Por Joan Segovia, corresponsal Cine Nueva Tribuna, España
Por fin tenemos la nueva película de One piece después de más de tres años tras su anterior entrega. La espera se ha hecho larga ya que la información que Toei Animation iba adelantando ha sido escasa, aunque en los foros de internet se han ido acumulando spoliers y filtraciones desde hace meses. Estrenada en agosto en Japón, cosecha el récord en la taquilla de este año 2022 con casi 120 millones de euros recaudados solo en tierras niponas. Desde entonces se ha ido estrenando en diversos países alrededor del mundo sin detrimento de su éxito en taquilla en ningún caso. Unos resultados muy a tener a en cuenta, tratándose de una película basada en una serie de animación, que no es autocontenida y que requiere conocer bien el mundo en el que transcurre. Una demostración del auténtico fenómeno internacional que es One Piece.
La película parte de una mala posición, pues su gran público objetivo conoce muy bien la serie y son fans del animé o del manga. Un público exigente con este tipo de lanzamientos que suele reprochar cualquier fallo argumental o mínima contradicción que se pueda intuir. Unos factores que se han tenido muy en cuenta por parte del equipo de guionistas que han contado con la ayuda del autor del cómic original, Eichiro Oda. La mano de este se nota claramente en el argumento que consigue pasar de puntillas por puntos clave de la historia ya contada en la serie sin romper nada.
La historia es simple y no tiene más intención que entretener y ampliar, no demasiado, el mundo del One Piece. En general, todo el guion no es más que una acumulación de excusas y casualidades para poder ver el mayor número de personajes esperados por los fans luchando o haciendo uso de sus poderes en una pantalla de cine. Esto se hace muy notable, con la aparición de varios de estos personajes por no más de treinta segundos en toda la película, exclusivamente para dar dos golpes y salir de escena para siempre. Una lástima que la base de la trama sea contentar con fan service al público y tener excusas para sacar merchandising nuevo en tiendas.
La calidad de la animación es sublime y supera con creces, no solo su entrega anterior, One Piece: Stampede, si no la última película de Dragon Ball Super. La fluidez en los combates, muy presentes en la historia, y el diseño, tanto de los nuevos personajes como de la tripulación del Sombrero de paja, está a otro nivel.
Pero no todo es perfecto y hay decisiones en la producción que no se han pensado correctamente. El principal de estos problemas lo encontramos en el modelado 3D usado en algunas escenas. La película está llena de momentos musicales donde Uta, la antagonista de la película, baila y canta como un idol J-pop. En gran parte de estos bailes, el dibujo de esta es substituido por un modelo de ordenador en 3D que se mueve al son de la música, como si fuese un avatar de un videojuego desfasado. Un cambio drástico en la estética de la película que solo ocurre en estas escenas y que rompe por completo el atractivo de las canciones.
Para el estreno en España, la película se ha doblado con la participación de los actores de doblaje del animé. Todo un acierto el mantener las voces de los personajes a las que están acostumbrados los espectadores. Sin embargo, también se han doblado las canciones que Uta no para de cantar. Esta decisión es de largo el peor error que se podría haber tomado. Lejos está mi intención de criticar el doblaje en sí que, en cuanto a calidad, incluso en el canto, es notable. El problema con doblar canciones, a diferencia del resto de la película, es la rima de estas. Para poder mantener una estructura que funcione como canción, los traductores se han visto en muchos casos obligados a modificar ligeramente la letra de estas. Y al estar las canciones acompañadas de efectos visuales acorde a sus letras originales, se ha creado involuntariamente más de una disonancia entre lo que se canta y lo que se ve por pantalla. Una situación que podría haberse evitado dejando las canciones en versión original con subtítulos.
Pese a estos detalles, la película es un gusto para todo fan del anime y/o del manga. Poder disfrutar de una aventura de la banda de Luffy en el cine es un evento imprescindible para los amantes de One Piece. Una obra que marca un alto nivel a superar para la siguiente que, visto los números de recaudación, seguro que se realizará y estaremos esperando con los brazos abiertos.
Título: One Piece Film: Red.
Título Original: Idem.
Dirección: Gorô Taniguchi.
Género: Animación, Acción, Aventura.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 115 minutos.
Origen: Japón.
Año de realización: 2022.
Distribuidora: Diamond Films.
Fecha de Estreno: 03/11/2022.
Puntaje: 7 (siete)