Por Rodrigo Rago
El baile de graduación de una escuela secundaria en Indiana se cancela por el simple hecho de que Emma (interpretada por Jo Ellen Pellman), una de las estudiantes, se presentaría allí con su novia. La junta de padres, escandalizados por este accionar, deciden que el baile no se lleve a cabo. Horrorizados ante tanta discriminación y en búsqueda de redimirse como personas, un selectivo grupo de estrellas de Broadway se entera de la noticia y se presenta en el pueblo para apoyar fervientemente a Emma, y también intentarán que el baile se realice bajo la condición de que sea puramente inclusivo.
Es así como este musical de Netflix, realizado por Ryan Murphy (el reconocido director de cine y televisión estadounidense), presenta una mini trama que se irá llevando a cabo canción tras canción sin desarrollar absolutamente nada ni a nadie. Los personajes que este film presenta caen en un cliché espantoso y de mal gusto sobre la personalidad que una “celebridad” debe poseer; glamour, purpurina, y accesorios extravagantes son los ingredientes utilizados por el realizador para dar vida a unos personajes totalmente lineales y opacos.
Y la verdad es que sin ir más lejos cada uno de ellos han sido creados para dibujar la manera adecuada de brindar el mensaje políticamente correcto que hay detrás de la película, el cual resulta ser la aceptación total de la sexualidad de cada uno.
Pero Murphy en este proyecto tropieza sin parar: no consigue la energía que debería transmitir un musical de esta índole, el juego de cámaras no consigue envolver al espectador, y las coreografías o las escenas de baile se ven totalmente mutiladas por el rodaje. Las actuaciones de Meryl Streep y Nicole Kidman pasan desapercibidas debido a la pobreza narrativa que conllevan sus personajes, mientras que el famoso presentador Jamer Corden se pasea por todos los estereotipos gay habidos y por haber provocando así una actuación penosa y para el olvido.
Con respecto al personaje de Emma, Murphy no parece darle el rol de protagonista ya que sus apariciones son una simple excusa para continuar con el mensaje sobre la inclusión de las minorías sexuales. Jamás llegamos a conocerla, no hay construcción alguna. Todo este conjunto de decisiones conlleva a que el tratamiento que esta película intenta darle al problema de la homofobia resulte ser grotesco y descuidado; totalmente ajeno a los conflictos reales que la comunidad LGTBIQ aún sigue padeciendo.
En pocas palabras, El Baile resulta ser un musical falso y terriblemente malo. La inexistencia de recursos básicos me hace dudar si catalogar a este producto como “película”, ya que de cine lo único que tiene es buen presupuesto y un par de celebridades reconocidas, lo demás vaya y pase.
Sin duda alguna estamos frente a una de las peores películas del año y suena irónico que a la hora de predicar la tolerancia, termine siendo totalmente intolerable. Fiasco total.
Título: El Baile.
Título Original: The Prom.
Dirección: Ryan Murphy.
Intérpretes: Meryl Streep, Nicole Kidman, James Corden, Andrew Rannells, Kerry Washington, Keegan-Michael Key, Kevin Chamberlin, Nico Greetham y Jo Ellen Pellman.
Género: Musical.
Clasificación: mayores de 13 años.
Duración: 131 minutos.
Origen: Estados Unidos.
Año de realización: 2020.
Distribuidora: Netflix.
Fecha de Estreno: 11/12/2020.
Puntaje: 1 (uno)