Por Marcos Rodríguez
No es común que haya tanto sexo en una comedia romántica, género que se supone destinado a un público femenino eternamente enternecido por las historias de cómo las parejas (a pesar de todo lo que parece ir en su contra) terminan felizmente juntas. De 
hecho, estas comedias románticas normalmente no tienen nada de sexo y con sus elipsis “de buen gusto” parecen negarlo. Zack y Miri hacen una porno, en cambio, lo muestra todo, lo dice todo y va un poquito más allá. En ese sentido podríamos decir que es una anti-comedia romántica.
Desde el principio nos damos cuenta de que este no va a ser otro de tantos productos hollywoodenses: el pueblo nevado, el departamento mugroso, el auto oxidado, esa rutina para despertarse hablan de un ambiente muy real y muy concreto, al que parecen escaparle los productores de California. Zack (Seth Rogen, uno de los más brillantes comediantes jóvenes de Estados Unidos, a quien posiblemente recuerden de Virgen a los 40, Ligeramente embarazada, Piñaexpress y un secundario en la gran Supercool, la cual también escribió) y Miri (Elizabeth Banks, muy buena actriz, hasta ahora injustamente relegada a papeles secundarios) son dos amigos que comparten departamento en un pequeño pueblo de Pittsburgh, una especie de Harry y Sally reactualizados que tras años de vivir juntos no le hacen asco a nada y conocen las intimidades más asquerosas del otro. Estos jóvenes de casi treinta, con sus trabajos terribles, no llegan a pagar las cuentas ni entre los dos. Un día, a punto de que los dejen en la calle, deciden que para cubrir sus deudas van a filmar una porno. Ese es el punto de partida.
El director Kevin Smith, figura prácticamente de culto entre la juventud de Estados Unidos y también la de acá (aunque sea poco conocido para el público general), vuelve a presentarnos algunas de sus constantes: personajes jóvenes que no terminan de crecer, un trabajo muy preciso sobre el guion (que, según algunos, refleja como hablan “los jóvenes
de verdad”) y un fuerte grado de realismo (dos de las actrices de Zack y Miri, por ejemplo, son verdaderas actrices porno).
Hay una gran materialidad en Zack y Miri que la vuelve entrañable y que le permite, además, uno de los chistes escatológicos más asquerosos de los últimos tiempos. Pero no nos engañemos: con todas las tetas que muestra, con la parodia al cine pornográfico, esta es, al fin y al cabo, una comedia romántica y como tal (parecería ser) hay ciertos requisitos que tiene que cumplir. A pesar de un planteo que por momentos simula ser una actualización de la gloriosa screwball de los años ‘30, el último cuarto de la película cede finalmente frente al peso de su propio argumento, las risas disminuyen y pasa lo que era claro que tenía que pasar.
No es una película revolucionaria y en el fondo tampoco muestra tanto (no se trata de una porno, sino de una película sobre gente que quiere filmar una porno), pero para los estándares de Hollywood podría resultar francamente escandalosa y para todos debería resultar una muy buena comedia.
Título: Zack y Miri hacen una porno.
Título original: Zack and Miri Make a Porno.
Dirección: Kevin Smith.
Intérpretes: Seth Rogen, Elizabeth Banks, Jason Mewes, Gerry Bednob, Traci Lords, Katie Morgan, Craig Robinson, Tom Savini, Jeff Anderson, Brandon Routh, Justin Long, Anne Wade y Jennifer Schwalbach Smith.
Género: Comedia, Romance.
Calificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 101 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: SP Films.
Fecha de estreno: 27/08/2009.
Puntaje: 8 (ocho)
