Por Pablo Arahuete
Si bien gran parte de este film de los directores João Salaviza y Renée Nader Messora gira en torno a la travesía del protagonista Ihjãc (Henrique Ihjãc Krahô), el verdadero protagonismo del relato es el de la aldea Krahô, habitada por indígenas del Brasil que se sumaron al proyecto de la ficción y permitieron el registro de sus costumbres, además de un recorrido por la geografía de esa tierra donde confluyen varias desembocaduras de ríos.
Es fundamental para el disfrute total del film -que viene amparado de prestigio tras su paso por Cannes- conocer algo de la cultura Krahô y sus formas de entender conceptos tales como muerte, ausencia, duelo, dualismo, entre otros de menor jerarquía. En ese sentido, para esta aldea es necesaria la acción del olvido, de esa forma los muertos no se llevan en su tránsito a los vivos. Recordar es, una vez finalizado el duelo final, uno de los peligros al que escapa el protagonista, de 15 años de edad, quien debe cumplir no sólo con mandatos de su comunidad sino con su propio deseo de no convertirse en chamán entre otras responsabilidades como la paternidad y la pareja.
A modo alegórico, el principio de esta historia lo confronta a Ihjãc con una voz a la noche, cerca del río, y esa voz no es otra que la de su padre, ya fallecido, quien le reclama el ritual final. Para ello, la estructura iniciática dispara una aventura de tipo clásico donde las diferentes peripecias, junto a su pareja y un niño pequeño, jugarán un rol importante. La mezcla entre lo visible y lo invisible encuentra en las palabras de los sabios o las charlas con referentes de la comunidad su aspecto o cara antropológica más que una idea narrativa que aporte mayor cantidad de elementos al relato o a la parte de la ficción propiamente dicha. Al tratarse de no actores (aparecen gran parte de los Krahô durante los 114 minutos) también surgen en la trama los dispositivos del documental de observación pero de una manera que los propios directores alcanzan a equilibrar.
Resulta atractivo escuchar el idioma original, su cadencia y las formas de comunicarse entre miembros. Los jóvenes tienen unos modos en la charla muy distintos a los adultos e incluso hablan más rápido que los ancianos.
Por todos esos motivos, el del interés antropológico como el cinematográfico, la posibilidad de adentrarse en un universo completamente distinto no puede dejar de aprovecharse en época donde la oferta cinematográfica periférica deja bastante sabor a poco.
Título: Chuva é Cantoria na Aldeia dos Mortos
Título Original: Ídem
Dirección: João Salaviza y Renée Nader Messora
Intérpretes: Henrique Ihjãc Krahô, Raene Kôtô Krahô y pueblo de la aldea Pedra Branca – Tierra Indígena Krahô
Género: Drama, Fantasía
Clasificación: No disponible
Duración: 114 minutos
Origen: Brasil, Portugal
Año de realización: 2018
Distribuidora: Independiente
Fecha de Estreno: Se exhibe el 25 de Julio en MALBA y Sala Leopoldo Lugones
Puntaje: 8 (ocho)