Por Alex Arellano
El viejo refrán de uno cosecha lo que siembra no siempre tiene correlación con la vida misma. Cada persona es uno y sus circunstancias, las que forjan el carácter, la personalidad, las huellas y heridas que va dejando el recorrido transitado. En La reina desnuda se muestra cabalmente cómo repercuten las decisiones tomadas no sólo en quien las toma, sino también en su entorno.
La realización de José Celestino Campusano, director y guionista de la película, es difícil de apreciar en primera instancia, hay que esperar a pasar el primer cuarto de hora para comenzar a vislumbrar el entramado del libreto y hacía dónde busca dirigirse el mensaje. Las claves en torno al mismo se pueden leer desde la marginalidad y los excesos, a simple vista. Sin embargo, a lo largo del film va mostrando aristas más profundas que son las que vale la pena tener en cuenta.
Rodada en Gálvez, provincia de Santa Fe, Argentina, y con actrices y actores locales, la historia muestra situaciones que ocurren en los pueblos pequeños, como todos se conocen entre sí, conocen su pasado y su presente, las historias de vida y los viejos rumores de pasillo que desfilan entre las lenguas de los pobladores.
Si bien en principio parece criticable como desde el primer momento se cae en el cliché de asociar a la gente de pueblo de bajos recursos con los excesos en consumos de drogas y alcohol, esto no escapa de la realidad y ayuda a visibilizarlo, como también el machismo en las sociedades más rurales y como la mujer es vulnerada y vulnerable tanto al hombre como a mujeres.
Durante su casi hora y media de duración, la historia de Victoria cuenta como una mujer ya adulta, lidia con su pasado y su presente que se ven encadenados sin ofrecer salida alguna. Si bien se muestra como una persona fría, distante y hasta hiriente, sin embargo los temores que atormentan a Victoria van a ser la clave para la superación personal.
Desde las actuaciones resulta evidente que Natalia Page, como Victoria, despliega una muy buena labor, sobre todo en algunos pasajes del guion que la ayudan a lucirse. Si bien el resto de los personajes son ampliamente de reparto, ayudan a hacer más fuerte el rol de la protagonista, que al fin y al cabo es la meta que parece transmitir la obra.
Si bien desde lo narrativo, los flashbacks y las situaciones inconclusas complican un poco la comprensión sobre circunstancias de la vida de la protagonista, todo lo relativo al presente ayuda para crear la empatía necesaria tanto con ella como con otros personajes que van surgiendo a lo largo de la realización.
La reina desnuda es una interesante película para poner en eje diversos tópicos que son tabú en ciertas regiones de la sociedad, y como a su vez son “vox populi”. Si bien no tiene grandes lujos ni tampoco es una súper producción, haciendo foco en el cine independiente y desde su austeridad, ayuda al espectador a sumergirse en los terrenos que uno piensa que conoce, pero narrados desde la perspectiva de la causa y la consecuencia y ese es el punto de partida para eliminar los prejuicios y pensar en una sociedad más inclusiva.
Título: La reina desnuda.
Título Original: Idem.
Dirección: José Celestino Campusano.
Intérpretes: Natalia Page, Dolores Moriondo, Alek Molnar, Joaquín Colombo, Franco Ganuza, Sergio Darío Luna Molina, Norma Ana Zeiter, Victoria Rolando González y Juliana Montecchia.
Género: Drama.
Clasificación: no disponible.
Duración: 90 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: CineBruto.
Fecha de Estreno: 16/02/2023.
Puntaje: 5 (cinco)