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sábado, 27 abril 2024
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Ciclo Film noir, lado B: Diecisiete largometrajes en la Sala Leopoldo Lugones

El Ministerio de Cultura, a través del Complejo Teatral de Buenos Aires, y Fundación Cinemateca Argentina han organizado un ciclo denominado “Film noir, lado B”, que se llevará a cabo del sábado 17 de febrero al miércoles 13 de marzo en la Sala Leopoldo Lugones del Teatro San Martín (Avda. Corrientes 1530). La muestra está integrada por diecisiete largometrajes realizados en Hollywood entre 1945 y 1962, todos ellos enmarcados dentro de lo que la crítica y la historiografía cinematográfica bautizó como cine negro, completando así el ciclo Film noir, lado A, que tuvo lugar durante la temporada 2023.

La agenda completa del ciclo es la siguiente:

Sábado 17

El maldito (M; EE.UU; 1951)
Dirección: Joseph Losey.
Con David Wayne, Howard Da Silva, Raymond Burr.

Los criminales del mundo del hampa de Los Ángeles se organizarán para atrapar a Martin W. Harrow, un peligroso y compulsivo asesino de niños que está sembrando el terror en la ciudad.

“El maldito es, junto a El cómplice de las sombras (1951), la obra maestra del período norteamericano de Joseph Losey. Sin embargo, los historiadores fílmicos suelen despreciar la película de Losey, aplastándola bajo el peso de la primera versión de Fritz Lang, M, el vampiro negro (1931). Un juicio más que injusto. Volver a ver los dos films uno tras otro no resulta forzosamente ventajoso para Lang. Seremos más sacrílegos: el film de Losey nos parece bastante más uniforme (las escenas sin Peter Lorre resultan a menudo pesadas en el original) y más agudo (…) La puesta en escena parece soldar y enraizar a los personajes en el decorado, en el contexto urbano que aparece al mismo tiempo como marco y motor existencial de la tragedia, revelándose así Losey como precursor de todo un cine moderno que va desde Wim Wenders hasta Lino Brocka”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano).

“No creo que mi manera de abordar al personaje sea similar al de la película de Fritz Lang. A causa de Peter Lorre, y sin duda a causa de Lang, el personaje en la película de 1931 inspira simpatía, hace sentir que se trata de un hombre patético y no de un monstruo. Toda la estructura de la versión de Lang (que es lo que yo realmente trato de combatir) es un melodrama, en el cual un grupo de personajes bastante sórdidos dan caza a alguien a quien ellos y la sociedad consideran inferior y aún más peligroso que ellos mismos. Estructuralmente se trata de una persecución. No podía salirme demasiado de estos límites, pero lo intenté; y lo poco que podía decir acerca del personaje viene expresado a través de lo que yo mostraba de su habitación y de su comportamiento cuando se halla solo”. (Joseph Losey, entrevistado por Tom Milne).

A las 15 horas (88’; DM).

Martes 20

Fuga en la niebla (Escape in the Fog; EE.UU; 1945)
Dirección: Budd Boetticher.
Con Nina Foch, Otto Kruger, William Wright.

Una enfermera se encuentra en un hospital recuperándose de un ataque de nervios, pero sigue teniendo sueños en los que ve a dos hombres tratando de asesinar a un tercero. Cuando conoce al oficial encargado de la psicología en el hospital, ella se sorprende al descubrir que él es el hombre que es asesinado en su sueño.

“Budd Boetticher es uno de los poquísimos realizadores de su generación que pueden compararse con Howard Hawks, por su tonificante humor, perceptible incluso en los momentos más dramáticos, su aguda inteligencia y su decidida voluntad de dejar en libertad a los personajes. En efecto, estos eligen siempre su destino con pleno conocimiento de causa. (…) Entre los films que realizó en la primera etapa de su carrera bajo su primer nombre, Oscar Boetticher Jr., hay dos agradables sorpresas: Fuga en la niebla (1945), cuyas secuencias finales tienen algo de serial (sobre todo esa manera de escribir al revés un mensaje sobre un cristal) y Behind Locked Doors (1948), cuyo tema prefigura el de Shock Corridor de Samuel Fuller”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano).

