Por Giuliana Bleeker
El gigante de streaming finalmente lanzó su primera producción argentina creada y dirigida por Daniel Burman (El Rey del Once). Depositaria de duras críticas por parte de la prensa local y los espectadores, la serie de Netflix que encabeza Juana Viale es un fallido relato que intenta mostrar la cara más oscura de la moda.
La historia se centra en Edha Abadi (Juana Viale), una reconocida diseñadora textil en busca de inspiración para su nueva colección. A pesar de que la marca lleva su nombre, es su padre y socio Lorenzo (Osmar Núñez) quien maneja los hilos de la empresa. El futuro de la firma se ve amenazado cuando un taller clandestino que trabajaba para ella se incendia provocando la muerte de un grupo de personas que se encontraba en condiciones infrahumanas. Mientras la investigación judicial avanza, un joven inmigrante llamado Teo (Andrés Velencoso) logra insertarse en el mundo de Edha para llevar a cabo una venganza.
Dividido en 10 capítulos, este thriller dramático ambientado en las calles porteñas propone al público sumergirse en el detrás de una sociedad y una industria repleta de contrastes, donde la frivolidad de la moda y las pasarelas se mezcla con el negocio de la trata de personas, el narcotráfico y los modos de supervivencia dentro de los sectores más vulnerables.
El reparto de Edha se compone de artistas de renombre, muy dispares en su performance, y con orígenes variados dentro del universo actoral. Entre ellos encontramos a Sofia Gala Castiglione– distinguida con un premio a la Mejor Actriz en el festival de cine de San Sebastián y Guadalajara por la cinta Alanís- Pablo Echarri, Flavio Mendoza, Daniel Hendler y Julieta Zylberberg. Sin lugar a duda, la actuación de Sofia Gala es una de las pocas que logra despegarse de las limitaciones del guion y empatizar con el público. Cabe destacar también el rol de Elena, la hija adolescente de Edha interpretada por una prometedora Delfina Chaves.
Una de las principales fallas de la serie radica en la elección de su figura protagonista. La intención del director de colocar en escena a una mujer soberbia, fría e inteligente, emulando de alguna manera a las llamadas “mujeres de hielo” como la francesa Isabelle Huppert, podría haber sido una buena jugada en manos de una actriz mucho más consistente. Por otro lado, la voz en off de Juana además de ser innecesaria y contar aspectos de la trama que se evidencian fácilmente, resulta por demás irritable dado el tono monocorde de la actriz.
La relación de seducción entre Edha y Teo, ese choque de pasiones telenovelesco entre dos personajes tan distintos, lejos de encender y traspasar la pantalla se siente sumamente forzada e incómoda. La idea de modificar las reglas establecidas y situar al personaje masculino como musa inspiracional de una mujer con cierta autoridad es notable, sin embargo, el vínculo entre ambos actores no genera la emoción necesaria.
A la hora de analizar el guion, los desaciertos son indiscutibles. Edha abarca tramas a más no poder, haciendo que por momentos perdamos el eje central de la historia. Con una estructura narrativa más cercana a la telenovela, Edha no puede evitar caer en situaciones inverosímiles, clichés y diálogos que rozan el ridículo.
En el caso del vestuario, este es uno de los elementos más destacables de la ficción. La diseñadora Roberta Pesci le ha dado a la protagonista un look elegante y con mucho carácter, signado por los tonos blanco y negro. Las prendas de la marca de Edha que se lucen en la pasarela poseen un aura misteriosa que contrasta con el estilo estridente del de Paloma (Julieta Zylberberg), su competidora. Por otro lado, el vestuario de Teo y los personajes enmarcados en los suburbios de Lugano está excelentemente escogido, siendo realista sin dejar de darle su sello de personalidad y oscuridad a cada uno.
Edha es un producto que a pesar de la enorme inversión y de contar tanto con artistas como con un director destacado de nuestro país, resulta insalvable y termina colocando a la Argentina en un lugar injusto para el afuera, teniendo en cuenta las excelentes series y miniseries nacionales que hemos disfrutado en los últimos años y que no han poseído semejante distribución. Una oportunidad desaprovechada.
Es un verdadero bodrio infumable.
si se pone el audio en ingles….suena mejor y mas convincente.
patetico!