Por Omar Tubio
Cuenta la leyenda que la actriz Sean Young (Sin salida) se presentó en un set de filmación vestida como Gatúbela para, de esa manera, convencer al director que ella era la más indicada para cubrir ese rol. El hombre en cuestión era nada menos que Tim Burton y el casting se realizaba para el film Batman vuelve (1992). Annette Bening fue finalmente la elegida, pero gracias a Warren Beatty y su pasión por embarazarla año tras año terminó siendo sustituida por Michelle Pfeiffer. El film fue un verdadero éxito en todo sentido y Burton fantaseó por un tiempo con la idea de hacer con el personaje de la mujer gato su próximo proyecto, con la Pfeiffer repitiendo el papel.
Los años pasaron y cada uno de ellos siguió por otros rumbos hasta que a algún pope de la industria, viendo los resultados económicos de los cómics llevados a la pantalla en los últimos años, se le ocurrió resucitar al personaje. Michelle Pfeiffer ya no daba por la edad y Ashley Judd dijo que no (¿habrá leído el guión antes?), por lo cual la oscarizada Halle Berry se calzó el traje (y lo bien que le queda!!!) y encima firmó para una probable secuela. La
dirección se le encargó al francés Pitof, célebre en Europa gracias a Vidocq (que aquí salió directo en video), con la idea de darle cierto vuelo a la imagen y a la puesta en escena, mientras que el guión… bueno, mejor dejémoslo ahí.
Gatúbela, como todos sabemos, pertenece a la galería de villanos de un personaje mayor llamado Batman, del cual forman parte otros notables como el Guasón, el Pingüino y el Acertijo. La idea de desprenderla de ese universo requería de una historia por lo menos original y que justificara su inserción en otro engranaje. Porque como ella misma dirá en el pasaje final del film: “No seré una heroína, pero tampoco una asesina”. Entonces que es? Como villana le está faltando su contraparte (basta ver esa joya de Shyamalan llamada El protegido para entender de lo que hablo), y como justiciera del bien resulta poco creíble dada su propia iconografía. De todas maneras este dilema no preocupó demasiado a los cerebros escribientes y crearon una especie de vengadora de su propia muerte inmersa en el submundo de la cosmética, donde la cara del mal la pone Sharon Stone (haciendo como nunca antes honor a su apellido) y la cuota erótica/romántica está dada por Benjamin Bratt, con resultados por lo menos risibles.
Digámoslo con todas las letras… Gatúbela falla por los cuatro costados (si es que tiene cuatro) y no hay un ítem que salga airoso. La historia tiene huecos por donde se la mire, es aburrida, los efectos digitales son de terror a pesar de los millones invertidos en ellos, los actores no pueden estar peor y el director franchute la dirigió por correspondencia. Así las cosas, pensar en una secuela suena como una total locura. Pero en Hollywood todo es posible.
Título: Gatúbela.
Título Original: Catwoman.
Dirección: Pitof.
Intérpretes: Halle Berry, Benjamin Bratt, Sharon Stone, Lambert Wilson, Frances Conroy, Alex Borstein, Michael Massee, Byron Mann, Kim Smith, Christopher Heyerdahl, Peter Wingfield, Berend McKenzie y Chase Nelson-Murray.
Género: Basado en cómic, Acción, Crimen, Fantasía.
Clasificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 23/09/2004.
Puntaje: 2 (dos)
