Por Pablo E. Arahuete
Si hay algo que no puede atribuírsele a Cocalero es que sea un documental de propaganda política de un candidato presidencial. Por tal motivo es muy difícil no ceder a una propuesta desprejuiciada de seguir de cerca al protagonista de esta historia: el actual presidente de Bolivia, Evo Morales.
Alcanzan unos minutos para que la distancia entre este indígena de origen aymará y la cámara de Alejandro Landes se disuelva en un registro que roza la intimidad, sin puesta en escena pensada en función de un film más prolijo. Quizás esta aproximación tan temprana dificulta extraer otras facetas de la antesala de la atípica campaña que le permitió a Evo llegar a la presidencia, tras derrotar a su opositor de derecha con el 54 por ciento de los votos.
Si bien el eje central del relato se apoya en un retrato visceral de un hombre sencillo, cuyos discursos políticos se nutren de sentido común y franqueza, Landes parece haberse contentado con mostrar al candidato sin profundizar en aquellas cosas que el propio Evo no revela. Apenas algún toque de vanidad cuando le arreglan el pelo o un tibio reto a una
secretaria por no hacer bien una tarea.
Pero esa intención de desacartonamiento, que se aleja de los capítulos más obvios de este tipo de trabajos, se desequilibra con el exceso de viñetas anecdóticas como un partido de pelota vasca en el que Evo demuestra poco dominio del juego.
No obstante, sus paseos por calles atestadas de gente o en la tranquilidad del Chapare, pueblo donde trabajaba como recolector de hojas de coca, son suficientes para reconocerlo como uno más sin otra cualidad que el carisma.
Cuando la cámara no se deja atrapar por el líder indígena, por sus pícaras miradas, se conecta con lo periférico o su entorno. Es allí, en esa zona rica en matices, donde se consigue vislumbrar el rol fundamental de dos mujeres en la campaña de un candidato que nunca se casó y cuya familia no es foco de atención. Por una parte, Leonilda Zurita (candidata a Senadora suplente, analfabeta) quien organiza la rama femenina del sindicato de cocaleros y defiende la recolección de hojas de coca como fuente sustentable económica, y por otro lado se encuentra una atractiva joven, vocera de Evo Morales, encargada de manejarse con la prensa y los medios.
Tanto una como otra reflejan los puntos débiles de una figura que se puede apichonar ante una pregunta incisiva de una periodista malintencionada o decir en una rueda de prensa que no entiende la expresión “sentir mariposas en la panza”.
Entonces Cocalero termina siendo un buen enfoque sobre un candidato singular y su particular mirada sobre la realidad de la Nación que le toca gobernar, aunque se queda en la intención de completar la figura de Evo sin lograrlo en su conjunto. A veces, resulta condescendiente y otras un tanto ingenuo.
Título: Cocalero.
Título Original: Idem.
Dirección: Alejandro Landes.
Intérpretes: Evo Morales, Alex Contreras, Javier Escalas, Adriana Gil, Álvaro García Linera, Leonilda Zurita.
Género: Documental.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 86 minutos.
Origen: Argentina/ Bolivia.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: No disponible.
Fecha de Estreno: 17/05/2007.
Puntaje: 5 (cinco)
