Por Pablo Arahuete
Lo fragmentario implica siempre disolución, ruptura de algo consolidado. Una familia pasa por tantas etapas de fragmentación como de unidad y de ahí la pregunta sobre los vínculos, las relaciones de madres con hijas y el cine desde su espacio privilegiado para recortar la mirada. Motivos más que interesantes para tratar de reflexionar desde el registro documental y con el cuerpo sobre los propios vínculos y roles de hija, madre, directora de cine y mujer.
Desmadre… es un desmadre porque hace del caos de los afectos su espacio cinematográfico. Sabrina Farji con una cámara y la necesidad de documentar su viaje alrededor de su familia, su hija mayor Zoe con otra cámara para plantear las preguntas que más molestan y una tercera cámara para dejar en claro que cuando el riesgo se asume desde lo estético y la imperfección forma parte de la insistencia de querer registrar momentos de verdad todo se vuelve impredecible y fascinante, como las relaciones humanas y el amor que pese a las crisis y a los cambios de piel o humores terminan por sostenerlas.