Por Pablo Arahuete
En el marco del Doc Buenos Aires, por el lado de Argentina surgen nuevas miradas y estilos para tener en cuenta. Los documentales cada vez más ligados a la creatividad traen como resultado experiencias cinematográficas distintas. Eso intenta dejar plasmado Inconsciente, de Lucas Turturro, quien se preguntó por el cine y los sueños, o los sueños en el cine, para reflexionar desde las imágenes, interpretaciones y lenguaje cinematográfico puro acerca de la génesis de una materia prima, que luego se traduce en imagen y muchas veces en arte. Por eso le hicimos esta entrevista exclusiva, que compartimos a continuación. Ideal para leer antes de ir a dormir.
Pablo Ernesto Arahuete: -De acuerdo a la presentación de Inconsciente, hablás de que todo empezó con un sueño que tuviste, donde apareció una escena de 8 y medio de Federico Fellini con Mastroiani en una bañera rodeado de mujeres. ¿Considerás, como se dice, que el cine es una fábrica de sueños, o un instrumento que reconstruye o reproduce sueños ya consumados?
Lucas Turturro: –Me parece que claramente el cine está alimentado por los sueños, pero también pasa a la inversa, donde uno termina soñando situaciones cinematográficas. Hay algo del mito o del símbolo que se transforma o reproduce en diferentes arquetipos. Hay una retroalimentación. La situación que decís que me pasó fue un caso extremo, porque veo una película que vi en cine mientras duermo. Eso me despertó un interés particular y también preguntarme cómo estos directores habían construído escenas de sueños. Los sueños no tienen coherencia en términos narrativos, cuando uno piensa en un guión, el cine cuenta con recursos propios para darle sentido a los personajes, a la historia. Personalmente creo que la única manera de trabajar con sueños en cine es con los preexistentes, ya sean de uno o de alguien ajeno con un protagonista que sueñe aquello que yo soñé.
P.E.A.: -En una parte del documental hablás de la idea de no abordar los sueños por la veta psicoanalítica, por ejemplo desde el método de la interpretación de los sueños. Sin embargo, Inconsciente como se titula tu documental es un término muy ligado a la corriente del psicoanálisis. ¿Cómo definirías entonces el inconsciente colectivo?
Lucas Turturro: –Creo que la película tiene por momentos una mirada analítica de los sueños. Yo particularmente no la tengo porque nunca hice terapia. Mi mirada es más metafísica, aunque eso no significa que no haya investigado. Mi referente al respecto es Carl Jung, habla de los arquetipos y yo encontré en las películas todos los arquetipos de Jung. Cuando empecé a armar la video instalación La sombra invertida, y luego esta película, trabajaba con símbolos, que luego me enteré que Jung llamaba sencillamente arquetipos. Respecto al incosciente colectivo te diría que por lo menos en Occidente los arquetipos se repiten sin distinción de edades y lugares. Todos soñamos con cosas parecidas y el cine no es la excepción. Sin duda hay un inconsciente colectivo y se ve muy reflejado en el cine. Cuando empecé con este proyecto me pasó algo muy raro, pensé que le iba a interesar sólo a un público cinéfilo pero terminé dando una charla en el Congreso de Psiquiatría Latinoamericana con un auditorio de psiquiatras jungianos, quienes veían en mí película la prueba empírica de la teoría. Hablé de mi experiencia, no de Jung, y en un momento sentí que 300 personas me estaban psicoanalizando, y no pude pagarle a todas (risas)
P.E.A.: – ¿Vos soñás con películas que ya viste, o a veces sentís la sensación de estar protagonizando ese sueño estilo La rosa púrpura del Cairo, o apenas son retazos de películas?
Lucas Turturro: –No tengo sueños con películas, pero por ahí tengo recuerdos de películas en mis sueños, que no es lo mismo. Ahora, cuando trabajaba con este tema se me alteraron bastante los sueños, muchas de las ideas de esta película surgían entre las 4 y 6 de la mañana. Hay una presencia de los sueños en el proceso creativo, de hecho he tenido sueños lúcidos, cuando vos sos consciente en el sueño, tomás decisiones y te movés con libertad, me ha pasado a lo largo de dos o tres años en que estaba inmerso en este tema, después con la culminación de la película, dejé de tenerlos.
