Por Juan Blanco
En el cine de terror existen dos formas de burlarse del miedo: una sería la intencional y la otra, por el contrario, la accidental. La primera se suele dar a través de la sátira o la parodia, donde los códigos del género se miran al espejo buscando el reflejo de aquel añejo lugar común para crear su cometido: reírse “con” el espectador (véase las Destino final, o bien las Scream). Esto no asusta, o mejor dicho, no conlleva a sentir el pavor que promete el género desde su mismo título. Pero tampoco resulta un inconveniente, en tanto las intenciones y la propia conciencia sobre lo que se quiere contar, y sobre cómo se lo quiere contar, de seguro habrán de promover más a la risa despreocupada que a la ofensa ante la carencia del bien ponderado susto; no en vano este es el terror de moda, y al parecer promete ser perdurable.
Pero después está el otro caso: ese cine de terror tratado con una mortal dosis de ignorancia, que incurre en esos lugares comunes antes mencionados pero sin la más mínima perspicacia, sin conciencia sobre su naturaleza o de cómo jugar con ella, pretendiendo llegar a un terrorífico puerto con una seriedad fuera de moda. Estos casos siempre habrán de naufragar en tanto no lleguen al espectador con una sustancial cuota de sorpresas, y al menos otra de pura atmósfera (las bases del género). Y hablando de naufragios -y sin poder obviar el chiste fácil-, este segundo sería el caso de Barco Fantasma, la última falla de la factoría Zemeckis y compañía.
Barco Fantasma es un film de la Dark Castle Entertainment, una productora con espíritu de clase B (paradójicamente millonaria) dedicada al cine de terror y fundada por Robert Zemeckis y Joel Silver con la intención de homenajear, siempre dentro del género, al Hollywood clásico. Sin ser un detalle menor, este tratamiento metadiscursivo dentro del cine de terror habría de condicionar a cada uno de sus proyectos a la búsqueda del divertido recuerdo de aquel cine de sustos que una vez fue, y que ahora gracias a la tecnología de punta puede volver a ser, más estilizado, cierto, más utilitario, desde ya, pero ciertamente redundante y fechado; y he aquí el inconveniente. Barco Fantasma, al igual que los otros títulos de la firma (La casa de la montaña embrujada, 13 Fantasmas), parecen atados a toda su tradición y ambicionan a llegar, como en aquel entonces, a generar el temor de antaño con trucos más viejos que el cine mismo, promoviendo al tedio y a la risa no premeditada con cada costoso golpe de efecto. No se trata de una vista hacia atrás con perspectiva, sino de una simple repetición de fórmulas sin compromiso ni conciencia alguna.
Distinto sería tratar de concebir un film de horror y/o terror sobrio e inteligente, como todavía de tanto en tanto se demuestra que se puede (el caso de Jeepers Creepers, Sexto sentido o Los otros). Pero el problema puntual de Barco Fantasma es que no arriesga a nada; no se juega ni por una cosa ni por la otra. No es una propuesta meditativa sobre el género desde afuera, ni tampoco una revelación dentro del mismo. No es más que una película menor llena de truculencias que no sabe cómo tomar las riendas de sus propios demonios, ni tampoco inspirarse con gracia en los sabios del género que una vez supieron domar los suyos (de William Castle nada más tiene parte del nombre de su productora).
Sólo resta apuntar que se trata de un barco con muchos fantasmas derrochando ectoplasma y al acecho de un grupo de cazarecompensas marítimos; y que, por supuesto, está cargada con mucho efecto visual y de sonido. No creo poder hacer mucho más para ayudarlos, salvo contarles que la película sí tiene algo digno y hasta antológico: la secuencia del comienzo…
Título: Barco fantasma.
Título Original: Ghost Ship.
Dirección: Steve Beck.
Intérpretes: Gabriel Byrne, Julianna Margulies, Ron Eldard, Desmond Harrington, Isaiah Washington, Alex Dimitriades, Karl Urban, Emily Browning y Francesca Rettondini.
Género: Terror.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 91 minutos.
Origen: EE.UU./ Australia.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 19/06/2003.
Puntaje: 3 (tres)