a los espacios vacíos que lejos de irrumpir como obstáculos envuelven al film de la directora en una atmósfera muy sugestiva. Y en ese sentido la presencia de Antonella Costa y su magnetismo en pantalla son fundamentales, como así también el meticuloso trabajo de montaje de Alberto Ponce.
Tan sugestivo y enigmático como su título, El vestido concentra en su esencia las cualidades de un cine argentino vital y continuador de aquella tendencia llamada “nuevo cine” -de un tiempo atrás hasta nuestros días- donde los laberintos solamente se surcaban en una dirección críptica y hermética y no con la convicción personal del riesgo de perderse en el propio viaje.
Título: El vestido.
Título original: Idem.
Dirección: Paula de Luque.
Intérpretes: Eduard Fernández, Antonella Costa, Guillermo Pfening, Isabel Blanco, Paloma Coscia y Osmar Núñez.
Género: Drama.
Calificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 96 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de estreno: 17/09/2009.
Puntaje: 7 (siete)