Por Juan Blanco
Más allá de que el arte sea una fuente de creatividad inagotable, no todos los géneros cinematográficos son de larga vida; o bien cabe decir que no todos alcanzan a burlar el paso del tiempo con el mismo éxito. Esta limitación temporal es una característica casi exclusiva de aquellos géneros más sujetos a estructuras formales de guion (por ejemplo el thriller, el policial o el cine de acción y aventuras) y ajenos a la naturaleza primaria de la emoción (como pueden ser la comedia, el terror o el melodrama). Es decir, cuanto más utilitario sea desde el punto de vista emocional, más larga vida tendrá dicho género. Y serán aquellos relatos condicionados por las fórmulas matemáticas de la puesta en escena los que contarán el tiempo con el mayor de los recelos.
Cuando llega el momento de enfrentarse a un film como Fracture (rebautizada en porteño como –el enésimo- Crimen Perfecto), surgen cuestionamientos como los planteados al principio. ¿Un “thriller de juicio” puede engañar la -casi nula- capacidad de asombro del espectador medio a esta altura del partido? ¿Puede existir hoy en un film que predica códigos tan herméticos algo más sustancial detrás de la mecánica formal del género? Sin ánimos de intentar decretar una máxima al respecto, me atrevo a decir que en este caso la respuesta es no. Fracture, como uno de los tantos thrillers automáticos de misterio con crimen, juicio y vuelta de tuerca, no pudo eludir su suerte de género de corta vida y apenas ofrece una sutil, aunque agradecida, corrección.
Lo anecdótico del argumento para la nota es circunstancial, pero va más o menos así: un hombre mayor, adinerado y perfectamente educado (Anthony Hopkins de taquito) confiesa haberle disparado a quemarropa a su esposa infiel y es sometido a una audiencia legal por intento de homicidio. Cuando la causa parece estar resuelta, el magnate -arrepentido de su confesión- decide auto-defenderse en la corte declarándose inocente y persuade a un fiscal joven y ambicioso (el excelente Ryan Gosling) de hacerle frente en el juicio. Así, lo que en un principio se anticipaba como un caso de rutina terminará en una pesadilla para el fiscal novato cuando éste descubra que su contrincante pudo haber cometido el crimen perfecto, y por ende podría no ser condenado jamás.
Simple, previsible pero no menos redondita, Fracture juega casi todas sus cartas con la precisión que hace al género sin intentar desafiar sus limitaciones (política cuestionable, cierto, pero respetable a su manera). Algo que termina de cristalizar en la cómoda actuación de un Anthony Hopkins que duplica sistemáticamente los tics de su bastardeado Hannibal Lecter; eso sí, esta vez sin canibalismo ni morbos.
Título: Crimen perfecto.
Título Original: Fracture.
Dirección: Gregory Hoblit.
Intérpretes: Anthony Hopkins, Ryan Gosling, David Strathairn, Rosamund Pike, Embeth Davidtz, Billy Burke, Cliff Curtis, Fiona Shaw, Bob Gunton, Zoe Kazan, Xander Berkeley.
Género: Thriller, Drama.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 113 minutos.
Origen: EE.UU./Alemania.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 17/05/2007.
Puntaje: 6 (seis)