Por Pablo E. Arahuete
Una mezcla mal hecha, indigesta. Eso es principalmente el problema de este segundo acto del reboot de El hombre araña, que ya en su primera entrega proponía al público en general no sólo un recambio generacional sino de estilo, capaz de quitarle aquella cuestionable solemnidad que se le achacó a la trilogía de Sam Raimi y que revistiera al superhéroe de capas más humanas que extraordinarias. Sin embargo, con este camino pareciera que el rumbo tiende a achicarse y el horizonte acusa cierto grado de agotamiento que no puede escapar de lo mundano, más allá de toda la pirotecnia visual puesta al servicio del artificio en vez que en la consistencia dramática del relato.
Mucho más farolero y adolescente que nunca, este sorprendente hombre araña nuevamente en la piel de Andrew Garfield se encuentra atravesado por un dilema importante que afecta por un lado al superhéroe y por otro al mismísimo Peter Parker: la culpa. Ese gran motor que condiciona todo tipo de conducta y acto futuro es por ejemplo el que pone en jaque su relación de pareja con la chica de sus sueños Gwen Stacy (Emma Stone), quien parece haber aceptado tener un novio superhéroe pero inseguro a la hora de definir el siguiente paso en la relación y entonces la decisión de un cambio rotundo se encuentra a la vuelta de la esquina.
La futura promesa de un viaje a Inglaterra para continuar con los estudios y así alejarse de Peter será el detonante que precipite las cosas entre ellos, mientras los deberes de defender a la ciudad de Nueva York llaman a la puerta sin descanso. Tres villanos que no hacen uno son los encargados de vestir este derrotero de peripecias del arácnido adolescente en enfrentamientos esporádicos a la par de sus conflictos personales con un amigo de infancia, Harry Osborn (Dane DeHaan), devenido Duende Verde; un mafioso ruso que aparece al comienzo y al final interpretado por un ridículo Paul Giamatti y en el ojo de la tormenta nos encontramos con Electro (Jamie Foxx), villano por opción más que por convicción por un capricho de los guionistas Alex Kurtzman, Roberto Orci y Jeff Pinkner, quienes nunca consiguen pese a los esfuerzos darle verdadera entidad a este deslucido némesis.
Acción, romance, tribulaciones de superhéroes al que le hace falta un psicólogo por sus problemas de autoestima que en definitiva lo hacen autosuficiente forman parte de este rompecabezas ya conocido y bastante agotador tratándose de los 142 minutos de largometraje (esta vez sin sorpresas luego de los créditos finales). Si El sorprendente hombre araña -lo de sorprendente le queda grande como el traje pero no por su tamaño- no pasa de la adolescencia a la madurez, esta franquicia correrá la misma suerte.
Título: El sorprendente hombre araña 2: La amenaza de Electro.
Título original: The Amazing Spider-Man 2.
Dirección: Marc Webb.
Intérpretes: Andrew Garfield, Emma Stone, Jamie Foxx, Dane DeHaan, Paul Giamatti, Sally Field y Campbell Scott.
Género: Secuela, Acción, Aventuras, Basado en comic, Fantasía, Thriller.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 142 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2014.
Distribuidora: UIP.
Fecha de estreno: 24/04/2014.
Puntaje: 4 (cuatro)