Por Emiliano Fernández
Películas como Traidor (Traitor, 2008) aportan un poco de oxígeno al asfixiante panorama cinematográfico contemporáneo, plagado de un tiempo a esta parte de productos pasatistas y bricolages decadentes. Esta rareza de bajo presupuesto escapa a los patrones bombásticos del Hollywood actual y funciona de maravillas en tanto thriller de retro- espionaje con una fuerte impronta realista y un ritmo pausado, características atípicas que se perciben especialmente en los diálogos, el pulso narrativo y las distintas situaciones planteadas.
Sin adelantar demasiado, podemos decir que el convite arranca con la investigación de dos agentes del FBI, Roy Clayton (Guy Pearce) y Max Archer (Neal McDonough), sobre el accionar de una organización terrorista islámica. Allí es cuando aparece el verdadero protagonista, un misterioso traficante de armas yemení llamado Samir Horn (Don Cheadle). Bajo la influencia del fundamentalista Omar (Saïd Taghmaoui), pronto pasará de mercenario comodín a partícipe entusiasta de la Jihad, la tan mentada “guerra santa”.
A través de los oídos de Horn escuchamos los discursos de ambas facciones, diferentes sólo en forma y espantosamente similares en lo que respecta al contenido. Desarrollando con eficacia una trama centrada en la duplicidad y las conspiraciones superpuestas, el film traza paralelos entre el trabajo de hormiga de los musulmanes y la enorme maquinaria de inteligencia estadounidense. Los atropellos cotidianos, el pragmatismo maquiavélico y la lógica de las “bajas necesarias” son algunos de los puntos analizados a lo largo del relato.
No debemos dejar de señalar dos hechos curiosos vinculados a la realización. Primero y principal, el director Jeffrey Nachmanoff en un principio iba a ser exclusivamente el guionista (le regalaron la silla cuando su antecesor se bajó del proyecto). Ahora bien, la capacidad de sorpresa sigue dando batalla gracias a que aún hoy las ideas pueden llegar del lugar menos pensado: basta con anunciar que Steve Martin es el responsable de la historia. Circunstancias aparte, el resultado llama la atención por su dialéctica artesanal y reflexiva.
Más allá del gran desempeño del elenco en su conjunto, aquí el que se lleva todas las palmas es Cheadle. El actor entrega una interpretación muy aguda, basada en la sutileza y el ingenio. El contrapunto lo ofrece un Guy Pearce que regresa a lo mejor de su carrera. Lejos de propuestas fallidas como Red de mentiras (Body of Lies, 2008), Traidor construye personajes creíbles, no hace culto de la acción pirotécnica, mantiene siempre el suspenso y se sumerge sin maniqueísmos en los arrebatos bélicos de la “fe” y la “seguridad nacional”.
Título: Traidor.
Título original: Traitor.
Dirección: Jeffrey Nachmanoff.
Intérpretes: Don Cheadle, Guy Pearce, Jeff Daniels, Neal McDonough, Archie Panjabi, Alyy Kahn, Saïd Taghmaoui, Mozhan Marnò.
Género: Crimen, Drama, Acción.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 114 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de estreno: 10/09/2009.
Puntaje: 7 (siete)