A las 15 horas (65’; DM).

Miércoles 21

Al filo de la vida (711 Ocean Drive; EE.UU; 1950)
Dirección: Joseph M. Newman.
Con Edmond O’Brien, Joanne Dru, Otto Kruger.

Un especialista en electrónica inventa un sistema para ganar en las carreras, convirtiéndose de esta manera en blanco de una organización criminal, que intenta incorporar a sus filas. Una vez dentro, el hombre se enamora de la mujer del jefe, planeando deponerlo y tomar el poder de la organización.

“Al filo de la vida fue una película independiente que hicimos con muy poco dinero, y cuando se estrenó tuvo muchísimo éxito. Cosechó muy buenas críticas, y a todas las grandes productoras les gustó. (…) Me gusta filmar mis películas en locaciones. En Al filo de la vida tratamos de filmar enteramente en locaciones. Fuimos a todos los lugares que se mencionan en la película. Comenzamos a rodar en los casinos de Las Vegas, pero a los mafiosos de la ciudad no les gustó el film que estábamos haciendo, ya que mostraba en detalle el sistema de escuchas telefónicas . Así que fuimos expulsados de la ciudad de Las Vegas”. (Joseph M. Newman, entrevistado por Ronald Davis. Just Making Movies).

A las 15 horas (102’; DM).

Jueves 22

El vengador invisible (Dark City; EE.UU; 1950)
Dirección: William Dieterle.
Con Charlton Heston, Lizabeth Scott, Viveca Lindfors.

En el transcurso de una partida de cartas, un grupo de estafadores despluman a un ingenuo hombre de negocios, que luego se sume en la desesperación y se ahorca. Pero el hermano psicótico del fallecido, una verdadera máquina de matar, no se detendrá ante nada en su sed de venganza. La sensación de amenaza implacable que se cierne sobre los protagonistas es reforzada por Dieterle mediante una expresiva–casi expresionista– utilización de la escenografía urbana y de los primerísimos primeros planos (no solo de rostros, sino también de manos y objetos).

“‘Cada una de sus películas es un acto de valor’ afirmaba Bertolt Brecht al hablar de su compatriota William Dieterle. En una docena de años, este cineasta poco estudiado por los historiadores –seguramente el más subestimado de los directores germanófonos establecidos en Hollywood—llevó a cabo la hazaña, no precisamente banal, de apasionar a las masas con una temática que contradecía todas las normas usuales de la industria hollywoodense. (…) De manera global, su cine parece menos brillante que el de Michael Curtiz, menos dramático y estructurado que el de Fritz Lang, cualidades que le hubieran permitido trascender ocasionalmente asuntos que no le inspiraban. Las películas de Dieterle son más reflexivas, en cierto sentido más meditabundas y elegantes. Pues a falta de una escritura o un tono muy personales, su obra denota un sentido visual poco común y está profundamente impregnada por las cuestiones que le preocupaban”. (Hervé Dumont, William Dieterle: Antifascismo y compromiso romántico).

A las 15 y 21 horas (98’; DM).

Viernes 23

La mentira candente (No Man of Her Own; EE.UU; 1950)
Dirección: Mitchell Leisen.
Con Barbara Stanwyck, John Lund, Lyle Bettger.

Helen Ferguson, abandonada por su novio, embarazada y desesperada, emprende un largo viaje de Nueva York a San Francisco. En el tren conocerá a un joven matrimonio que también espera un hijo y que se dirige a la casa de los ricos padres de él. Pero el tren descarrila en un espantoso accidente. Cuando Helen recobra el conocimiento, se descubre en un hospital: ha dado a luz y ha sido equivocadamente identificada como la mujer rica.

