Por Pablo Arahuete
El pulso del cine late y no para. El Bafici resuena desde varios espacios desde la sala de cine a la calle mientras los autos pretenden avanzar por otros rumbos que no son los del cine. Y entonces otro par de reseñas para seguir la aventura y reconocer el latido cada vez que se prende la luz.
La creciente (Argentina, 70 Minutos, 2019)
COMPETENCIA OFICIAL ARGENTINA
Dirección: FRANCO GONZÁLEZ & DEMIÁN SANTANDER
Lo podés ver:
Sábado 13 Abril 14.40h.
Espacio INCAA cine Gaumont – Sala 2
Sinopsis Bafici:
Matia, un joven marginal, llega escapando a unas islas del río Paraná. En un ambiente ajeno, incómodo, intenta rearmar su vida, pero las tensiones que se generan con su llegada lo devuelven hacia su pasado delictivo y a tener que enfrentar una vez más la idea de huir para sobrevivir.
Reseña de Pablo Arahuete:
Es la fuga y la incertidumbre de la supervivencia lo que mueve las corrientes de este tormentoso film anclado solamente en un protagonista, quien a pesar de sus insistentes arrebatos de violencia y también de amor se maneja a la deriva de lo que puede llegar a suceder al tomar contacto con personajes que lo atrapan en su mundo de turbulencias; lo arrastran con la corriente densa de la vida que les toca llevar. Todo eso con un ascetismo en carne viva en la crueldad del río Paraná, aunque a veces pese un enfoque minimalista y con una energía singular a los márgenes del cine argentino sin dejar de lado el apunte social y mucho menos el contexto económico.
Ínsula (Argentina, 85 Minutos, 2019)
COMPETENCIA OFICIAL ARGENTINA
Dirección: MARÍA ONIS
Lo podés ver:
Domingo 14 Abril 15.05h.
Espacio INCAA cine Gaumont – Sala 2
Reseña del Bafici:
Durante el rodaje de un documental sobre la comunidad aborigen El Traslado, ubicada al este de la provincia de Salta, una pareja de realizadores empieza a cuestionarse el sentido de su trabajo. Pronto sus profundas diferencias conceptuales pondrán en crisis hasta su propia relación amorosa.
Reseña por Pablo Arahuete:
La pregunta sobre el sentido de hacer un documental es tan perturbadora como entusiasta para esta comedia con ecos de otras películas que se entrecruzan como por ejemplo Opus (Mariano Donoso, 2005) desde el punto de vista de la subjetividad versus la falsa objetividad que arrastra todo proyecto documental. Pero el detonante son los roces no creativos sino de pareja, la sociedad entre una realizadora y su editor dentro y fuera del proyecto, que procura acercarse o al menos aproximarse antropológicamente a los pueblos originarios en la provincia de Salta. La impronta rupturista y latente junto al discurso sobre estereotipos de un grupo identificable están presentes en Ínsula, así como el cuestionamiento a los alcances del cine como herramienta de conocimiento. Esos son algunos de los tantos eslabones de una larga cadena de ideas que también se rompen cuando entre lo que se ve, aquello que se elije desechar o simplemente las discusiones y dilemas de la ética ante el fenómeno cinematográfico, arrancan sonrisas cómplices en medio de esa sensación de pedantería irresuelta a la hora de empuñar una cámara y ponderar el arte para registrar la realidad, un fenómeno con vida propia que se escapa al poder de la lente y mucho más de la sensibilidad para el que observa.
Cantares de una revolución (España, 79 Minutos, 2018)
Vanguardia y Género
Dirección: Ramón Lluís Bande
Lo podés ver:
Multiplex Belgrano – Sala 8
Sinopsis del Bafici:
Utilizando como brújula las canciones populares que recuerdan la revuelta asturiana de 1934, el músico Nacho Vegas visita algunos de los lugares más icónicos de la última revolución proletaria de Europa occidental. Un homenaje musical profundamente reivindicativo a cargo de Ramón Lluís Bande.
