back to top
martes, 30 abril 2024
InicioCríticaMi otro yo: Un tal François Pignon

Mi otro yo: Un tal François Pignon

En Mi otro yo el legendario guionista y director galo Francis Veber vuelve a incursionar en la comedia de enredos, una especialidad que le ha dado y le seguirá dando muchos dividendos al responsable de exitazos ochentosos como la trilogía compuesta por Mala pata (1981), Los compadres (1983) y Los fugitivos (1986). Todos ellos protagonizados por una dupla que hizo historia: Pierre Richard y Gérard Depardieu. En tiempos más recientes Veber, que ha producido y dirigido también en Hollywood, se ha decantado por un estilo de humor siempre directo que hace hincapié en la crítica social. Una muy light, eso sí, como lo prueban los filmes Hay un tonto en mi casa (1998) o El placard (2001). En ese sentido Mi otro yo divide a sus personajes desde el vamos en ricos -burgueses, decadentes e indignos- y pobres -ensalzados por Veber para lograr la empatía de la audiencia- con poca sutileza. Aún así, la fórmula que ha patentado el creador de El juguete mantiene inalterable su encanto y concisión (a la película no lo sobra ni un fotograma por lo que el abrupto final asombrará a más de uno). Con eficacia y buen gusto -una marca registrada en este cineasta- la obra se sigue con interés. No está entre lo mejor de su filmografía pero vale el precio de la entrada pues se trata de un escapismo puro.

El actor de origen marroquí Gad Elmaleh encarna a François Pignon, un antihéroe de esos que tanto le gustan a Veber (una curiosidad: en casi todas sus películas el protagonista se llama Pignon). El muchacho trabaja estacionando los lujosos coches de gente adinerada mientras sueña con formar un hogar al lado de la bella Émilie (Virginie Ledoyen, vista en La playa y 8 mujeres). Por otro lado, tenemos al poderoso empresario Pierre Levasseur (Daniel Auteuil… ¿habrá algo que no le salga bien a este tipo?) quien engaña a su rica esposa Christine (Kristin Scott Thomas) con la rubia top model Elena Simonsen (una Alice Taglioni simpática y con ángel). Cuando un paparazzi descubre a Pierre saliendo de su nidito de amor junto a Elena le saca una foto en la que casualmente también aparece François que pasaba por allí. Al publicarse en una revista del corazón, para cubrirse ante su mujer a Pierre no se le ocurre nada mejor que inventar un romance entre el humilde valet parking y la glamorosa Elena. Para que la prensa y Christine muerdan el anzuelo Pierre y su abogado (Richard Berry) contratan a François y llegan a un arreglo con Elena para que finjan ser novios por unos días. De aquí en más proliferan las confusiones de identidad, las situaciones más delirantes y un humor zumbón que Veber domina como pocos.

El saldo general resulta positivo. He aquí un entretenimiento ligero y burbujeante, realzado por excelentes comediantes en papeles secundarios como Michel Aumont y Michel Jonasz (desopilantes como médico y paciente) y por la belleza fresca y radiante de Ledoyen y Taglioni muy bien aprovechadas en sus respectivos roles.

Mi otro yo no va ganar ningún premio pero sabe satisfacer con oficio al espectador que entra a una sala de cine dispuesto a despejarse por un rato de las pálidas del mundo real. No es poco mérito.

Título: Mi otro yo.
Título Original: La Doublure.
Dirección: Francis Veber.
Intérpretes: Daniel Auteuil, Gad Elmaleh, Alice Taglioni, Kristin Scott Thomas, Virginie Ledoyen, Dany Boon, Richard Berry, Michel Aumont, Michel Jonasz, Karl Lagerfeld, Laurent Gamelon, Patrick Mille y Michèle Garcia.
Género: Comedia.
Clasificación: Apta para todo público.
Duración: 85 minutos.
Origen: Francia/ Italia/ Bélgica.
Año de realización: 2006.
Distribuidora: Alfa Films.
Fecha de Estreno: 05/10/2006.

Puntaje: 6 (seis)

NOTAS RELACIONADAS

Dejar una respuesta

Please enter your comment!
Please enter your name here

ÚLTIMAS PUBLICACIONES