“La mentira candente es una muy eficaz película de cine negro, basada en la novela Me casé con un muerto de Cornell Woolrich (claramente superior a la adaptación francesa que en 1983 filmará Robin Davis) (…) Leisen desmonta las implicaciones misóginas propias del género invirtiendo el esquema habitual: la mujer arribista a la que todo parece acusar es en este caso totalmente inocente. Lyle Bettger da vida aquí a uno de los villanos más glaciales, más terroríficos de la época. En la ya emblemática escena inicial, ante el llanto de Barbara Stanwyck en cuclillas frente a una puerta cerrada, Bettger responde deslizando por la rendija de la puerta un billete de tren y cinco dólares; la excepción en una película en la que todas las peripecias, todas las decisiones son obra de las mujeres. Inolvidable el descubrimiento de un cadáver en una insignificante oficina que da a una calle nevada. Esta presencia de la nieve constituye uno de los toques más originales del film”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano)

“Los breves momentos en el tren y en el hospital son las únicas escenas luminosas en la película; todas las otras son oscuras, envueltas en densas sombras. Cuando Stanwyck llega a la enorme mansión victoriana de sus suegros, es el atardecer. Los interiores son oscuros, apenas iluminados por una simple bombilla en el techo. La persecución que abarca la última media hora del film es aún más noir, iluminada sólo por ocasionales faroles callejeros (…) En los thrillers que realizó en los años 30, Leisen había interpolado el humor, pero en La mentira candente el terror y la desesperación son incesantes”. (David Chierichetti, Mitchell Leisen: Hollywood Director).

A las 15 horas (98’; DM).

Domingo 25

Pasiones de fuego (Raw Deal; EE.UU; 1948)
Dirección: Anthony Mann.
Con Dennis O’Keefe, Claire Trevor, Marsha Hunt.

Joe escapa de la cárcel con la ayuda de su novia, Pat, sin saber que la fuga fue facilitada por un gánster que está interesado en matarlo. Durante el escape, Joe y Pat secuestran a la trabajadora social Ann Martin. La situación se complica cuando Ann también comienza a enamorarse del fugitivo.

“Pat y Ann son unas perdedoras, las dos son víctimas. Ann es capturada y torturada por Rick, el villano. Pat vive una vida de absoluta tortura al amar a Joe. Están inevitablemente unidas por sus destinos, por su amor a Joe. Anthony Mann explora todos los posibles recursos visuales para vincular a las dos mujeres en la imagen, y por lo tanto en la narración del film (…) La imagen con profundidad de campo, las composiciones complejas, el ritmo rápido, el hábil uso de la iluminación con persianas venecianas, etc., señalan a Pasiones de fuego como una pequeña obra maestra en cuanto a forma. La influencia del film en otros directores se dejaría sentir más tarde: en la utilización de Hitchcock de un taller de taxidermia en El hombre que sabía demasiado (1956) y en la escena de Los sobornados (1953, Fritz Lang) en la que Lee Marvin arroja café hirviendo al rostro de su amante”. (Jeanine Basinger, Anthony Mann)

A las 15 y 21 horas (79’; DM).

Deportado (Deported; EE.UU; 1950)
Dirección: Robert Siodmak.
Con Jeff Chandler, Marta Toren, Marina Berti.

Luego de su deportación a Italia, el gánster Vic Smith reanuda sus actividades criminales en el mercado negro de la posguerra. Allí se enamora de una joven condesa, y por la influencia de ella intentará abandonar su vida delictiva. Deportado sería el último (y menos visto) ejemplar del ciclo noir que el alemán Robert Siodmak realizó para la productora Universal entre 1943 y 1950.

“Hacia el final de los años cuarenta, Hollywood entabla una lucha desesperada contra la televisión –varios miles de salas han cerrado sus puertas– y contra los costos de producción, cada vez más elevados. Los grandes estudios intentan combinar temas y locaciones exóticas con un rodaje económico. Deportado se rueda durante cinco semanas en la ensenada de Nápoles, en Roma, en Siena y en la región de Florencia; los gastos en decorados son mínimos. (…) Esta historia alla lasagna entre un mafioso arrepentido y una aristócrata filantrópica está dirigida con innegable oficio por Siodmak. El director de fotografía William H. Daniels filma planos amplios, magníficamente compuestos, de la Campania y la Toscana; Siodmak conduce la acción (en particular, el enfrentamiento en los almacenes) con su característica eficacia”. (Hervé Dumont, Robert Siodmak: El maestro del cine negro).

A las 18 horas (89’; DM).

