Por Pablo E. Arahuete
La misma relación que mantiene la familia Covarrubias con la naturaleza y los animales es la que logra establecer Juan Baldana en su segundo documental de observación (el primero fue Soy Huao) Arrieros: distancia que permite cierta objetividad y naturalidad.
El escenario donde transcurre el día a día de estos arrieros chilenos en la cordillera de los Andes, más precisamente ubicados en el Cajón del Maipo, rodeados por sus propios animales y visitados de vez en cuando por ocasionales turistas provenientes de diferentes rincones, forman el corazón de un film discreto que sólo se encarga del acompañamiento en lo que respecta al trabajo cotidiano y a la convivencia entre los integrantes de la familia.
Con roles diferenciados y tareas entre padres e hijos, el realizador logra hacerse invisible con su cámara para buscar el equilibrio adecuado entre la observación despojada de todo apunte sociológico y la intuición para encontrar un hilo conductor de un puñado de situaciones sin peso dramático, más allá que el impuesto por el contexto y el paisaje.
La decisión de no intervenir tomada por Baldana por momentos lo condiciona en cuanto a un planteo más profundo y estético que en ciertos segmentos vuelven su película un tanto monotemática pero eso no significa que se contamine y se ponga densa teniendo presente que la rutina aplasta y es siempre la misma: ordeñe, faena, venta de productos, fogones y cánticos. Vidas sencillas que merecen ser conocidas.
Título: Arrieros.
Título original: Idem.
Dirección: Juan Baldana.
Género: Documental.
Fotografía: Alejandro Armaleo.
Música: Sergio Vainikoff.
Calificación: Apta para todo público.
Duración: 84 minutos.
Origen: Argentina/ Chile.
Año de realización: 2010.
Distribuidora: 3C Films Group.
Fecha de estreno: 12/07/2012.
Puntaje: 6 (seis)