Por Sergio Dobosz
El film se basa en una novela inspirada en hechos reales: los acaecidos en la localidad estadounidense de Point Pleasant en 1966. La noche del 15 de noviembre de ese año, dos jóvenes matrimonios circulaban en un coche por los alrededores de esta pequeña ciudad 
del Estado de Virginia Occidental cuando vislumbraron en las cercanías de una antigua fábrica de municiones, una “figura de apariencia humana, pero más grande”, alada y con unos cegadores ojos rojos. El conductor trató de huir con su coche a una velocidad de 160 kilómetros por hora, pero el extraño ser levantó el vuelo y los persiguió por el aire, a esa misma velocidad, y sin batir las alas. No casualmente, era la época del primer Batman televisivo y un periodista bautizó al extraño ser volador como “Mothman” (hombre polilla). Como suele ocurrir con estos hechos paranormales, en poco tiempo, Point Pleasant se hizo famosa por que todos sus habitantes parecían haber sufrido una experiencia inexplicable de similar o mayor calado que el contacto con el “Mothman”, un ser que saltó a la fama gracias a John A. Keel, periodista que preparaba un artículo sobre ovnis para Playboy en aquellos días. Keel, que acabaría reflejando en la novela que ha servido de origen a la película los hechos que le relataron los habitantes de Point Pleasant, escuchó estas historias –¿para matar el tiempo?– hasta que se produjo una tragedia en un puente de la ciudad. El 15 de diciembre de 1967 se hundía provocando la muerte a 46 personas. Ya no se volvió a hablar del extraño ser. Hasta la película de Pellington.
Contada en esta ocasión como una historia contemporánea, la película presenta a Richard Gere como John Klein, un reportero del Washington Post que, después de la terrible pérdida de su esposa, queda atrapado en una sucesión de extraordinarios sucesos. Klein, por cuestiones del azar, arriba al pueblo de Point Pleasant, en el estado de Virginia y es recibido con cierta mezcla de odio y desconfianza generadas por los inexplicables acontecimientos ocurridos en el lugar. Junto a la jefa de policía Connie Parker (Laura Linney) aúnan sus esfuerzos en la investigación de lo hechos relatados por los ciudadanos acerca de una extraña aparición en sus hogares. Cada paso de la investigación, su idea de lo que pasa en realidad va cambiando, aproximando así sus proféticos sueños a una real y eventual catástrofe.
En reglas generales El mensajero de la oscuridad funciona bien como un thriller con un tono netamente paranormal. Los hechos que enfrentan los protagonistas contienen los clichés conocidos del género -un teléfono que suena aún estando desconectado- hasta lo destacablemente siniestro e intrigante. Richard Gere y Laura Linney, enfrentados a un argumento que pone a prueba la credulidad del público, retratan a sus personajes basándose en su humanidad y no en los arquetipos que representan; es decir, ambos no son definidos por sus ocupaciones sino por su auténtica personalidad, lo que agrega gran realismo a una película que de por sí lo necesita por lo extravagante de su temática. El guión logra mantener el misterio durante todo el film –cuestión que es para destacar– pero lamentablemente concluye en una postura melancólica y confusa.
La gran virtud del film de Pellington es sin lugar a dudas el mantener oculta la amenaza,
integrándola en el ambiente y no tangibilizándola más allá de los dibujos atormentados de quienes dicen haber visto a Mothman. De esta forma, se obtiene un efecto más envolvente que prolonga el misterio más allá de un insípido monstruo babeante o sanguinolento que, difícilmente a estas alturas hubiera podido sorprender a los ojos del espectador; a su vez, se redondea el efecto con la utilización continua de primeros planos muy cerrados que catalizan la sensación de desazón ante lo que puede sobrevenir ante la cámara en cualquier momento.
A pesar de no innovar en nada ni aportar una visión del tema especialmente interesante (la idea de las premoniciones catastróficas la hemos visto muchas veces en el cine), el film no aburre y se deja ver, denotando un esfuerzo por encajar en su guión algunas piezas que a pesar de lo atropellado y excesivamente recurrente de la parte final, al menos la colocan algo por encima en ambición de otros frutos hollywoodenses recientes de su género como la decepcionante Poseídos o la irregular Premonición.
Título: El mensajero de la oscuridad.
Título Original: The Mothman Prophecies.
Dirección: Mark Pellington.
Intérpretes: Richard Gere, Laura Linney, Will Patton, Debra Messing, David Eigenberg, Alan Bates, Lucinda Jenney, Bob Tracey, Tom Stoviak, Bill Laing, Yvonne Erickson y Ann McDonough.
Género: Terror, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 119 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Nu Visión de Argentina.
Fecha de Estreno: 12/09/2002.
Puntaje: 6 (seis)