Martes 27

Al filo de la vida (711 Ocean Drive; EE.UU; 1950)
Dirección: Joseph M. Newman.
Con Edmond O’Brien, Joanne Dru, Otto Kruger.
A las 15 y 21 horas (102’; DM).

El vengador invisible (Dark City; EE.UU; 1950)
Dirección: William Dieterle.
Con Charlton Heston, Lizabeth Scott, Viveca Lindfors.
A las 18 horas (98’; DM).

Miércoles 28

La telaraña (The Web; EE.UU; 1947)
Dirección: Michael Gordon.
Con Edmond O’Brien, Ella Raines, William Bendix, Vincent Price

Un hombre es liberado luego de cinco años de prisión, acusado de desfalco. Su antiguo jefe (Vincent Price), acusando al ex convicto de amenazas, contrata a un detective (Edmond O’Brien) para que lo proteja. La tragedia se desencadena cuando el ex empleado se presenta ante su ex jefe y el detective lo mata. Sin embargo, éste comenzará a sospechar que ha sido manipulado.

“El eje vector sobre el que pivota el principal interés de La telaraña reside en la fascinante y casi mefistofélica composición que Vincent Price realiza del magnate empresarial de turbios orígenes. A través de su elegancia, sus refinados modales, o la afilada ironía de sus diálogos, la película adquiere una vertiente turbia de enorme calado, destacando su realizador Michael Gordon algunos de sus momentos o decisiones más inquietantes, encuadrando a Vincent Price y a los personajes sobre los que manifiesta sus acciones sobre fondos negros de amenazadora composición”. (Juan Carlos Vizcaíno)

A las 15 y 21 horas (87’; DM).

La mentira candente (No Man of Her Own; EE.UU; 1950)
Dirección: Mitchell Leisen.
Con Barbara Stanwyck, John Lund, Lyle Bettger.
A las 18 horas (98’; DM).

Jueves 29

Deportado (Deported; EE.UU; 1950)
Dirección: Robert Siodmak.
Con Jeff Chandler, Marta Toren, Marina Berti.
A las 15 y 21 horas (89’; DM).

Fuga en la niebla (Escape in the Fog; EE.UU; 1945)
Dirección: Budd Boetticher.
Con Nina Foch, Otto Kruger, William Wright.
A las 18 horas (65’; DM).

Viernes 1°

El reloj asesino (The Big Clock; EE.UU; 1948)
Dirección: John Farrow.
Con Ray Milland, Charles Laughton, Maureen O’Sullivan.

Earl Janoth, el poderoso jefe de una cadena de medios de comunicación, es un hombre obsesionado por los relojes y el tiempo exacto, que busca la perfección y que lleva su vida y la de sus empleados cronometrada. En un arrebato de furia, Janoth comete un crimen pasional. Para liberarse de la justicia, decide incriminar a un hombre inocente, que resulta ser un periodista de su empresa.

“El reloj asesino pinta un retrato implacable de un gran conglomerado mediático, donde rigen la violencia, el afán de lucro y la mentira. Varias alusiones parecen indicar que Janoth Enterprises es una imagen de los grandes estudios de Hollywood, que en ese momento estaban a la deriva”. (Jean-Pierre Esquenazi, El film noir).

“La dirección de Farrow se basa, más que en el montaje, en el movimiento, en la duración de los planos e incluso en una utilización casi sistemática de los planos secuencia (…) Una técnica que se adelanta varios años a las búsquedas hitchcockianas de La soga (1948) o Bajo el signo de Capricornio (1949), sobre todo en lo que respecta a las relaciones entre los movimientos de cámara, el desplazamiento de los actores y la escenografía. Sin olvidar la simultaneidad de las acciones, y la importancia de la profundidad de campo. En El reloj asesino, los personajes no cesan de ir y venir por las habitaciones, de atravesar inmensos vestíbulos o despachos. Esta serie de travellings acaban por crear una sensación física de pujanza, de poder aplastante y una laberíntica impresión de pesadilla”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano).

A las 15 y 21 horas (95’; DM).

Contrabando (The Lineup; EE.UU; 1958)
Dirección: Don Siegel.
Con Eli Wallach, Richard Jaeckel, Robert Keith.

