Por Luis Pietragalla
Autos, choques, persecuciones, fuertes ruidos de motor, tecno-rock monocorde, alta intensidad sonora envolvente en la sala, puntos de vista poco frecuentes, una carrera montaña abajo seguida por los celulares de sus asistentes (única innovación de esta película), Tokio deslumbrante y un adolescente de 17 años (pero que parece de 25), único joven norteamericano entre tanto japonés, que hace su arco de transformación desde la irresponsabilidad hasta encontrar un sentido al deber y a su vida (aunque no se entiende bien en qué consiste lo que encontró).
En tres palabras, espectáculo, moraleja e inmersión, que son el paradigma del cine mayoritario de hoy (según el texto francés “El cine postmoderno”). Rápido y furioso: reto Tokio cumple esos tres ‘requisitos’.
¿Qué más puede decirse? Si te gustan los autitos y las carreras con la técnica de la ‘patinada’ (derrape en las curvas), andá que ’ta linda. Pero no por eso pierdas de vista lo otro.
Título: Rápido y furioso: Reto Tokio.
Título Original: The Fast and the Furious: Tokyo Drift.
Dirección: Justin Lin.
Intérpretes: Lucas Black, Damien Marzette, Nathalie Kelley, Brian Tee, Sung Kang, Bow Wow, Trula M. Marcus, Zachery Ty Bryan, Amber Stevens, Kaila Yu, Aiko Tanaka y Nikki Griffin.
Género: Acción, Crimen.
Clasificación: Apta para todo público, con reservas.
Duración: 104 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 17/08/2006.
Puntaje: 5 (cinco)
