Por Juan Blanco
Hay que reconocer que a George Lucas Episodio II: El Ataque de los Clones le salió bien, incluso creo que mejor de lo que él mismo esperaba.
Desde su anterior abordaje a la serie de La Guerra de las Galaxias cambió el porte de los personajes, que ahora evidencian una profundidad casi trágica, intentan ser más humanos (por más que de algunos se dude dicha naturaleza), y se regalan a las emociones, siendo estas cosas que no sucedían en las otras aventuras. Y por si fuera poco, ahora la anécdota reporta una precisión en los detalles que hace de sus móviles algo consecuente y creíble. Ahora las fuerzas -la Jedi y la Oscura- empiezan a tener su fundamento.
Otras cuestiones curiosas se presentan en la confección de la trama, que comprende desde 
un posible homenaje a John Ford en Más corazón que odio, hasta un ejercicio de mezclar texturas propias de muchos de los géneros cinematográficos que componen el universo de Hollywood. Hay desde obvios rasgos de Western, de film noir, de drama, de comedia y, por supuesto, los infaltables elementos de la ciencia ficción con su límites en eterna disputa con el fantástico. O sea que Lucas no sólo demuestra que sabe de la existencia de otro cine que no sea el suyo, sino que, aún mejor, sabe conjugar estilos con bastante gracia y muchísimo respeto.
Pero hay algo que huele mal en todo el asunto de los cuidados y los homenajes, y creo que tiene que ver con un miedo que hoy George Lucas no puede darse el lujo de albergar: el del fracaso comercial (que no es ni malo ni nuevo), pero por sobre todo el profesional.
Muchas veces la nobleza de una película reside en la intención con que es contada. Por eso cabe destacar que Episodio II -por más correcta que sea- no está hecha por amor al cine y George Lucas no creyó estar haciendo una magna obra de arte, sino que su película es una de esas pensadas para satisfacer a la crítica especializada (con la cual George se moría por reivindicarse después de Episodio I), al tiempo que es una bomba de efectos especiales (ahora casi por detonarse) que, con más acción y un relato intrincado cual discurso de Federico Klemm, cree poder convencer al público de que se está frente a la entrega más madura de La Guerra de las Galaxias. La verdad es que ahora la liviandad de la aventura sólo cambió por el rigor de la política y las lágrimas del melodrama; ya no parece una Star Wars, y en eso radica su error: proponerse más allá de la saga.
El Ataque de los Clones es el más ambicioso de los capítulos de la milenaria odisea intergaláctica, pero de la ambición a la grandeza hay una distancia tan larga como de la que se hace mención en los títulos iniciales de cada Guerra…, entre nuestro mundo y el que comprende a cada “aventura” de George Lucas. Este realizador está definitivamente en la etapa ambiciosa, no es tonto y para colmo tiene una suerte de novela. No sé, la tercera quizás refuerce mis palabras, o dentro de tres años me obligue a tragármelas.
Título: Star Wars: Episodio II – El Ataque de los Clones.
Título Original: Star Wars: Episode II: Attack of the Clones.
Dirección: George Lucas.
Intérpretes: Hayden Christensen, Ewan McGregor, Natalie Portman, Ian McDiarmid, Samuel L. Jackson, Christopher Lee, Temuera Morrison, Pernilla August, Jimmy Smits, Anthony Daniels, Kenny Baker, Rose Byrne y la voz de Frank Oz.
Género: Ciencia-ficción. Aventuras, Acción, Saga, Precuela.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 142 minutos.
Origen: EE.UU.
Año de realización: 2002.
Distribuidora: Fox.
Fecha de Estreno: 04/07/2002.
Puntaje: 6 (seis)
Ver crítica de Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma.
Ver crítica de Star Wars: Episodio I – La Amenaza Fantasma 3D.
Ver crítica de Star Wars: Episodio III – La Venganza de los Sith.