La policía de Los Ángeles está trabajando en resolver dos crímenes cometidos con escasa diferencia de tiempo y con el mismo modus operandi. Las pistas se aclaran cuando en uno de los cadáveres se descubre una figura de porcelana repleta de droga. Dos peligrosos asesinos a sueldo llegan a la ciudad con la intención de recuperar la droga, sin saber que la policía está al acecho.

“El crítico Andrew Sarris ha señalado que el ‘héroe’ de Siegel –opere dentro o fuera de la ley—siempre ha sido el inadaptado social de un mundo dominado por la corrupción. La visión de Siegel solía ser tan amarga como falta de hipocresía, y dominada por una notable maestría de la narración visual. Siegel decía que el ‘inadaptado social’ era él, pero en realidad era un hombre mucho más sofisticado y artísticamente sensible que los materiales con los que trabajaba, y de este conflicto nacía esa tensión suplementaria de fuerzas opuestas. (…) Si el cine de serie B alcanzó tantas veces un vigor y una inquietante altura contracultural es porque eran películas que se hacían, digamos, cuando nadie miraba. Además del trabajo de Siegel, nos viene a la memoria la obra del iconoclasta Samuel Fuller, la del engañosamente simple Budd Boetticher; o la de Joseph H. Lewis y la de Edgar G. Ulmer. Don Siegel consiguió, superando con frecuencia obstáculos asfixiantes, aportar distinción, una inquietante ambigüedad y un punto de vista personal a encargos que en otras manos podrían haber resultado perfectamente rutinarios”. (Peter Bogdanovich, Who the Devil Made It?).

A las 18 horas (87’; DM).

Sábado 2

Miedo súbito (Sudden Fear; EE.UU; 1952)
Dirección: David Miller.
Con Joan Crawford, Jack Palance, Gloria Grahame.

Lester Blaine, un actor ambicioso y arribista, logra seducir a Myra Hudson, una rica dramaturga de mediana edad. Después de casarse con ella, el actor trazará un cuidadoso plan para asesinar a su esposa. Tanto Joan Crawford como Jack Palance recibieron sendas nominaciones al Oscar por sus actuaciones, pero el film de David Miller es, ante todo, notable por su extremado suspenso y la fuerza expresiva de su puesta en escena. La segunda mitad de Miedo súbito se desarrolla prácticamente sin diálogos y está narrada en términos puramente visuales y sonoros (la utilización dramática del sonido resulta a menudo impresionante).

“(…) No hay un solo plano en Miedo súbito que no sea indispensable para la progresión dramática del relato. Tampoco hay un solo plano en esta película que no sea fascinante y que no nos haga pensar que estamos, efectivamente, ante una obra maestra del cine”. (François Truffaut, Cahiers du cinèma Nº21)

“En la última secuencia es digna de recordar la larga silueta de bailarín demencial de Jack Palance, tratando de volver a encontrar a su mujer en las empinadas calles de San Francisco, en el curso de una persecución que parece una danza demoníaca”. (Raymond Borde, Etienne Chaumeton, Panorama del cine negro).

A las 15 y 21 horas (106’; DM).

Pasiones de fuego (Raw Deal; EE.UU; 1948)
Dirección: Anthony Mann.
Con Dennis O’Keefe, Claire Trevor, Marsha Hunt.
A las 18 horas (79’; DM).

Domingo 3

Pánico (The Sniper; EE.UU; 1952)
Dirección: Edward Dmytryk.
Con Arthur Franz, Adolphe Menjou, Marie Windsor.

“Arthur Franz interpreta el papel de un asesino neurótico, un solitario obsesionado por su odio hacia las mujeres, cuya indiferencia respecto a él, real o imaginada, no puede aceptar. El asesinato de una mujer mediante un fusil con mira telescópica, la muerte de un testigo que cae desde lo alto de una inmensa chimenea, el empeño con que el protagonista, durante una feria, intenta repetidamente lograr que una joven caiga en una piscina (…), constituyen otros tantos momentos memorables de indudable, aunque malsana, fuerza sadomasoquista.