P.E.A.: -El día que dejemos de soñar, ¿se muere el cine?
Lucas Turturro: –Si dejamos de soñar, dejamos de existir. Por ende el cine y los espectadores necesitan soñar. Creo que es algo sanador, cura la cabeza y por otro lado le dedicamos mucho tiempo a soñar, aunque por ahí no lo recordamos en la vigilia. El cine y los sueños se necesitan mutuamente, creo que Artaud decía algo así como si el cine no está hecho para traducir los sueños, no tiene ningún sentido. Yo creo eso.
P.E.A.: – ¿Por qué considerás que se termina cayendo siempre con la muerte como idea o representación en el cine?, ¿Pensás que es un modo de sublimar desde el arte lo inevitable?
Lucas Turturro: –Es una pregunta compleja. A mí me parece que siempre está latente la idea de la muerte en el cine. Desde que se inventó, como dice Eduardo Ruso en la película. Si bien concuerdo con la idea también creo que la amenaza de la muerte del cine es lo que lo mantiene vivo, eso de moverse para no morir. Pero también para renacer hay que morir. Morir y renacer es la tensión que marca la evolución del cine. Hoy particularmente vivimnos un tiempo donde la tecnología va más rápido que el lenguaje cinematográfico. Hay una tensión crítica por esto que te digo, pero no tiene que ver con la muerte del cine.
P.E.A.: -¿De qué se trata tu proyecto de instalación La sombra invertida?
Lucas Turturro: – Cuando empecé a trabajar en el tema de los sueños no encontraba en el cine o en el guion la forma de llevarlo adelante. Todo era muy lineal. En el 2013 me anoté en una beca de la Fundación Telefónica, me seleccionaron los curadores y dada las características del proyecto me propusieron hacer una video instalación. Algo desafiante para mí, que vengo del cine. La idea de un cine expandido, inmersivo me gustaba. Fue muy duro el proceso pero muy lindo. Estaba acostumbrado al espectador de cine, en una sala, sentado en una butaca. En el cine expandido en cambio el espectador deambula por una sala, hay pantallas y él marca su punto de vista, lo reformula de manera constante. Tuve que pasar de lo bi dimensional a un espacio tridimensional. Trabajé con cinco pantallas pero la idea era que el espectador no pudiera verlas todas a la vez, es decir, no era un panóptico. Transmitir la sensación de que algo se está perdiendo, uno se queda con recuerdos, imágenes, fragmentos, como en los sueños. Con la sombra invertida ya había desistido de la película pero quería documentar la experiencia del cine expandido. Y ahí nació Inconsciente. La película se puede ver como algo lineal o también en loop. Mi idea era que funcionara en una pantalla clásica, pero también tal vez en un museo.
P.E.A.: -Para el documental reuniste diferentes voces relacionadas con la cinefilia, la ciencia, el campo de la psicología, ¿cuál fue el criterio?
Lucas Turturro: –Informalmente los llamaba los “soñadores despabilados”, todos tienen vínculos interesantes con los sueños, cada uno con un rol determinado, desde el artista, el cinéfilo, la docente de cine, la especialista en Jung, etc.
P.E.A.: -¿Considerás que hay directores de cine que pueden tomarse de referencia en cuanto a los sueños, cuáles influyeron en tu caso particular?
Lucas Turturro: –Difícil la pregunta. Bueno, todos los que aparecen en Inconsciente influyeron en mí. Tengo que destacar a Fellini, Bergman, David Lynch, que si bien es un maestro de lo onírico, debo confesar que me costó mucho esa fusión que hace entre sueño y vigilia, la falta de límite hizo que me costara mucho incluírlo en el documental porque mi premisa partía de la base de solamente utilizar escenas sobre sueños. Pude introducir un plano en toda la película. Son muchos, tengo que nombrar a Leonardo Favio, a Tarkovski. No sé, siempre vienen los clásicos. La selección fue concretamente arbitraria, seguro habría mejores películas como ejemplo.