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viernes, 29 marzo 2024
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Frost/Nixon – La entrevista del escándalo: Duelo en el viejo tubo de rayos catódicos

Por Emiliano Fernández

El 14 de junio de 1972 comenzó uno de los episodios más vergonzosos de la historia política estadounidense, el llamado “caso Watergate”: cinco hombres fueron sorprendidos espiando en el cuartel general del Partido Demócrata, situado en el edificio Watergate, en Washington. La investigación posterior determinó que numerosos funcionarios gubernamentales estaban involucrados y eventualmente la onda expansiva llegó hasta el mismo Richard Nixon. Con distintas dimisiones y procesamientos de colaboradores en puerta, el presidente aceptó la responsabilidad de lo sucedido aunque negó tener conocimiento de tales maniobras. Nixon Frost/Nixon - La entrevista del escándalo: Duelo en el viejo tubo de rayos catódicos 3renunció a su cargo sin reconocer culpa ni pedir perdón el 8 de agosto de 1974. Su reemplazante, Gerald Ford, le concedió un indulto total.

El conductor británico de talk shows David Frost estaba por aquellos años trabajando en la poco redituable televisión australiana y deseaba con desesperación un acontecimiento que le permitiese reconquistar el mercado norteamericano. Con este objetivo en vista se le ocurre entrevistar a un Nixon que acumulaba tres años de ostracismo, recluido en tensa espera de un momento apropiado para volver a la arena política y mostrarse “presidenciable”. El ex mandatario en un principio desconfía del ignoto presentador pero termina accediendo al convite, sobre todo debido a la jugosa suma ofrecida a cambio: 600.000 dólares. A pesar del rechazo de las grandes cadenas y la falta de anunciantes, Frost decide seguir adelante con el proyecto poniendo de su propio bolsillo el capital necesario.

Esporádicamente aparecen dramas históricos que dentro de su humildad y exactitud retratan con eficacia tópicos específicos de una época. Frost/Nixon (2008) es uno de ellos y se sostiene casi en forma exclusiva por la excelente labor de un Frank Langella descomunal encarnando al líder caído en desgracia. El actor combina la recreación meticulosa con respecto al personaje real y la construcción de ademanes singulares: el resultado es una composición extraordinaria que impulsa en conjunto la película y opaca el noble trabajo del resto del elenco. Un tímido Michael Sheen en la piel de Frost no aporta demasiado al contexto central y apenas cumple en tanto digno contrincante para este duelo en el viejo tubo de rayos catódicos. Las apariencias suelen engañar cuando hablamos de la caja boba.

Dentro del equipo de asesores del inglés están el productor John Birt (Matthew Macfadyen) y los “especialistas” Bob Zelnick (Oliver Platt) y James Reston Jr. (Sam Rockwell). En el bando de Nixon se destacan el jefe de staff Jack Brennan (Kevin Bacon) y el agente de celebridades Swifty Lazar (Toby Jones). El reportaje está dividido en cuatro capítulos temáticos que van desde la guerra de Vietnam y la política diplomática hasta por supuesto su vida pública y el caso Watergate. El guión pertenece al errático Peter Morgan, poseedor de un pasado reciente muy ecléctico que incluye títulos como La otra Bolena (The Other Boleyn Girl, 2008), La reina (The Queen, 2006) y El último rey de Escocia (The Last King of Scotland, 2006). Aquí adapta su propia obra sin caer en el lamentable “teatro filmado”.

Estamos ante una paradoja que para algunos espectadores puede llegar a ser bastante graciosa: Frost/Nixon es por lejos la mejor película dirigida por el siempre mediocre Ron Howard; lo contradictorio del caso es que el hombre tuvo poco y nada que ver por lo menos en cuanto a los éxitos concretos de la propuesta. Todos los meritos son propiedad absoluta del inigualable Langella, el acompañamiento circunstancial por parte de sus colegas y en última instancia del libreto súper aceitado de Morgan, repleto de diálogos puntillosos y situaciones de arrinconamiento discursivo ya testeadas en tablas. Afirmar que el realizador Frost/Nixon - La entrevista del escándalo: Duelo en el viejo tubo de rayos catódicos 4apostó a seguro es quedarse algo corto en el planteo. Para aquellos que no lo sepan, la pareja protagónica repite los roles desempeñados no hace mucho tiempo en el escenario.

Quizás el mayor logro del film pase por la correcta definición del carácter de los duelistas. Mientras que Frost no es más que un muñeco de torta frívolo que subestima la capacidad argumentativa de su rival, el presidente más odiado de los Estados Unidos se mueve como un demagogo desalmado que sigue en líneas generales el accionar standard de la clase política de aquí, allá y todas partes: aprietes violentos, sobornos a discreción, una buena lavada de manos cuando corresponde, corrupción estratégica e inocultables tendencias mercenarias. Nixon superó a Frost en lo que al debate se refiere pero el británico ganó la contienda porque conocía el medio televisivo y consiguió a fin de cuentas lo que el estado le negó al pueblo: un Nixon reconociendo haber obstruido la justicia y abusado de su poder.

Frost/Nixon - La entrevista del escándalo: Duelo en el viejo tubo de rayos catódicos 2Título: Frost/Nixon: la entrevista del escándalo.
Título Original: Frost/Nixon.
Dirección: Ron Howard.
Intérpretes: Frank Langella, Michael Sheen, Rebecca Hall, Toby Jones, Kevin Bacon, Matthew Macfadyen, Oliver Platt, Sam Rockwell.
Género: Drama, Testimonial.
Clasificación: Apta todo público.
Duración: 122 minutos.
Origen: Reino Unido/ Francia/ EE.UU.
Año de realización: 2008.
Distribuidora: UIP.
Fecha de Estreno: 19/02/2009.

Puntaje: 7 (siete)

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