Por Pablo Arahuete
En Los globos, el actor y debutante director Mariano González saca a relucir y con mucho talento las aristas invisibles que atraviesan la paternidad cuando las condiciones y las carencias son mayores que las satisfacciones que implican ser responsables de un niño, amarlo y educarlo para la vida. En esta entrevista preguntamos más a fondo al director sobre esta ópera prima y su testimonio despojado de todo convencionalismo para construir un relato honesto y muy personal.
Pablo E. Arahuete: -¿Cómo te manejaste en tu doble rol de director y actor?
Mariano Gonzalez: -El pasaje se fue dando bien y descubriéndolo también, en cuanto a la actuación estaba más protegido por tener experiencia como actor, lo único que me preguntaba era si cuando estuviera actuando miraría a los demás actores como director, es decir si podía abstraerme de esa mirada y hacer mi trabajo como actor, y creo que lo hicimos y en la dirección tenía en claro qué quería contar , después era algo que iba a descubrir ahí, y fue bastante ¨mágico¨ la pude disfrutar, claro que también contaba con un gran equipo técnico, de experiencia y profesionalismo, eso me daba tranquilidad y contención, una película es un poquito de todos.
P.E.A: -¿Qué buscaste, desde tu personaje, enfatizar en relación a la tensión padre e hijo?
Mariano Gonzalez: -César (mi personaje), había estado apartado de la sociedad unos años, al volver y empezar a trabajar de nuevo en su trabajo, se encontraría con un hijo. Busqué descubrir, pensaba cómo sería tener esa gran responsabilidad de criar a un hijo, sin su madre ( persona principal y fundamental para una criatura) , la tensión se producía por ese descubrimiento, por esa falta de conocimiento a la paternidad con un niño que prácticamente no conocía, en donde seguramente había pudor y torpeza para ir comunicándose, había miedo, había dudas de hacerse cargo o no, todo lo contrario al niño, que creo que desde el vamos acepta la llegada y la compañía de su padre.
P.E.A: -Tengo entendido que en la película actúan miembros de tu familia como por ejemplo tu hijo ¿Qué te resultó más difícil a la hora de dirigirlos?
Mariano Gonzalez: -Si, actúan mi hijo y mi padre, creo que tenía una ventaja y una desventaja, la ventaja es que era mi hijo, y para mí personaje , para la película, para el asunto, para el conflicto y para el tema era más verdadero todo, porque para él yo también era su padre en la vida, en el mundo. Y eso logró a mi parecer un vínculo muy sincero en el film, y a mí me ayudó mucho trabajar con él, o sea él me dirigió inconscientemente a mí. La desventaja era que al protagonizar, dirigir, y a veces tener que estar en cuestiones de producción, iba a ser mucho, entonces un niño ajeno me iba a liberar de que una vez que se termine la escena ese niño iría con sus padres y no conmigo, entonces sería para mí un pequeño descanso, pero creo que la decisión fue muy buena, volvería a trabajar con él, si él tiene ganas claro. Mi padre entendió todo desde un principio, y resolvió las escenas muy bien, prácticamente no fue nada complicado dirigirlo, por suerte.
P.E.A: -El tono o registro de tu película guarda una estrecha relación con el despojo tanto en lo artificial como en lo emocional ¿Lo buscaste desde el comienzo o lo fuiste encontrando a medida que avanzabas en el rodaje?
Mariano Gonzalez: -El tono estaba planteado desde el guión, trato de mantener diálogos bastantes concisos y claros, que no se desvíen, que no se regalen palabras, las palabras en el cine son muy importantes, al igual que los personajes, que tengan fuerza, torpeza, intriga, creo que a veces se abusa mucho en el cine para contar algo, en el sexo, en lo violento, en las palabras, en los temas, yo no se si toda la gente sabe disparar un arma, o matar una persona, o tener sexo en cualquier lugar, o decirse las cosas tan claras, sin pudor o miedo o duda, claro que los actores tenemos que mentir y tratar de entender e interpretar esas cuestiones, pero el director tiene que tener una Mirada más sensible, sincera, cuidadosa, y no sólo en este tipo de películas, sino en todo, hay que alimentar mejor a la gente, al espectador, porque son los que consumen nuestra obra, y corremos el riesgo de que todo pierda valor, el ser humano es torpe, la vida es torpe, sino dime cuál es el sentido de la misma, yo lo estoy buscando y así trato de contar mis obras. Y se sigue encontrando en el rodaje (el cámara) y termina de encontrar en el montaje. Una película es un poquito de todos (como dije anteriormente).
P.E.A: ¿Considerás un buen vehículo de promoción y difusión del cine nacional los sistemas streaming para llegar a más público o sos partidario de un apoyo más sustancioso a la exhibición en salas comunes?
Mariano Gonzalez: –Sí, es un buen vehículo claro, pero un apoyo en salas comunes va primero. Ahí hay que reformar algo, cuesta mucho trabajo hacer una película, desde lo económico y lo emocional, de parte de todos, y creo que se hace para verla en el cine principalmente, ese hermoso lugar que uno puede ir y sentarse a disfrutar de un film. Pero siempre o por el momento van a gobernar las grandes empresas, los intereses económicos, las ganancias, el dinero en una palabra.
P.E.A: -Desde tu rol de padre ¿cuáles son tus interrogantes y miedos en lo que hace a la paternidad en nuestros días?
Mariano Gonzalez: -Son muchos, pero me guardo está respuesta ya que estoy trabajando en una próxima película en la que sigo indagando sobre este tema, principalmente en el MIEDO.