Por Omar Tubio
La película ganadora de cuatro Oscars en la última entrega (incluida mejor film) es un discreto trabajo de Ron Howard, quien se destaca justamente por eso, su discreción . Sus películas son prolijas, amables, se dejan ver con agrado pero no generan una gran admiración y nunca serán una obra maestra. Apolo 13, El diario, El rescate (a mi juicio la más rescatable), Ed TV, Llamarada, por nombrar algunas son ejemplo de esto.
Aquí se trata de la biografía de John Nash, un matemático que ganó el Premio Nobel pese a tratarse de un enfermo esquizofrénico-paranoico. La historia comienza desde su juventud
en la Universidad donde inicia sus primeras teorías hasta la obtención del preciado premio. En el medio asistimos con lujo de detalles a la lucha emprendida por Nash contra su enfermedad, asistido por su bella esposa, quien cumplirá un importante rol en la batalla. Y es así como el foco se centra en los pormenores de la decadencia física y mental del buen hombre y no en sus logros científicos o en explicar con mayor detalle cuáles fueron sus aportes y teorías. Esto queda esfumado por el peso de lo que realmente le interesa a Hollywood, que es la lucha de un hombre contra la adversidad y finalmente el triunfo de la perseverancia.
Russell Crowe realiza una esforzada labor como Nash y sale airoso de tal prueba, y Jennifer Connelly además de muy bella demuestra ser buena actriz. En fin, un Oscar previsible frente a películas mucho más valiosas como El señor de los anillos o Moulin Rouge.
Título: Una mente brillante.
Título Original: A Beautiful Mind.
Dirección: Ron Howard.
Intérpretes: Russell Crowe, Jennifer Connelly, Ed Harris, Paul Bettany, Adam Goldberg, Judd Hirsch, Christopher Plummer.
Género: Drama, Biopic.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 135 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2001.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 21/02/2002.
Puntaje: 6 (seis)