Reseña por Pablo Arahuete:
El hecho histórico es 1934, España, y la palabra revolución proletaria es uno de los tantos focos de resonancia de esta nueva incursión cinematográfica y musical para traer el recuerdo y la ausencia de aquellos luchadores asturianos que debieron padecer los vejámenes y resistir al olvido tras el paso del tiempo. Las canciones evocan otro lugar, los rostros del presente que recitan traen aparejados otros rostros y todo llega para romper la imagen con un eco de libertad que se niega al silencio, y que se multiplica entre voces, fotos que se mueven como si trataran de revivir más allá de la pantalla. Conectarse o no con esta propuesta española depende pura y exclusivamente del ánimo del espectador, o al menos de su predisposición a escuchar más que a mirar.
Cartero (Argentina, 80 Minutos, 2019)
COMPETENCIA OFICIAL LATINOAMERICANA
Dirección: EMILIANO SERRA
Lo podés ver:
Multiplex Belgrano – Sala 7
Sinopsis del Bafici:
Ambientada a fines de los noventa, en pleno auge de las privatizaciones y crecimiento de la pobreza, Cartero sigue de cerca a Hernán, un joven lleno de ilusiones que consigue un empleo en el Correo Central. Allí un colega le enseña los códigos del oficio, pero la dura realidad lo obligará a romperlos.
Reseña por Pablo Arahuete:
¿Otro país, otra Argentina?, Cartero transita los ’90 desde el punto de vista de un joven (Gran revelación de este Bafici) Tomás Raimondi, cuyo personaje lleva consigo la carga de haber llegado de provincia a la urbe en busca del primer empleo en el correo central. La idea del primer sueldo entre rumores de privatización, el retiro voluntario y forzado de empleados públicos con años de antigüedad y vocación, contrastan con los negocios de la supervivencia y los recorridos para ganar algo más de dinero en aquel chiste llamado revolución productiva. Cobrar con un cheque o vales para comprarle remedios a su abuela, los primeros roces con un oficio que para sus compañeros arrastra vocación y servicio al darle verdadera importancia a la entrega de cartas a la gente hablan de una Argentina distinta pero lamentablemente igual a la de esta época, con los mismos jóvenes desilusionados de antes, los mismos excluidos de los trabajos y ese cine luminoso que nos mira tan de cerca que a veces duele. Una ópera prima frontal y tan vigente que sacude la melancolía noventista cuando aquella Buenos Aires parece una postal no del pasado sino del presente.
La distancia (Argentina, 70 Minutos, 2019)
Operas primas
Multiplex Belgrano – Sala 6
Sinopsis del Bafici:
Tras el suicidio de su mejor amiga, Amparo se encierra en un duelo impregnado de dudas y de recuerdos. Solo al animarse a continuar la obra inconclusa de su amiga es que encontrará la manera de salir adelante. Un íntimo film platense de tratamiento naturalista y de destacables actuaciones.
Reseña por Pablo Arahuete:
Contundencia sería una palabra adecuada para llegar a resumir aquello que transmite la propuesta cinematográfica de origen platense, con enorme vigor para transitar el duelo como eje troncal de un racimo de historias alrededor de la ausencia. El fuera de campo es uno de los tantos recursos para atraer y traer la presencia de Cami, quien decide buscar la muerte de frente al cerrar los ojos con su bicicleta aunque le llega por el costado. Y ese costado es sobre el que se para con enorme solvencia el director Franco Palazzo para seguir de cerca a Ampi, una de las amigas pero también integrante de un grupo de rock con identidad adolescente, rebeldía notoria en cada canción y depositaria tal vez del dolor de todos, así como de la necesidad de “duelar” mientras una obra inconclusa tienta cualquier intento de clausura para que deje de doler la falta de Cami. La cámara pegada a los cuerpos, atenta a los diálogos cotidianos, que muchas veces evocan y otras cuestionan, generan esos climas intimistas capaces de sumergir al espectador en instantes de pura verdad cinematográfica. Algunos pensarán en naturalismo, otros en rigor a secas, lo cierto es que La distancia es una ópera prima que se queda impregnada en la memoria, que conecta con duelos propios e incluso en su búsqueda estética lo solemne se convierte en grito y lo obvio se diluye en arte.