Cuando hoy se vuelve a ver esta película, uno queda asombrado por la misoginia, latente o abierta, que traslucen las palabras y las actitudes en todo el contexto de la vida cotidiana. El comportamiento del asesino acaba por parecer como una manifestación extrema y patológica, sí, pero en el fondo lógica, de la ideología sexual entonces imperante. La película, de forma sin duda subyacente, nos brinda no sólo un caso, sino toda una sociedad enferma, alienada en sus relaciones humanas”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano).

A las 15 y 21 horas (88’; DM).

La telaraña (The Web; EE.UU; 1947)
Dirección: Michael Gordon.
Con Edmond O’Brien, Ella Raines, William Bendix, Vincent Price
A las 18 horas (87’; DM).

Martes 5

El maldito (M; EE.UU; 1951)
Dirección: Joseph Losey.
Con David Wayne, Howard Da Silva, Raymond Burr.
A las 15 y 21 horas (88’; DM).

Fuga en la niebla (Escape in the Fog; EE.UU; 1945)
Dirección: Budd Boetticher.
Con Nina Foch, Otto Kruger, William Wright.
A las 18 horas (65’; DM).

Miércoles 6

Asesinato en el muelle (99 River Street; EE.UU; 1953)
Dirección: Phil Karlson.
Con John Payne, Evelyn Keyes, Brad Dexter.

Ernie Driscoll es un excampeón de boxeo que trabaja como taxista. Su vida se verá alterada cuando se entera de que su mujer mantiene relaciones íntimas con un elegante mafioso, que acaba de apoderarse de una fortuna en diamantes. Clásico de culto, la influencia de Asesinato en el muelle se hará evidente en el cine de Martin Scorsese (particularmente en Después de hora y en Taxi Driver), junto con Quentin Tarantino uno de los admiradores incondicionales de la filmografía de Phil Karlson.

“El realismo narrativo y de ciertos detalles sociales o físicos aparece en los mejores thrillers de Karlson transfigurado por los hallazgos estilísticos, las ideas formales y la estructura de las tramas, casi siempre basadas en espantosas maquinaciones. Por su extrema violencia, por su inventiva dirección donde priman las atmósferas nocturnas, las escaleras, los apartamentos en sombras (…) y, en fin, por las actuaciones, siempre notables, los films negros de Karlson señalan el apogeo de un género y participan todos de una auténtica unidad temática y visual”. (Bertrand Tavernier, Jean-Pierre Coursodon. 50 años de cine norteamericano)

“Los principales protagonistas de Asesinato en el muelle son perdedores que no han podido –o no han sabido—llegar arriba, que viven de recuerdos, de promesas que jamás se cumplen, de lo que pudo ser y no fue. Y, a su lado, coexisten otros hombres y mujeres que alivian su ambición, su infortunio y su odio sucumbiendo al crimen. (…) Karlson utiliza aquí el agua con clara intencionalidad simbólica: elemento purificador por antonomasia, el agua empapando el asfalto, el cemento o el embaldosado de las aceras, mezclada con la suciedad de la calle, evoca la perversión, la falta de humanidad, el embrutecimiento del alma”. (Antonio José Navarro, Phil Karlson. Un talento a descubrir).

A las 15 y 21 horas (83’; DM).

Miedo súbito (Sudden Fear; EE.UU; 1952)
Dirección: David Miller.
Con Joan Crawford, Jack Palance, Gloria Grahame.
A las 18 horas (106’; DM).

Jueves 7

El reloj asesino (The Big Clock; EE.UU; 1948)
Dirección: John Farrow.
Con Ray Milland, Charles Laughton, Maureen O’Sullivan.
A las 15 horas (95’; DM).

Pánico (The Sniper; EE.UU; 1952)
Dirección: Edward Dmytryk.
Con Arthur Franz, Adolphe Menjou, Marie Windsor.
A las 18 horas (88’; DM).

La mentira candente (No Man of Her Own; EE.UU; 1950)
Dirección: Mitchell Leisen.
Con Barbara Stanwyck, John Lund, Lyle Bettger.
A las 21 horas (98’; DM).

