Por Juan Blanco
Entre mediados del año pasado y comienzos de este 2005 la distribución para el cine de terror en nuestro país cambió de manera notable; algo que se inició hace un poco más de tiempo con La Llamada y la legión oriental de fantasmas. Mientras que antes el grueso de los filmes de terror no gozaban de una exhibición en salas, a menos que fueran realmente importantes o con estrellas de renombre, ahora despertó una fiebre de truculencia adolescente que permitió ver en un cine, por ejemplo, títulos como La casa del espanto o Barco fantasma, dos despropósitos del género que hace dos años habrían muerto en una góndola de video o, peor aún, en el cable. Pero los tiempos cambiaron y esas películas de terror intrascendentes que soñaban con una pantalla de cine ahora se estrenan comercialmente y en cadena. Las hay muy buenas (La séptima víctima), buenas (1000 cuerpos), apenas correctas (Camino hacia el terror) y muy malas también (La casa del espanto se lleva las palmas, lejos), pero ese no es el punto. Lo concreto es que en nuestro país ya no existe un criterio de distribución reconocible para estos proyectos; se estrenan y punto. Algo tan loable por parte de las distribuidoras locales, ya que supone una menor discriminación para productos generalmente subestimados, como también cuestionable desde el punto de vista cualitativo, ya que parecería que cualquier película que predique sustos y gore merece un estreno comercial, cuando no es así.
Boogeyman, una película sobre el cuco, hombre de la bolsa o bien monstruo del armario, no justificaba un estreno en salas, y mucho menos la campaña publicitaria que bombardeó la capital en los últimos dos meses. No al menos considerando que hace poco más de un año se editó directo en video un film con temática similar e infinitamente superior en calidad, llamado en EE.UU. Darkness Falls y acá rebautizado como En la oscuridad de la noche. Para el caso, ambos títulos tratan sobre dos cuentos folklóricos (en Darkness… era el Hada de los dientes pero maldita y en Boogeyman es el cuco del armario), con monstruos que atormentan a un niño desde su infancia hasta el obvio enfrentamiento definitivo en su adultez. En el camino, ambas películas ofrecen el eterno desfile de los mil golpes de efecto, trucos digitales varios y acción por doquier. Pero a diferencia de Darkness Falls, que contaba con la Industrial Light and Magic para los efectos especiales, una producción bastante generosa y un director con competencia suficiente para hacer de un guion conocido una poderosa montaña rusa, Boogeyman cuenta con la realización del insulso Stephen Kay, el responsable de la invisible Get Carter (o El implacable) de Stallone, y mucha menos plata (o al menos eso parece) para el despliegue de producción.
En su película, Kay apenas logra resolver pequeños momentos aislados del relato con un vértigo al mejor estilo Evil Dead (y siendo San Raimi el productor de la película “la influencia” no es precisamente un detalle menor ni mucho menos accidental), pero en su conjunto el film no funciona; al menos no como se pretendía que lo hiciera. Kay confunde constantemente suspenso con tiempos muertos que estancan la acción, al miedo con los eternos sobresaltos perpetrados por el audio y, como si faltaran detalles en contra, también confunde folklore con lugares comunes. Para colmo, el hombre de la bolsa no es tal cosa, sino más bien el producto de un CGI barato que se pone en evidencia en el final, justo donde la película parecía querer levantar algo de vuelo.
Para cuando Boogeyman culmine, probablemente a uno lo asalte el dilema entre lamentarse por la decepcionante película de terror que no lo asustó, o bien hacerlo por la pérdida del dinero que podría haberse invertido en un programa menos indigno. Para el caso, siempre hay cosas peores de las que lamentarse, como La casa del espanto…
Título: Boogeyman: El hombre de la bolsa.
Título Original: Boogeyman.
Dirección: Stephen T. Kay.
Intérpretes: Barry Watson, Emily Deschanel, Skye McCole Bartusiak, Lucy Lawless, Victoria Mussett, Robyn Malcolm y Charles Mesure.
Género: Terror.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 89 minutos.
Origen: EE.UU./ Nueva Zelanda/ Alemania.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 28/04/2005.
Puntaje: 4 (cuatro)