Por Juan Blanco
De tanto en tanto llegan películas cuyo difícil abordaje hace a cualquier crítico, cinéfilo o simple aficionado al cine arrepentirse seriamente de tal profesión, fanatismo o afición. Películas no necesariamente complejas o desbordantes de información, ni mucho menos plagadas de ideas difícilmente procesables, por ricas; eso sería todo un idilio. En realidad, me refiero a títulos cuya intrascendencia y total carencia de estímulos hacia el espectador, obligan al crítico a buscar (o más bien a inventar) elementos sustanciales para poder decir, o al menos intentarlo, algo relativamente relevante sobre esa masa de insustancialidad.
En fin, Canguro Jack es uno de esos casos malditos; uno donde las fórmulas de la screwball comedy están todas apiñadas con descuido, en lugar de conjugadas con ingenio y respeto. Se trata de una comedia de enredos orientada hacia el público infantil, cuyo punto de partida es la pérdida de un paquete con 50 mil dólares en el medio del desierto australiano, y nada menos que en manos (o en los bolsillos) de un canguro apodado Jack. Desde ya, pasan algunas cosas antes de tal pérdida, dando origen a la anécdota que nos ocupa, pero lo concreto es que dos ladronzuelos de un cuarto de pelo irán tras el adinerado canguro de campera roja, hasta conseguir el paquete que le perdieron a la mafia. Cómo, cuándo y por qué serán detalles sin importancia ni causalidad. Fin de la historia.
Canguro Jack es un producto chato y desganado más, de esa cada vez mayor porción de Hollywood polarizada, sin jugo, en tanto en él la búsqueda por los infinitos senderos del humor se encuentra reemplazada por la haragana tarea de reciclar chistes viejos y lugares harto conocidos dentro de aquel maravilloso género, y para colmo con cero tacto. Como si fuera poco, hay miles de rasgos de cartoon sin siquiera la mitad del sano delirio de las tiras cómicas (por ejemplo, hay mucho Correcaminos pasado por alto y algunos guiños -al pedo- obligados a los dibujitos de la Warner), entre otras cosas porque el parco canguro es cien por ciento real, no habla ni se comporta como un caricatoon, y porque el peso de la historia descansa en los hombros de los dos protagonistas humanos. Así, en lugar de arriesgar Canguro Jack se pierde a su público tras ofrecer un relato desorientado, demasiado serio para los chicos y excesivamente infantil para el resto, eso es lo cierto. Y todo excusado tras la rigidez de un elenco poco funcional, en su gran mayoría, cuando no desperdiciado en algún porcentaje menor (camea lastimosamente de a ratos Christopher Walken).
En limpio, no resta más que sugerir (porque aconsejar es para los viejos sabelotodo, y yo soy un simple joven sabenada) prudencia al lector al momento de la elección (que algunos no tuvimos) en las salas; sacar o no sacar para esta, ese será el dilema que les regalo.
Título: Canguro Jack.
Título original: Kangaroo Jack.
Dirección: David McNally.
Intérpretes: Jerry O’Connell, Anthony Anderson, Estella Warren, Michael Shannon, Dyan Cannon, Bill Hunter, Marton Csokas y Christopher Walken.
Género: Aventuras, Comedia, Crimen.
Calificación: Apta para todo público.
Duración: 89 minutos.
Origen: EE.UU./ Australia.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de estreno: 05/06/2003.
Puntaje: 2 (dos)