Por Luis Pietragalla
El marco es la Cuba de hoy, con sus problemas de escasez y de falta de horizontes para la mayoría de quienes la habitan. Quedaría a la vista la revolución congelada (por culpa del bloqueo de los EE.UU. y de la ineficiencia del propio sistema, que tiene poco de socialista y mucho de capitalismo burocrático de estado). La voracidad y crueldad del vecino americano no debería hacer olvidar su contracara; el resto son globitos de colores.
Tras el colapso de la ex unión Soviética en 1991, el gobierno de Fidel Castro salvó a la isla de su propio colapso a través del turismo, la medicina y los nuevos emprendimientos (búsqueda y hallazgo de petróleo, por ejemplo). Si bien se ablandaron algunos aspectos, otros quedaron presentes, tales como la limitación de la circulación al exterior de sus habitantes. Y la situación económica que apenas mejora para la mayoría de la población. Pero también quedó indemne el buen humor de los cubanos y su musicalidad. Todo esto retrata Habana Blues.
Lo que mejor impresiona de esta película es su sinceridad: se habla sin tapujos de temas (supuestamente tabú en un filme cubano) tales como el tráfico clandestino de lanchas a Miami o de la sensación de ahogo y chatura por estar dentro de la isla, donde no habría esperanzas de poder lograr una (supuesta) vida mejor.
El guión es inteligente y así resuelve las situaciones; sin concesiones ni a la propaganda elemental (de uno y otro bando), ni tampoco recurriendo a lo peor del camino del héroe (al mejor estilo Mel Gibson o del viejo realismo socialista).
La música en el filme es omnipresente, como lo es en la vida cubana. El rock, el rap, la balada, están presentes y conformarán a quienes les gusten. (Lo único a tener en cuenta es elegir una sala con buen sonido, ya que si no se perderá la calidad musical y buena parte de los diálogos.)
Asomarnos un poco a ese país tan vital, ver algo de cómo está ahora y de lo que sienten sus habitantes, es mérito del guionista y director Benito Zambrano. Pero su mayor acierto es apostar a la universalidad del hombre (según sus propias declaraciones), mostrando sentimientos y deseos que comparte con sus congéneres (el deseo de amor, de dignidad, de mejorar sus condiciones de existencia y sus miedos); evita así caer en particularismos anti-universalistas, lo que transforma su Habana Blues en un filme socialista, y paradójicamente en crítico del propio régimen gobernante, el cual le habría otorgado su visto bueno. De allí el título de la película.
Título: Habana Blues.
Título Original: Idem.
Dirección: Benito Zambrano.
Intérpretes: Alberto Joel García, Roberto Sanmartín, Yailene Sierra, Zenia Marabal, Tomás Cao, Roger Pera y Marta Calvó.
Género: Drama, Música.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 115 minutos.
Origen: España/ Cuba/ Francia.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 06/10/2005.
Puntaje: 7 (siete)