Viernes 8

Bravo de corazón (Drive a Crooked Road; EE.UU; 1954)
Dirección: Richard Quine.
Con Mickey Rooney, Kevin McCarthy, Dianne Foster.

Un mecánico de garaje conoce a una hermosa joven y se enamora de ella. La joven, fingiendo que también está enamorada de él, lo introduce en una banda criminal, con el fin de que participe en el atraco a un banco.

“El cine negro inventa femmes fatales muy variadas, pero el hombre siempre es seducido por estos cuerpos suntuosos o estos rostros sublimes que pueden pertenecer a mujeres de lujo o a camareras, a empleadas o mecanógrafas. El actor Mickey Rooney suele aparecer como víctima de estas criaturas y la aventura erótica lo lanza una y otra vez al centro de engranajes terroríficos. (…) La escasa estatura de Rooney aumenta el patetismo de estas manipulaciones. Una parte del público se reconoce en él, se compadece de él y sueña en secreto con pasar por las mismas desgracias en brazos de esas devoradoras de hombres que ululan por la pantalla”. (Nöel Simsolo, El cine negro)

“Bravo de corazón y La casa n°322, ambas de 1954, son las dos películas que cimentaron la modesta reputación de Richard Quine entre los críticos de cine. Se trata de dos originales thrillers de bajo presupuesto, exactamente el tipo de película que ofrecía, en aquel entonces, amplias chances de ser descubierta por la crítica cinéfila, como por ejemplo ocurrió con Casta de malditos (1956) de Stanley Kubrick. (…) Bravo de corazón era claramente un proyecto muy personal para Richard Quine. El cineasta, en una entrevista publicada en Cahiers du Cinéma (agosto 1962), se refirió al film como su película preferida, destacando su utilización de los exteriores californianos y emparentándolo con las películas de la Nueva Ola europea”. (Tim Pulleine, Sight and Sound).

A las 15 y 21 horas (83’; DM).

Testigo del crimen (Witness to Murder; EE.UU; 1954)
Dirección: Roy Rowland.
Con Barbara Stanwyck, George Sanders, Gary Merrill.

Cheryl Draper, una solitaria diseñadora de modas, presencia desde la ventana de su departamento cómo un hombre estrangula brutalmente a una mujer. Acude a la policía, pero no parece haber indicios de que se haya cometido un crimen. El asesino, un sofisticado ex nazi, intentará manipular psicológicamente a Cheryl para que sea declarada enferma mental.

“Tras Pacto de sangre (1944), Barbara Stanwyck tiene que cargar con la etiqueta de mujer fatal que le ha colocado Billy Wilder, pero se niega a dejarse aplastar totalmente. Perfecta en la comedia, el melodrama o la tragedia, cada película es para ella un medio de renovar su imagen y de demostrar la amplitud de sus posibilidades actorales. Esta línea de conducta le permite imponer caracterizaciones diferentes en la galaxia del ciclo noir. Pasando de la pecadora a la víctima con respeto total del guion y de la puesta en escena, Stanwyck aporta un toque novelesco (pero realista) a las criaturas que le toca habitar.” (Nöel Simsolo, El cine negro).

A las 18 horas (83’; DM).

Sábado 9

El mercader del terror (Experiment in Terror; EE.UU; 1962)
Dirección: Blake Edwards.
Con Glenn Ford, Lee Remick, Stefanie Powers.

Cuando Kelly Sherwood, una joven empleada bancaria, regresa una noche a su casa en un barrio de San Francisco, es amenazada por una siniestra voz en la oscuridad, que le exige que robe cien mil dólares del banco donde trabaja. Si no cumple sus órdenes, el criminal asesinará a su hermana adolescente.

“Tras el triunfo de Muñequita de lujo (1961), el director Blake Edwards y el compositor Henry Mancini no se toman descanso. En 1962, la dupla encadena dos nuevos títulos: El mercader del terror –una película de cine negro, género atípico en la carrera del cineasta–, y Días de vino y rosas, un drama sobre el alcoholismo. (…) El tema principal de la banda sonora de El mercader del terror es tan bello como inquietante, porque bajo su apariencia elegante y moderna esconde un aroma de misterio, un avance de lo que el compositor Angelo Badalamenti hará para las películas de David Lynch”. (Thierry Jousse, La historia de las bandas sonoras: Música para el cine).