Los días de la ballena (Colombia, 80 minutos, 2019)
COMPETENCIA OFICIAL LATINOAMERICANA
Dirección: CATALINA ARROYAVE RESTREPO
La podés ver:
Sábado 13 Abril 19.40h.
Multiplex Belgrano – Sala 8
Sinopsis del Bafici:
Cristina y Simón, dos rebeldes y entusiastas grafiteros, recorren las calles de Medellín usando las paredes como lienzos. Pero ese mismo amor y pasión que los une pronto los lleva a enfrentarse con una peligrosa banda criminal, y lo que comienza como un simple juego terminará cambiando sus vidas.
Reseña por Pablo Arahuete:
Si la premisa es ponerle color a la ocre Medellín la misión está más que cumplida. Esta historia de amor por el arte y desamor por el otro, por el diferente, eclosiona en esas calles cuando la pareja de muralistas, aerosoles en mano, hacen de su libertad más que una silueta o un rejunte de formas. Lo revulsivo viene acompañado cuando el juego de la libertad se transforma en violencia, con rostros tan nítidos como el temor que implica esa ciudad de Colombia. Cristina y Simón se encuentran y desencuentran a medida que avanza un relato, donde las diferencias de clase son tensiones constantes, la rebeldía burguesa que abre la bohemia callejera cuando el estómago no duele también juega otro color entre la oscuridad, pero la luz pugna por salir en medio del hip hop, el amor incondicional a un perrito y un léxico intimidante que hiere solamente con palabras.
¿Quién mató a mi hermano? (Argentina, 2019, 88 minutos)
Dirección: Ana Fraile y Lucas Scavino
Derechos Humanos
Sinopsis BAFICI: El 31 de enero de 2009, Luciano nunca llegó a casa de su hermana Vanesa. Comienza entonces una búsqueda desesperada que enfrenta las diferentes manipulaciones del poder. Su voz y la de amigos, familiares y militantes de los derechos humanos descubren las complicidades del Estado en esa desaparición.
Reseña por Pablo Arahuete
Documentales sobre el estado de la Institución Judicial en Argentina hay muchos; sobre la injusticia en general otros tantos, pero cuando la primera persona toma un rol activo y valiente para visibilizar la impunidad estructural -que jamás cambiará mientras sigan amparándose entre poderosos y excluyendo a cualquier ciudadano de a pie de toda chance de trato humano como uno de los derechos básicos que se violan sistemáticamente y minuto a minuto- es vital recurrir a todo tipo de herramienta para hacerse oír. En 2009, durante el reinado de Daniel Scioli, apenas tomó estado mediático la desaparición forzosa de Luciano Arruga y la incansable lucha de su familia para dar con su paradero primero y luego para conocer las causas de su muerte a la temprana edad de 16 años. El largo camino por juzgados, presentaciones, puertas que se cerraron ni bien fueron golpeadas siempre apuntaban a la maldita policía bonaerense, en cuya memoria para algunos surge el cinismo del ahora retirado Eduardo Duhalde al describir al cuerpo encargado de velar por el bien y la seguridad de los bonaerenses como la mejor policía del mundo. Desde la reconstrucción a partir del minuto en que lo vieron por última vez a Luciano hasta el hallazgo luego de cinco años y gracias al apoyo de organismos, antropología forense y el empuje de su hermana Vanesa, de sus restos en el Cementerio de la Chacarita como uno de los tantos NN. Ese derrotero donde la impotencia debe sobreponerse al cinismo de una clase dirigente que demuestra complicidad desde la inacción constante forma parte del núcleo troncal de la propuesta, que suma entrevistas y un desfile de personajes patéticos y reales lamentablemente. Entre La Matanza hasta una audiencia en la ONU, el protagonismo de Vanesa, acompañada por la cámara en todo momento, no tiene más objetivo que romper los códigos de la impunidad desde el dolor y la bronca que genera el prejuicio de clase, la indiferencia, pero lo más grave es la sensación de que nada alcanza, sin que eso represente abandonar las luchas por lo justo, revelar las máscaras del poder y darle un sentido activo al dolor en pos de un fin colectivo y no individual.
