Por Sergio Dobosz
Durante su infancia en el Sur del Bronx, el guionista y director Franc Reyes vivió el dinero rápido y el estilo de vida aparentemente lleno de glamour del mundo de la droga. En Imperio, que rodó en el mismo barrio en el que se crió, Reyes describe el esplendor del dinero rápido, pero también es rápido al mostrarnos las consecuencias brutales, inmediatas e inapelables de la vida de un gánster. El film retrata una vida dentro del mundo de la venta de drogas, en el “punto de venta” mismo. Mientras que otras películas examinan el tráfico a mayor escala, Imperio nos muestra las vidas de los “minoristas”, quienes viven día a día con el peligro que representan las luchas por territorio, los policías y las traiciones internas.
El film comienza con el antihéroe de Reyes, Víctor Rosa (John Leguizamo), y su banda, Jimmy (Vincent Laresca), Chedda (Traes) y Jay (Rafael Baez), mostrada como su gran familia. Todos se han hecho ricos dominando su territorio, pero están unidos por algo más que el dinero. Al empezar la historia, Víctor Rosa está en la cresta de la ola, pero cuando uno de sus rivales le atina un disparo en la calle, Rosa se percata de repente de sus limitaciones y de su mortalidad. El hecho hará que Victor decida relacionarse, gracias a una amiga de su novia (Denise Richards), con un conocido inversionista de Wall Street (Peter Saarsgard) y así retirarse del hampa con la idea de invertir sus ganancias en negocios lícitos.
Reyes no sólo nos muestra el lado oscuro, sino que además busca marcar los rasgos de identidad de lo latino en esta comunidad, y va más allá del estereotipo del gueto. Esta aproximación es muy personal en más de un aspecto, como latino, cree además tener la responsabilidad de contar la historia con toda su complejidad. El estilo de vida de un “dealer” está lleno de glamour, pero además está rodeado de violencia y de peligro. El acercamiento de los locales nocturnos más imponentes, apartamentos espectaculares y restaurantes de moda de Manhattan y Wall Street con los barrios bajos, duros y a menudo peligrosos del Bronx, refleja la realidad de una ciudad y de un país en los que el dinero representa el éxito final y la búsqueda que une a unos y a otros. Lamentablemente el film no trata de bajar más a detalle; elude jugarse en medir fuerzas entre las dos “estilos de conducta” en su incontrolable y desmedido afán monetario (viene a mi mente citar la genial De mendigo a millonario de Landis); tal vez, los códigos de los gurúes de las finanzas sean más implacables, poderosamente más redituables y menos “visibles” que los gansteriles.
Por ello, Imperio se condensa en una estructura básica y que en gran parte de la mecánica narrativa parecen estar basados en Scarface, la magistral obra de Brian DePalma; más bien parece una versión condensada y simplificada de aquella joya del género de gánsters. Se puede decir que es un aceptable thriller criminal, que examina con demasiado optimismo y simpleza un estilo de vida peligroso y deprimente. Por otro lado, si bien resulta entretenido, ciertamente, pierde en lo realista (difícil de digerir la relación de Victor con su novia… ¡universitaria!)
Cuestión aparte es John Leguizamo, quien ha mostrado en muchas ocasiones su vibrante talento como parte de elencos extensos. Ahora que podemos verlo en un papel estelar, y aunque su labor como actor sea impecable, no hay duda que merecería un film con mejor suerte.
Título: Imperio.
Título Original: Empire.
Dirección: Franc Reyes.
Intérpretes: John Leguizamo, Denise Richards, Peter Sarsgaard, Rubén Blades, Sônia Braga, Isabella Rossellini, Delilah Cotto, Anthony ‘Treach’ Criss, Fat Joe y Rafael Báez.
Género: Drama, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 90 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 10/04/2003.
Puntaje: 5 (cinco)