Por Pablo Arahuete
Hace unos días se conoció la noticia que genera expectativas, porque el cortometraje Cuando el naranjo despierte, multipremiado en varios festivales, se va a transformar en un largometraje. Su director, Martín Petrucci, en esta entrevista exclusiva, nos adelanta parte del nuevo proyecto y sobre todas las cosas, su confianza en la historia y en los personajes.
Pablo E. Arahuete: – ¿A cuántos chicos, como el protagonista de tu corto, conociste en una situación similar con la necesidad de fugarse de la realidad de su pueblo?
Martín Petrucci: – Cuando uno es chico los sueños están cerca, no existen los obstáculos. El problema comienza cuando crecemos. Nuestra realidad nos apaga. Conocí muchos chicos con diferentes sueños, deseos… pero son los mismos padres frustrados quienes condenan a que tengan el mismo lugar que ellos. Es complejo el tema. Fugarse, más que una necesidad, termina siendo la única salida hacia la evolución.
P.E.A.: – Teniendo en cuenta que una de las temáticas de tu corto es la explotación infantil, ¿pasó por tu cabeza encarar el mismo tema pero con un registro documental?
Martín Petrucci: – Sí, mucho. Hacer las dos cosas es algo de lo cual se habló.
P.E.A.: – ¿Qué te aporta la ficción y cuáles son los límites?
Martín Petrucci: – La ficción no tiene limite, pero la realidad nos supera. Es necesario elegir y tomar decisiones, esa es la propuesta de la ficción. La ficción me aporta un juego a lo infinito, me aporta libertad creativa. La responsabilidad de crear un universo único que va a representarme en lo que deseo expresarme.
P.E.A.: – ¿Cómo nace Cuando el naranjo despierte (2016) en base a la relación directa de los sueños con el fútbol?
Martín Petrucci: – Nunca quise que la película sea “futbolera”. Me centro en la lucha por llegar a cumplir ese deseo. Puede ser que el protagonista quiera ser médico, vendedor de ropa… no sé. Cuando conocí estas familias en Gobernador Castro (Partido de San Pedro) hablando con chicos de ahí que trabajan en el campo, me decían que todos querían ser jugadores de fútbol. En ese instante fue cuando miré alrededor, no había absolutamente nada más que campo, campo y más campo… algún pájaro que pasaba cerca de tu cabeza, árboles y naranjas. Me atrapó por completo el espacio. Fue entonces que imaginé sobre alguien de ellos que sale de ahí en busca de su sueño. Me sorprendió mucho la posición de los padres ante las alarmantes situaciones. Por eso el título de la película…
P.E.A.: – ¿Conseguiste contar la historia que querías en tu cortometraje o ahora con la posibilidad de extenderlo a un largometraje se te abre una nueva perspectiva?
Martín Petrucci: – Ahora se me abre mejor perspectiva, más desafío. En el largometraje todo se centra en el pueblo y no en la ciudad. Aparecen personajes nuevos que habían quedado fuera del corto. Las relaciones, los vínculos son más profundos y aparecen nuevos conflictos. El pueblo llega a ser un personaje inmenso en el largo, pude lograr que el espacio cumpla un rol dramático.
P.E.A.: – ¿Cómo te manejás con el equilibrio entre los diálogos y la imagen?
Martín Petrucci: – Hay imágenes que no necesitan palabras. Los diálogos los construyo en base a la necesidad de decir de los personajes. Soy amigo del silencio y de la pausa, la imagen como cuadro nos invita seguramente a participar de algo. El equilibrio lo genera el conflicto.
P.E.A.: – ¿Qué buscás en los actores a la hora de construir un personaje?
Martín Petrucci: – Me interesa mucho la mirada del actor, su imaginación. Me fascina poder discutir y crear con ellos. Yo soy actor, y es por eso que puedo entender que les sucede a la hora de tener un guión en la mano. Les propongo libertad creativa, trazar un eje juntos y poder componer ese Universo, que nos va ayudar a vivir lo que deseamos contar. Si es verdad lo que vemos y esta sucediendo ahí, en ese momento, la escena esta aprobada.