Por Aleix Sales, corresponsal Cine Nueva Tribuna, España
En plena transformación de modelos de vida –especialmente en Occidente-, en el que la incertidumbre en la estabilidad vital y la globalización han acentuado la movilidad y generado nuevos perfiles como los “nómadas digitales”, Disney plantea una aventura en la 
que, dentro de sus temas, contrapone el sedentarismo con la itinerancia. Este enfrentamiento es vehiculado mediante el linaje familiar de los Clades, en el que Searcher es un feliz granjero que ha aprendido a conllevar durante 25 años la ausencia de su padre, Jaeger, un intrépido explorador que se perdió en una expedición.
Como vértice que no sabe dónde decantarse, está el hijo de Searcher (y nieto de Jaeger), Ethan, un adolescente que empieza a salir del nido. Sin dictar ningún tipo de sentencia, el punto de vista de Disney empuja a conocer y experimentar para luego apostar por lo que llena más a uno. Como se puede apreciar, el vitalismo y el moralismo bañan, como es habitual en la marca, un conjunto en el que la familia vuelve a ser el núcleo central de su historia, un leitmotiv bien presente en una última década en la que han facturado la saga Frozen (2013 y 2019), Moana: Un mar de aventuras (2016) o Encanto (2021).
Esta vez despojándose de cualquier nota musical cantada, Un mundo extraño aborda la problemática de una estirpe separada a través de una trama paternofilial de tolerancia y aceptación mil veces explorada protagonizada por unos personajes diseñados con plantilla y carentes de un poso realmente genuino que los haga trascender al panteón de la compañía del ratón. La caracterización, tanto física como psicológica, recuerda demasiado a otros títulos -la misma Encanto, por ejemplo- y, más allá de la normalización en el tratamiento de las diversidades sexoafectivas, no ofrece nada verdaderamente insólito ni a la altura del fascinante mundo que han creado.
Porque, eso sí, el diseño de producción concentra toda la imaginación y gracia que han
descuidado en otros aspectos, haciendo gala de solvencia técnica y gusto estético, en unos escenarios que casi funcionan como una previa para abrir boca ante la vuelta a los lugares de Avatar el mes que viene.
No obstante, la grandeza y las múltiples posibilidades del espacio no son aprovechadas por su aventura de trasfondo ecologista que, aun brindando algún giro o sorpresa resultona que dialoga con títulos como Viaje fantástico (Richard Fleischer, 1966), se conforma con esquematismos y desarrollos usuales. Por ejemplo, en todo el metraje no hay ninguna secuencia de acción memorable que rinda pleitesía a los estímulos de su entorno, así como tampoco condimenta con fuerza las distintas set pieces que llevan a un objetivo sencillo y claro.
Como otras veces ha sucedido, Un mundo extraño es ese Disney de golosina pomposa y apetecible, irresistible por los ojos, pero cuyo gusto sabe a una fórmula de fresa básica. Un mundo mucho más convencional de lo que se cree con su aspecto.
Título: Un mundo extraño.
Título Original: Strange World.
Dirección: Don Hall, Qui Nguyen.
Voces en inglés: Jake Gyllenhaal, Jaboukie Young-White, Gabrielle Union, Dennis Quaid, Lucy Liu, Karan Soni, Alan Tudyk, Adelina Anthony, Abraham Benrubi y Jonathan Melo.
Género: Animación, Aventuras, Acción.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 102 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Buena Vista – Disney.
Fecha de Estreno: 24/11/2022.
Puntaje: 5 (cinco)
