Por Emiliano Fernández
Misión Babilonia (Babylon A.D., 2008) es un despropósito cinematográfico, una incoherencia mayúscula que no deja de sorprender desde el inicio hasta el desenlace. Pocos lo saben y a casi nadie le debe interesar, pero su director, Mathieu Kassovitz, fue alguna vez responsable de una de las mejores películas de los ’90, la extraordinaria El Odio (La Haine, 1995). Nunca faltará quien lo defienda esgrimiendo el argumento de que batalló contra la Fox para imponer su corte de dos horas y media en vez de estos lamentables 90 minutos, aunque no podemos pasar por alto la sonsera increíble del francés. La realidad es una sola y no admite muchos giros. El tipo se metió en un mega-proyecto de ciencia ficción y encima con el “orangután amaestrado” de Vin Diesel en el papel estelar… ¿Y ahora se pone a llorar en los medios de comunicación porque le trituraron el film?
La excusa para este compilado berreta de escenas de acción involucra a un mercenario (Diesel) al que contratan para trasladar a una mujer desde Rusia a Estados Unidos. Por supuesto que un par de sectas de chiflados desparraman artillería pesada sobre los protagonistas. El guion tiene tantos baches y pasos en falso que uno no puede más que sentir pena por la presencia en roles secundarios de profesionales del calibre de Gérard Depardieu, Charlotte Rampling y Michelle Yeoh. El inconveniente principal, el que genera más incomodidad, es la certeza de que no había forma de rescatar al barco del desastre. Ni un montaje serio o un mínimo desarrollo narrativo salvarían a esta copia bastarda de Niños del Hombre (Children of Men, 2006). La confusión es tal que personajes centrales entran y desaparecen en un suspiro, dejando en el camino decenas de preguntas y detalles varios.
Kassovitz nunca había caído tan bajo hasta el presente fiasco. Los ríos de color púrpura (Les rivières pourpres, 2000), de hecho, fue un gran thriller, aunque En compañía del miedo (Gothika, 2003), su realización anterior, ya dejaba bastante que desear. Parece que por fin se desayunó con algunas de las tristes verdades detrás de la industria: hay que redondear productos ágiles, no querer sobresalir más que la “estrella” de turno y por sobre todo aflojar con la tendencia de gastar y gastar en una producción grandilocuente. El francés no sólo se peleó con los ejecutivos del estudio, también chocó con Vin “cabeza de martillo” Diesel y se pasó groseramente de presupuesto. Sobrevuela la sensación de que su compatriota Luc Besson, por poner un ejemplo, hubiese construido un tanque simpático y menos conflictivo; recordemos la similar El Quinto Elemento (The Fifth Element, 1997).
No siempre debemos echar toda la culpa a los palurdos de Hollywood y sus estúpidas sentencias. Hay casos en los que el divismo de los participantes directos pesa más como condición determinante. En Misión Babilonia confluyen la auto-indulgencia de Kassovitz, la incapacidad absoluta de Diesel y una historia de un “Mesías camuflado” que de tanto repetirse ya cansa. El final rankea con tranquilidad entre lo peor del año: es literalmente un resumen de 5 minutos de lo que en la versión original fueron más de 20. La película ni siquiera funciona en tanto propuesta pasatista, apta para obtusos todo terreno y/o amantes trasnochados de aquella súper acción de los ’80. Las secuencias que nos presentan combates y persecuciones son muy cortas y carecen de imaginación. Hoy nada excusa a este tipo de cine, ningún “lo que pudo haber sido” levanta semejante mamarracho…
Título: Misión Babilonia.
Título original: Babylon A.D.
Dirección: Mathieu Kassovitz.
Intérpretes: Vin Diesel, Michelle Yeoh, Mélanie Thierry, Charlotte Rampling, Lambert Wilson, Gérard Depardieu, Mark Strong, Jérôme Le Banner, Radek Bruna, Abraham Belaga, Joel Kirby, David Belle.
Género: Ciencia-ficción, Drama, Acción.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 90 minutos.
Origen: Reino Unido/ Francia/ EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Fox.
Fecha de estreno: 04/09/2008.
Puntaje: 2 (dos)
El staff opinó:
–Una distopía caótica pero no precisamente por el contexto sino por una trama absurda y muy deudora de Niños del hombre. No creo que Vin Diesel tenga toda la culpa pero habría que ver cuál fue el corte del director para sacar mejores conclusiones. Lo que se ve en pantalla es lamentable…– Pablo E. Arahuete (2 puntos)
–El tiempo ha puesto en su lugar a Mathieu Kassovitz: de toda su filmografía lo único rescatable es El odio. Misión Babilonia fue masacrada por los ejecutivos de la Fox en la sala de montaje y sus agujeros narrativos son tan grandes que termina siendo fagocitada sin remedio. La historia presenta muchos puntos en común con Niños del hombre y ninguno de sus aciertos. El pelado Vin Diesel, al borde del abismo… y encima se viene Rápido y furioso 4. Sálvese quién pueda!!!– Diego Martínez Pisacco (2 puntos)
