Por Pablo E. Arahuete
El regreso, film del joven realizador ruso Andrei Zvyagintsev, galardonado con el León de oro en el Festival de Venecia el año pasado, se caracteriza por el alto grado de ambigüedad e incertidumbre que tiene como premisa un viaje iniciático y perturbador.
Fiel a la tradición del cine de Andrei Tarkovski, no tanto desde lo temático, sino a partir de un estilo reconocible que apuesta al despojo de todo esteticismo visual y recupera la ocredad de la imagen, El regreso construye un espacio donde el paisaje resulta agradable pero opresivo, desolador, hostil.
Andrei e Iván son hermanos, de 15 y 12 años respectivamente, que aprendieron a criarse sin una figura paterna al lado y bajo el apuntalamiento de su madre. Su rivalidad de hermanos se reproduce en el grupo de amigos donde Iván, el menor, es considerado un cobarde. Un día cualquiera reciben la sorpresiva noticia que su padre ha regresado, pero ¿de dónde?, ¿por qué? Lo cierto es que ese hombre que ahora duerme en su casa, ese extraño, taciturno y parco que preside la mesa, reparte la comida, se los llevará de pesca. Entre los hermanos se genera un antagonismo que durante buena parte del relato se acrecentará; Iván desconfía y se rebela ante los mandatos y órdenes de su padre, Andrei lo respeta en demasía y acepta, sin cuestionarlo, todas sus máximas.
Lejos de revelarse algún interrogante, la trama acumula incertidumbre y la relación entre el padre y sus hijos se apoya en la disciplina e incluso en la humillación cuando no logra satisfacer los requerimientos de su progenitor. Sin embargo, la relación se consolida a medida que el viaje abandona la excusa de la pesca y aparece un nuevo destino en una isla tan enigmática como la trama planteada por Zvyagintsev. En Iván persiste la rebeldía y hasta el odio hacia el hombre extraño que intenta convertirlo en hombre, que le increpa valerse por sí mismo, que lo prepara con algún propósito, pero ¿cuál? Quizás hasta intente matarlos una vez llegados a la isla. Andrei no puede ocultar su admiración, su necesidad de tener un padre capaz de guiarlo en la vida. En los tres personajes se teje la red que alberga la alegoría política del Stalinismo como modelo paternalista de conducción y el desencanto de las caídas de los socialismos.
Si bien El regreso no es un film al que le quepa la impronta de psicológico, es notable el riguroso retrato de sus personajes y las tensiones e imprevisibilidades de sus últimos minutos donde las conductas juegan un rol trascendental. No obstante, resulta criticable el exceso de ambigüedad y la intención de no resolver nada en una aparente naturalidad que en realidad oculta el mecanismo narrativo utilizado por su realizador. Inquietante hasta el final, intenso dramáticamente, con una mirada muy personal y despojada, El regreso recupera la mejor tradición de un cine con mirada propia.
Título: El regreso.
Título Original: Vozvrashchenie aka The Return.
Dirección: Andrey Zvyagintsev.
Intérpretes: Vladimir Garin, Ivan Dobronravov, Konstantin Lavronenko, Natalia Vdovina, Galina Popova, Aleksey Suknovalov, Lazar Dubovik y Elizaveta Aleksandrova.
Género: Drama.
Clasificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 110 minutos.
Origen: Rusia.
Año de realización: 2003.
Distribuidora: Distribution Company.
Fecha de Estreno: 02/09/2004.
Puntaje: 7 (siete)