Por Pablo E. Arahuete
La última vez que Carla (Ana Celentano, excelente) estuvo con Luciano (Germán Palacios, sobrio) fue en la cama entre besos y caricias hasta quedarse dormida junto a él. Después de aquella noche, el ruido del ascensor la despertó en un sobresalto que presagiaba algo malo y a partir de allí un sinfín de preguntas sin respuestas y la urgencia de saber qué fue lo que pasó.
Tal vez conocer la verdad sea más nefasto que perseguir un recuerdo, un indicio esperanzador de encontrarlo en el sur; en ese sitio, donde se suponía que el hombre viajaría por trabajo, pero en el hotel nunca apareció. Para Carla, sin embargo, Luciano está allá en algún punto del desolado paisaje patagónico, atravesado por el llanto del viento. Un viento que no da respuestas, aunque la acompaña en su búsqueda por la extensa Patagonia casi deshabitada.
El “casi” es suficiente para reavivar la llama del misterio que de a poco envuelve a Carla cuando descubre a un hombre idéntico a Luciano, salvo por la tupida barba que mantiene oculto su rostro. No está solo, sino junto a otra mujer (Natalia Oreiro, sorprendente). Ese hombre dice llamarse Luis y la trata como a una desconocida. Creerle o no forma parte de la historia que Carla comenzará a recorrer pasando por la frontera que separa a la cordura de la defensa alucinatoria contra la pérdida.
Las vidas posibles bucea con sutileza en las formas que tenemos para enfrentar el dolor cuando la ausencia se materializa sin encontrar una respuesta. Cualquier mirada psicologista apresurada diría que Sandra Gugliotta hizo un film sobre la negación, pero en realidad parece concentrarse en los mecanismos psicológicos para sobrellevar las pérdidas. Y lo hace sembrando interrogantes más que respuestas, en clave de thriller psicológico, a partir de un relato fraccionado que se abre en diferentes planos narrativos.
Sin dudas, con este segundo opus donde la directora no reniega influencias del cine francés (confesa admiradora además del realizador Krzysztof Kieslowski) confirma los rasgos de un cine de autor. Quizás por ese motivo resulta imposible no reconocer varios puntos de contacto con el film Bajo la arena de François Ozon. La diferencia trascendental respecto a aquel gran film es que Gugliotta se atreve a sostener la ambigüedad como parte de un juego de dobles, que pueden representar el rostro del olvido y la máscara de la ausencia; presencias intangibles pero que viajan junto a nosotros a donde quiera que estemos.
Título: Las vidas posibles.
Título Original: Idem.
Dirección: Sandra Gugliotta.
Intérpretes: Germán Palacios, Ana Celentano, Natalia Oreiro, Marina Gleezer, Guillermo Arengo, Osmar Nuñez.
Género: Thriller, Drama, Romance.
Clasificación: Apta mayores de 13 años, con reservas.
Duración: 80 minutos.
Origen: Argentina/Alemania.
Año de realización: 2007.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de Estreno: 07/02/2008.
Puntaje: 8 (ocho)