Por Omar Tubio
¿Quién dijo que el cine de fórmula no sigue funcionando? De hecho lo hace y sigue dando muy buenos dividendos a los estudios de cine. Esas historias que uno vio una y mil veces y sin embargo, cambiando dos o tres de detalles ínfimos, vuelven con un moño diferente pero con el mismo contenido.
Mezclando bastante de Reto al destino con algo de Top Gun/Reto a la gloria y de otros films menores de escuela de entrenamiento obtenemos Guardianes de altamar, un entretenimiento de fácil digestión que no hiere ninguna susceptibilidad y que no ofrece ni más ni menos que lo que promete.
En este caso se suple pilotos de aviación o soldados de tierra firme por valerosos rescatistas de la Guardia Costera que se tiran de poderosos helicópteros para ayudar a las víctimas de accidentes y naufragios ocurridos en medio del Océano. En tiempos de tsunamis y atentados terroristas, Hollywood vira el timón hacia la heroicidad y valor de estos hombres a los que sólo los guía la solidaridad y el amor por el prójimo.
Ben Randall (Kevin Costner) es el más reconocido de todos ellos, el que batió todos los récords y el que más náufragos ha rescatado en su carrera. Pero una fatalidad en su última misión hace que pierda a parte de su equipo y a su compañero de años, por lo cual decide retirarse. Su Oficial superior no quiere perderlo y le ofrece como opción ofrecer su vasta experiencia en la Escuela de reclutamiento preparando a los noveles aspirantes. Es allí donde pone en práctica sus poco ortodoxos métodos de enseñanza, obteniendo no poca resistencia de sus ayudantes y estableciendo una sutil competencia con el alumno más aventajado (Ashton Kutcher) quien no solo desafía su autoridad sino sus aptitudes físicas, logrando establecer nuevos récords. Claro que el muchachito tiene sus propios secretos y escapa de un pasado culposo que no quiere revelar.
Más allá de lo previsible de la trama (héroe veterano en crisis personal, relación amor-odio con su alter ego, compañerito sensible al que hay que infundirle fuerzas para que logre el objetivo, romance furtivo con la chica de pueblo, infaltable pelea de bar entre grupos antagónicos, conversión de la relación competitiva en paterno filial, etc.) el profesionalismo de Andrew Davis, un director matriculado en películas de gran presupuesto, logra mantener el ritmo de manera sostenida para que a pesar de lo dicho el interés no decaiga. Mérito que por otra parte comparte con Kevin Costner, uno de los pocos actores clásicos que quedan (junto a Jeff Bridges) que con mínimos recursos logra transmitir esa humanidad que trasciende la pantalla. Lo mejor que se puede decir de su compañero Ashton Kutcher es que no molesta y que se acopla bastante bien a la fuerte personalidad de su coestrella.
Nada que revolucione el séptimo arte pero tampoco nada que dé vergüenza ajena. Quizás el reparo mayor sea un final poco propicio que queda medio descolgado del resto de film y le otorga un halo sobrenatural que realmente no necesitaba.
Título: Guardianes de altamar.
Título Original: The Guardian.
Dirección: Andrew Davis.
Intérpretes: Kevin Costner, Ashton Kutcher, Sela Ward, Melissa Sagemiller, Clancy Brown, Omari Hardwick, Bonnie Bramlett, Neal McDonough, John Heard, Brian Geraghty, Alex Daniels.
Género: Drama, Terror, Romance.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 139 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Buena Vista.
Fecha de Estreno: 05/10/2006.
Puntaje: 6 (seis)