Por Pablo E. Arahuete
La TV Pública estrenará Ultimatum, producción ganadora del concurso del INCAA para productoras con antecedentes que apunta a dejar una buena marca en el Prime Time con la apuesta al humor para hablar del amor y el desgaste de una pareja que hará lo posible por avivar la llama antes del toque de queda. Su director, Jorge Bechara (foto), en esta entrevista exclusiva nos detalla los malabares que se tuvieron que hacer para concretar un proyecto de calidad en corto tiempo y con un acotado presupuesto.
P.E.A.: – Definiste a Ultimatum con el término dramedy más que sitcom ¿cómo encontraste el equilibrio en la historia para que encajen ambos registros?
Jorge Bechara: – Primero, se redefinió su contexto. Si bien sucede prácticamente en una sola locación, el enfoque narrativo fue dirigido hacia una zona más libre, con margen amplio para que los personajes se desenvuelvan sin el acartonamiento que suele regir el formato SitCom. Y por supuesto, el tono. La comedia siempre se desprende de las situaciones, y no a la inversa. El verosímil era nuestra Biblia, incluso en los conflictos más extremos. Gracias a eso pudimos expandir su volumen hacia zonas de contacto real, con matices, con verdad.
P.E.A.: – ¿En qué actores pensaste antes del casting para cada personaje?
Jorge Bechara: – Puedo decirte que con Joana D´Alessio siempre estuvimos ceñidos a una idea muy precisa respecto de la pareja protagónica. Lo complejo en ese momento fue, debido a la cantidad de proyectos que se estaban produciendo, lograr coincidir las agendas.
P.E.A.: – Tengo entendido que trabajaron en dos locaciones solamente ¿desde la puesta en escena se buscó dotar a los espacios de una carga simbólica?
Jorge Bechara: – En mi experiencia, lo único que importa al final del proceso es el producto en sí mismo. El producto, a fin de cuentas, es el resultado de la suma del talento que se involucra y del dinero/tiempo con el que se cuenta para realizarlo. Sabíamos que el primer ítem era indispensable. El segundo, considerando las diferencias presupuestarias abismales para los programas del concurso que no rubricaban “Prime Time” (que irónicamente es en la franja horaria en que igualmente son emitidos), nos enfocó en trabajar clínicamente en los libros, junto a Andrés Rapoport y el equipo, para exprimir al máximo las herramientas con las que contábamos. Apenas cinco semanas para completar el proyecto. Esa pre y esa logística fueron cruciales para enfocarnos sólo en lo importante: qué queremos contar y cuál es la mejor manera de contarlo.
P.E.A.: – ¿Qué te aportó tu paso por el modelo de producción de POL-KA en los proyectos independientes que fuiste encarando y sobre todo en este último?
Jorge Bechara: – Parte de la respuesta se decanta de la anterior. Horas de vuelo, resolución inmediata ante cualquier eventualidad, velocidad. Al igual
que muchos colegas, cuando uno se mueve en un medio cuyo trabajo suele requerir entrega inmediata, depende de uno mismo (y del equipo que lo apoya) para decidir con qué calidad uno anhela que ese producto lo represente.
P.E.A.: – Si tuvieras que definir en términos de dirección las claves de esta serie en base a los tiempos de cada capítulo ¿por dónde señalarías los puntos clave?
Jorge Bechara: – El 90% del programa, son sólo Julieta y Fernán. Profesionales de los mejores. El resto del cast, el equipo en todos sus rubros. Todos con un entendimiento común respecto de la meta a lograr. Todos generosos, y siempre a la par, cuidando el producto.
Por mi parte, trabajo metódica y obsesivamente. Y por eso nada me satisface más que en el momento de la grabación de la escena, pueda concentrarme solamente en los monitores. Ese es el momento en que, sin importar cuántas veces trabajara la escena, asoman todos esos detalles que, por suerte, yo nunca hubiese podido imaginar.