“El mercader del terror fue claramente una influencia para David Lynch: el film posee muchas de las temáticas que posteriormente Lynch hará suyas (…) Al igual que en Terciopelo azul o en Twin Peaks, en El mercader del terror una joven e inocente espectadora es arrojada, por el accionar de una fuerza insidiosa y cruel, hacia un mundo de crímenes. Influyente o no, la película de Blake Edwards existe adelantada a su época, ayudando a cerrar la brecha entre el cine negro clásico de las décadas anteriores y los oscuros, descarnados neo noirs que más adelante llegarían de la mano de cineastas como los hermanos Coen, Michael Mann y, por supuesto, David Lynch”. (Adam Grinwald, Collider).

A las 15 y 21 horas (123’; DM).

Asesinato en el muelle (99 River Street; EE.UU; 1953)
Dirección: Phil Karlson.
Con John Payne, Evelyn Keyes, Brad Dexter.
A las 18 horas (83’; DM).

Domingo 10

Contrabando (The Lineup; EE.UU; 1958)
Dirección: Don Siegel.
Con Eli Wallach, Richard Jaeckel, Robert Keith.
A las 15 y 21 horas (87’; DM).

Bravo de corazón (Drive a Crooked Road; EE.UU; 1954)
Dirección: Richard Quine.
Con Mickey Rooney, Kevin McCarthy, Dianne Foster.
A las 18 horas (83’; DM).

Martes 12

Conciencia culpable (Highway Dragnet; EE.UU; 1954)
Dirección: Nathan Juran.
Con Richard Conte, Joan Bennett, Wanda Hendrix.

Conduciendo hacia el oeste desde Las Vegas, dos mujeres recogen a Jim Henry, un marine recién licenciado que hace autostop. Mientras tanto, en Las Vegas, una rubia que conoció Jim es encontrada asesinada. El hombre y las dos mujeres se convierten así en el objeto de una implacable persecución policial a través del desierto. Conciencia culpable marca la primera incursión cinematográfica en la carrera de Roger Corman, que se desempeñó aquí en el doble rol de coguionista y coproductor. Uno de los puntos fuertes del film es la presencia de Joan Bennett, que lleva hasta su apoteosis el personaje de femme fatale que ya había desarrollado bajo las órdenes de Fritz Lang en La mujer del cuadro (1944) y Mala mujer (1945).

“La Allied Artists me compró un guion por 3.500 dólares. El argumento era mío y lo había escrito en colaboración con un amigo. Se llamaría ‘Una casa en el mar’, y encabezaría el reparto Richard Conte. En el último minuto cambiaron el título por el de Highway Dragnet, que era una manera de explotar el éxito de la serie televisiva Dragnet para vender más entradas. Dejé mi empleo y trabajé gratis en la película, y eso me valió para salir en los créditos como escritor y productor asociado. (…) Me había inspirado en unas vacaciones que tomé en Salton Sea, donde las casas que se erguían frente a la orilla eran engullidas por el mar a medida que subía la marea. Vi en aquel sitio un magnífico enclave para captar el clímax de un film policial, en una casita medio inundada cuyo segundo piso emerge apenas sobre el nivel del agua”. (Roger Corman, Cómo hice cien films en Hollywood y nunca perdí un céntimo).

A las 15 y 21 horas (70’; DM).

El mercader del terror (Experiment in Terror; EE.UU; 1962)
Dirección: Blake Edwards.
Con Glenn Ford, Lee Remick, Stefanie Powers.
A las 18 horas (123’; DM).

Miércoles 13

Testigo del crimen (Witness to Murder; EE.UU; 1954)
Dirección: Roy Rowland.
Con Barbara Stanwyck, George Sanders, Gary Merrill.
A las 15 y 21 horas (83’; DM).

Conciencia culpable (Highway Dragnet; EE.UU; 1954)
Dirección: Nathan Juran.
Con Richard Conte, Joan Bennett, Wanda Hendrix.
A las 18 horas (70’; DM).

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