Por Juan Blanco
Hay para quienes en el cine de género los lugares comunes son un mal necesario: los ejecutivos de los estudios americanos. Estos son conscientes de que cinematográficamente son un mal porque promueven a la haraganería de los guionistas y obligan al séptimo arte 
a morir en la repetición de fórmulas. Pero por el lado empresarial también les resultan necesarios porque refieren a un estilo y procuran su fácil reconocimiento, lo cual inspira confianza en el producto a comprar. Aunque parezca mentira, hay a quienes la figurita repetida los estimula mucho más que aquella ignota, como si de alguna manera les otorgara la seguridad que cualquiera busca en una compra o adquisición. Por eso los americanos hacen cien millones de películas anuales, cuando si de cine de trata probablemente estén haciendo una, o quizás dos, repetidas hasta el cansancio.
Ahora le toca el turno a la poco novedosa y extremadamente especulativa Robando Vidas, el thriller morbo del año con todos esos vicios impuestos por El silencio de los inocentes y remarcados por Pecados Capitales que tanto le gustan al público consumidor de tales productos. Para colmo de males, el hecho de que la protagonice Angelina Jolie no suma sino resta, ya que la convierte en una suerte de segunda parte no asumida de la fallida El coleccionista de huesos, en la que Jolie hacía prácticamente el mismo personaje sólo que un poco más novato. Para el caso, en esta nueva historia bien podría haberse hecho hincapié en que la detective aprendió con el tiempo y en que ésta es tan sólo otra ronda de guardia en la que acecha un asesino nuevo. Así al menos se hubiera esperado de Robando Vidas mucho menos, hubiera sido mejor vista y hasta considerada como una secuela superada; en algunos puntos tiene más ingenio, más cabos sueltos con los cuales jugar y resulta más divertida y liviana que aquella otra. Pero como película de género autónoma Robando Vidas es una intrascendencia de suspenso más… o menos.
Como se aclaró al principio, lo que importan en esta clase de films son los lugares comunes, o al menos esa pretende ser la clave de sus éxitos. Robando Vidas los usa todos, absolutamente todos y sin el menor tacto o ingenio; eso es lo trágico. Los créditos iniciales con esa estética sucia y desencajada ya no hablan a favor de lo que se está a punto de ver.
La incursión de una súper policía que conoce las mil y una técnicas para atrapar al asesino tampoco. Después, que el modus operandi del loco de turno amalgame todos los trucos de los asesinos más chiflados de la historia del cine, empezando con Ed Gein (padre de Norman Bates, Leatherface y Hannibal Lecter, entre otros) y acabando con aquel talentoso Sr. Ripley, habla aún mucho peor de la película que los otros ejemplos. En efecto, el maniático de incógnito mutila a sus víctimas y luego les roba su identidad, vive sus vidas y después pasa a una mejor con nuevas muertes a cuestas. A Angelina, por supuesto, la piden prestada de Norteamérica para que resuelva en Francia este caso rompe cocos al que nadie le encuentra la vuelta. La chica entonces viaja, hace un par de preguntas a un testigo dudosísimo al que se descarta por torpe y un par de detalles más que no engañan ni a un muerto, y de golpe se tiene un falso final de lo más obvio, con un falso asesino de iguales características, un breve descanso que por el tiempo de proyección no puede ser el final ni a palos, y más tarde, ya muy tarde, se viene el desenlace verdadero, pero ya a esa altura no le importa a nadie y todos habían adivinado hace media película quién era el asesino; y lo peor de todo, cómo éste se las había arreglado para salir impune de todo el embrollo luego de encamarse a la heroína, engañar a toda la policía francesa, al mismo director de la película, absolutamente a todos menos al espectador.
Ahora, para que cierre el círculo falta el happy ending, ¿no? Quédense tranquilos… lo tiene.
Título: Robando vidas.
Título Original: Taking lives.
Dirección: D.J. Caruso.
Intérpretes: Angelina Jolie, Ethan Hawke, Kiefer Sutherland, Olivier Martínez, Tchéky Karyo, Jean-Hugues Anglade, Gena Rowlands, Paul Dano, Justin Chatwin, André Lacoste, Billy Two Rivers.
Género: Thriller.
Clasificación: Apta mayores de 16 años.
Duración: 103 minutos.
Origen: EE.UU./ Reino Unido.
Año de realización: 2004.
Distribuidora: Warner Bros.
Fecha de Estreno: 22/04/2004.
Puntaje: 5 (cinco)
