Por Omar Tubio
La cinematografía australiana, aunque de escaso estreno en nuestro país, siempre demostró estar a la altura de las mejores y más avanzadas. No olvidemos que Hollywood suele importar sus figuras de tanto en tanto (Peter Weir, Bruce Beresford, Baz Luhrmann, Russell Crowe o Nicole Kidman). De manera que no sorprende encontrarse con un film tan interesante como Chopper (que en su país arrasó con todos los premios), inspirado en el libro de Mark Brandon Read, el más famoso de los asesinos de su país que devino en celebridad y en al autor más leído de la historia australiana. Sin ser necesariamente un biopic, su director Andrew Dominik realiza un atrevido, audaz y minucioso enfoque sobre la patología de un hombre violento, convertido en una especie de ícono nacional en base a su colorida imaginación y a su malvado sentido del humor.
Visualmente el film no ahorra ninguna escena truculenta. Sobre todo en la primera parte que transcurre en la prisión, el espectador se sentirá sacudido en repetidas ocasiones, ya que lo que se ve es bastante fuerte. Aquí no existe el fuera de campo. Hay un cierto regodeo con la sangre que la cámara alimenta sin saciarse. De todas formas existen apuntes de humor que brindan un desahogo cada tanto para aliviar tanta tensión. En este sentido, el director maneja los tiempos con sabiduría y el ritmo del film no se resiente en ningún momento. En el plano narrativo, cada uno sacará sus propias conclusiones, ya que la lectura a la que nos lleva la película puede ser algo tramposa. Chopper se carga encima dieciocho asesinatos, pero a ciencia cierta solo vemos uno. Manifiesta constantemente su condición de purificador de la sociedad, ya que sus supuestas víctimas son prostitutas, drogadictos y homosexuales, pero de hecho su “novia” no es muy santa precisamente. Dice ser colaborador encubierto de la policía, pero ni estos saben como tratarlo. Así, la película juega con la ambigüedad y el desconcierto de tal manera que en ciertos momentos lo realista o naturalista desaparece por completo.
La baza principal de la película tiene nombre y apellido: Eric Bana, que se calza el personaje a tal punto que será difícil verlo en algún otro (será nada mas y nada menos que “El increíble Hulk” en su versión fílmica). Bana es un famosísimo comediante en Australia y ésta es su primera incursión dramática de la que sale más que airoso. Su Chopper entra en la galería de personajes torturados de la historia del cine, ahí al ladito del Travis de De Niro en Taxi Driver, del que este film bebe en gran cantidad.
Señoras y señores, para quien guste de los platos fuertes muy bien condimentados, esta es su película. Los que estén a dieta, abstenerse ya que el atracón es inevitable.
Título: Chopper, retrato de un asesino.
Título Original: Chopper.
Dirección: Andrew Dominik.
Intérpretes: Eric Bana, Simon Lyndon, David Field, Dan Wyllie, Bill Young, Vince Colosimo, Kenny Graham, Kate Beahan.
Género: Drama, Biopic, Crimen.
Clasificación: Apta mayores de 18 años.
Duración: 94 minutos.
Origen: Australia.
Año de realización: 2000.
Distribuidora: SBP.
Fecha de Estreno: 18/10/2001.
Puntaje: 9 (nueve)