Por Pablo E. Arahuete
Yo soy sola, debut en el largometraje de la directora Tatiana Mereñuk, es una comedia dramática despareja sobre el universo femenino. Por eso la realizadora, también guionista, estructuró el relato en función a los conflictos que atraviesan la vida de cuatro mujeres treintañeras como una recuperación de viejos tópicos femeninos que hoy cobran absoluta actualidad. No se trata de levantar estereotipos como una lectura superficial podría aseverar, sino de resaltar esos rasgos característicos que jugados a veces con humor dan la sensación de ridículos. Pero qué mejor para hablar de las mujeres y sus conflictos que la mirada de otra mujer que tiene bien claro lo que quiere expresar mediante el uso de la ironía.
La cuatro historias tienen como eje la soledad; de allí el título, aunque la idea de soledad no necesariamente está relacionada con quedar solas sino más bien por no encontrar una pareja, ya sea por desatención, porque el príncipe azul no existe o simplemente por el miedo del hombre a dar un paso hacia el matrimonio. Así, se va hilvanando esta trama protagonizada exclusivamente por Moro Anghileri, Eugenia Tobal, Olivia Molina (hermana de la española Ángela Molina) y Mara Bestelli –encargada también del entrenamiento actoral- junto a Pablo Rago y Damián de Santo.
La encargada de abrir el juego es Vera (Tobal), periodista “free lance” que debe ganarse la atención de su pareja (Pablo Rago), quien le reprocha sus descuidos en los quehaceres domésticos. Para Vera, cocinar, tejer y satisfacer los deseos de su novio resulta más difícil que escribir una nota para un diario, porque a ella no le faltan ideas y tampoco sufre una crisis de inspiración como su soberbia pareja. Sin referentes femeninos, salvo la vecina del departamento de enfrente, a quien observa por la ventana con cierta pena, tratará de salir de la confusión transformándose en lo que no quiere ser; pero el resultado le generará más conflictos que antes. El caso de Lina (Molina) es el de la típica enamoradiza que sueña con conquistar a un “showman” televisivo (Mike Amigorena) que conduce un programa llamado “Canciones para planchar”. Lina es sensible y crédula, al punto que consulta con brujas y prende velones a los santos para ganarse al hombre de su vida y eso la lleva a tomar una decisión equivocada, porque comprueba tristemente que el príncipe azul destiñe. A Mara (Bestelli) el deseo de ser madre y el apuro de quedar embarazada antes de los cuarenta la lleva a tomar una decisión de difícil trago para el futuro. Esta historia es quizá la que representa en forma más profunda las variables que se juegan en el universo femenino, pese a presentar ciertos desniveles en lo dramático.
Y precisamente ese desnivel lo arrastra la cuarta historia, que pretende impregnarle al relato un tono de frescura y comedia grotesca para sacarlo del pozo de la anterior anécdota. El casamiento que se ve interrumpido por el ataque de pánico que sufre el novio tiene por protagonista absoluta a Moro Anghileri, que pese a sus intentos de calzar en un personaje gracioso no logra conectarse con el ritmo y el estilo buscados, dando por resultado el segmento más fallido de este film. Mereñuk por momentos saca a relucir su sensibilidad en el abordaje de sus personajes, pero no consigue cohesión y la película refleja esa falta de coordinación como así también sus fallas a nivel narrativo.
Título: Yo soy sola.
Título original: Idem.
Dirección: Tatiana Merenuk.
Intérpretes: Eugenia Tobal, Moro Anghileri, Pablo Rago, Olivia Molina, Damián De Santo, Mara Bestelli, Mike Amigorena, Ramiro Agüero, Pascual Condito, Mirta Busnelli, Jean Pierre Noher, Marcela Ruiz, Nicolás Condito, Marita Ballesteros, Ernesto Claudio, Ignacio Toselli y Marina Ceppi.
Género: Comedia, Drama.
Calificación: Apta mayores de 13 años.
Duración: 97 minutos.
Origen: Argentina/ España.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: Primer Plano.
Fecha de estreno: 15/05/2008.
Puntaje: 6 (seis)