Por Iara Reboredo
Buenas noches es una película que ofrece una dosis precisa de comedia negra, absurdos y una inesperada trama de tensión que se va desarrollando en medio de la noche porteña. Dirigida por Matías Szulanski (Pendeja, payasa y gorda; Astrogauchos), la película narra la historia de Laura, una joven que viaja desde Río de Janeiro a Buenos Aires para visitar a su tía, pero una serie de inconvenientes y malentendidos la empujan a pasar la noche sola en una ciudad que, al igual que ella, parece estar fuera de lugar.
Uno de los puntos más interesantes de la película es la elección de Rebeca Rossato como protagonista, quien, sin formación actoral previa, encarna a Laura con una naturalidad que no deja de sorprender. Su actuación transmite una mezcla de desconcierto y resiliencia que encaja perfectamente con la propuesta de la película: una mujer que se enfrenta a la absurdidad sin perder su compostura. Su interpretación es un valor agregado que, aunque inesperado, otorga a la historia una autenticidad difícil de conseguir en esta clase de proyectos.
El elenco se complementa con personajes bastante sospechosos, pero no inusuales; no quiero entrar mucho en estos detalles, es preferible verlo. La mezcla de situaciones y personajes extraños crea una atmósfera de inexactitud, donde las expectativas son constantemente desafiadas, manteniendo la intriga y la atención al margen.
Puedo decir que el guion se la juega, nos lleva a un recorrido por los rincones más inusuales de la ciudad, desde encuentros con personajes excéntricos hasta situaciones inverosímiles. A nivel narrativo, la película no teme mezclar géneros: lo que comienza como una comedia ligera, más adelante se convierte en un juego oscuro, donde la absurdidad se vuelve peligrosa. Aunque algunos podrán encontrar que este cambio tonal afecta el ritmo, la propuesta se mantiene interesante, gracias a su atrevimiento. La noche porteña, como espacio de desconcierto y de azar, se convierte casi en un personaje, demuestra carácter, una ciudad vibrante, pero también siniestra, alejada de las referencias turísticas.
Creo que el mayor mérito de Buenas noches radica en su capacidad para equilibrar lo ridículo con lo dramático, sin perder nunca de vista el impulso creativo del director, que se arriesga a salir de los límites tradicionales del cine argentino. Si bien la película podría haber mantenido más tiempo su tono cómico, el giro hacia lo oscuro y la mezcla de géneros suman bastante.
Sobre lo técnico y visual, no tengo mucho para decir. Es una película bastante sencilla, pero funciona, no tiene mucha complejidad dentro de la composición de planos, y logra que los hitos se entrelacen de manera que no se sienta pesada de ver. Otro punto a favor es que no tiene una duración muy extensa, eso facilita la apreciación y no sobrecarga el proyecto.
Si bien Buenas noches no es un proyecto que resuene, sí creo que tiene su ingenio, y merece reconocimiento. Es una película audaz, que se toma su tiempo para explorar la ciudad de Buenos Aires a través de la mirada de su protagonista y sus vivencias. Logra destacarse por su originalidad dentro de lo básico, su sentido del humor peculiar y la promesa de un director dispuesto a arriesgar y experimentar.
Título: Buenas noches.
Título original: Idem.
Dirección: Matías Szulanski.
Intérpretes: Rebeca Rossato, Tamara Leschner, Sofía Siniscalco, Germán Baudino, Franco Stellatelli, Anamá Ferreyra y Abril Boruchowicz.
Género: Comedia, Intriga.
Calificación: Apta para mayores de 13 años.
Duración: 91 minutos.
Origen: Argentina.
Año de realización: 2024.
Distribuidora: Independiente.
Fecha de estreno: 27/02/2025.
Puntaje: 6 (seis)