Por Pablo Arahuete
Con una premisa atractiva para un público amplio como la de reírse de nuestra propia idiosincrasia y contradicciones históricas, Campaña Antiargentina (2016), debut en el largometraje del talentoso Alejandro Parysow, es una propuesta estructurada como un documental protagonizado por Juan Gil Navarro. Pero también una mezcla de géneros para una ficción, que toma como punto de partida el humor absurdo y la edición de material de archivo desordenada, con un objetivo concreto: avalar teorías conspirativas. En esta entrevista exclusiva, Alejandro Parysow nos adelanta de qué va Campaña Antiargentina y porqué hay que verla.
Pablo Arahuete: – ¿Considerás que las teorías paranoicas o conspirativas atraviesan, de cierta manera, la historia argentina?
Alejandro Parysow: – Creo que las teorías conspirativas
P.E.A.: – ¿Cómo muta una idea de hace doce años con la actualidad, donde gran parte de ese material se recicla y se reinterpreta a partir de cambios de miradas en lo cultural y político?
Alejandro Parysow: – Es cierto que la idea fue mutando en estos doce años, pero no necesariamente en el contenido relacionado a la coyuntura. Sí se sumaron algunos personajes que no teníamos en un principio, como el Papa Francisco o Máxima, la reina de Holanda, pero no más que eso. Sin embargo, a pesar de que no hubo un hincapié en la actualidad, me voy dando cuenta de que el público ve reflejados los momentos culturales y políticos actuales dentro de la película. Y es porque el tema está latente desde siempre. Nunca se termina el tema del patriotismo, y lo que trae consigo. Por supuesto, la clave fue llevar esa idea al extremo y tratarla en clave de humor ácido.
P.E.A.: – Pensaba en el falso documental de Carlos Sorín La era del Ñandú (1987), ¿Pasó por tu cabeza circunscribir hacia ese género la película o la ficción fue más práctica para contar esta historia?
Alejandro Parysow: – Ese programa especial que hizo Sorín en 1987 fue una clara referencia, así como Zelig, u otros documentales apócrifos, donde hay actores haciendo personajes que parecen reales. Todas son ficciones, más allá de la forma en que están contadas. Nos propusimos jugar con las referencias históricas, con los formatos, con las diferentes formas de contar, y aprovechamos todo eso para reírnos de todo.
P.E.A.: – ¿Cómo concebiste el personaje que interpreta Juan Gil Navarro, síntesis –creo- de todo lo peor de los actores vernáculos y de los clichés de las celebrities argentas?
Alejandro Parysow: – Esa fue la idea, aunar todos esos clichés en un solo personaje. Esa aparente profundidad que se convierte en una evidente frivolidad. Ese era el punto de partida para que el personaje principal pudiera verse afectado por un patriotismo argentino que lo invade y lo transforma, y que indefectiblemente lo lleva a la destrucción.
P.E.A.: – ¿Cuánto aportó el actor en el guión y cómo se lo tomó teniendo en cuenta lo ácido del humor?
Alejandro Parysow: – Juan decidió estar en la película desde que leyó el guión, no tuvo ningún tipo de dudas. Rápidamente entendió la acidez que planteaba el proyecto y aportó mucho desde su rol en el mismo sentido. Todo el tiempo fue sumando ideas y se convirtió en un compañero de ruta fundamental.
P.E.A.: – ¿Siempre fue una inquietud en vos la idea de patriotismo? ¿Cuándo nace?
Alejandro Parysow: – No era una obsesión en mí pero sí puedo decir que era un tema que me atraía. Y al sumar a Pablo Marchetti a la escritura tomó un vuelo inusitado. Él era el director de la Revista Barcelona, y la idea del patriotismo ridículo y el humor para tratar el tema apareció de manera natural.
P.E.A.: – La película El ciudadano ilustre (2016), recientemente premiada en Venecia, propone desde la ficción una mirada cínica y poco complaciente hacia la argentinidad, ¿cuál es el propósito de Campaña Antiargentina, en relación a la idiosincrasia argentina?
Alejandro Parysow: – La idea es reírnos de nosotros mismos, de cabo a rabo, me parece muy sano y necesario. Mi pesimismo general se transforma en optimismo cuando somos menos complacientes con el patriotismo.
P.E.A.: – ¿Considerás que el público en general es receptivo de películas para la reflexión desde la ironía?
Alejandro Parysow: – Yo creo que sí. El humor argentino que más me gusta se ríe de la argentinidad, en Cha cha chá, Peter Capusotto, Tato Bores, la ironía está siempre presente. Y la tragicomedia. En Campaña… jugamos con los eventos trágicos de nuestra historia buscando que el público se vea involucrado en ese juego.