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jueves, 28 marzo 2024
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El hijo de Chucky: Muchos gags, poco ingenio y nada de terror

Con los años, la saga del muñeco Chucky fue mutando progresivamente del terror clásico a la comedia negra bizarra. El responsable indiscutible de esta pauta estética, amén de los productores que dieron el OK. para el cambio, es el guionista Don Mancini, quien también fuera el autor de las películas anteriores y que ahora debuta en la dirección sucediendo con escasa fortuna a Tom Holland (La hora del espanto), John Lafia, Jack Bender y Ronny Yu (Freddy vs. Jason). La quinta entrega del famoso Good Guy Doll desiste de asustar al público -misión que con sus más y sus menos cumplía la serie dignamente- para ahondar en el delirio surrealista ya esbozado en La novia de Chucky. Los resultados son tan frenéticos como dispares, pues Mancini aún no domina plenamente el oficio como para paliar desde la dirección la pobreza de un guión más rico en gags y guiños cinéfilos que en una trama propiamente dicha.

En esta oportunidad, Mancini no tuvo mejor idea que apelar a un recurso autorreferencial con Chucky y Tiffany protagonizando su propia película en Hollywood, mientras que en algún lugar de Inglaterra el hijo de la pareja descubre la identidad de sus progenitores viendo un programa de tele y decide viajar a los EE.UU. para revivirlos y formar la familia que nunca tuvo. Una vez resucitados los sádicos muñecos, ambos aceptan a ese hijo débil y pacifista que les tocó en suerte, aunque sin lograr ponerse de acuerdo en una pequeñez: ¿es él o es ella?. Mancini, un gay públicamente declarado, no escatima en ambigüedad para caracterizar a su personaje y de paso homenajear al querido Ed Wood –otro tipo de sexualidad sospechosa: recordemos que durante la 2ª Guerra Mundial fue hallado por una patrulla en una isla desierta vestido con ropas de mujer-, quien en ¿Glen o Glenda? se atrevió a contar una historia imposible para la época. Así, para Chucky su hijo es Glen y para Tiffany, Glenda. Conclusión: Glen/Glenda empieza a padecer trastornos cuando la doble personalidad impuesta por papi y mami surge de manera violenta. En el interín, Tiffany quiere rehabilitarse de sus hábitos criminales para desconcierto de Chucky que no la entiende y además pretende iniciar a Glen en el arte de matar. Por allí anda también la actriz Jennifer Tilly –quien provee la voz de Tiffany y en la ficción propuesta es la protagonista humana de la secuela Chucky se vuelve loco– a quien la muñeca admira hasta el punto de querer dejar su cuerpo de plástico por el de ella.

Entusiasmado con la posibilidad de explayarse a gusto dentro del terreno de la sátira y la parodia, Mancini apuesta todas sus cartas a ese aspecto del guión y se olvida por completo de fabricar por lo menos un par de secuencias de suspenso que valgan la pena. No alcanzan con las muertes gore de Tony Gardner (especialista en efectos de maquillaje que aquí hace de sí mismo), el ícono del under John Waters (director de Pink flamingos, Hairspray y Cry baby, entre otras delicias anómalas) y el rapero Redman para convencer al público de estar viendo un film de horror. Y como autor de chistes, más allá de unas cuantas obviedades políticamente incorrectas y presuntamente divertidas, me recuerda a esos boxeadores que tiran trompadas descontroladamente pero casi todas las manos se pierden en el aire. Súmese a eso una producción limitada y algunos efectos berretas que provocan la carcajada involuntaria (y dudo de que eso tenga algo que ver con celebrar a Ed Wood, otro destacado creador de humor involuntario).

Habrá quienes acepten gustosos la experiencia bizarra que supone ver El hijo de Chucky en una sala de cine: a esos fanáticos está destinado el film. Los demás pueden esperar tranquilamente a que se edite en video o, directamente, dedicarle la hora y media que dura a otra cosa más interesante. No se pierden de nada relevante.

Título: El hijo de Chucky.
Título Original: Seed of Chucky.
Dirección: Don Mancini.
Intérpretes: Brad Dourif, Jennifer Tilly, Hannah Spearritt, Redman, Debbie Lee Carrington, Stephanie Chambers, Hannah Spearritt, John Waters, Keith-Lee Castle, Steve West, Billy Boyd.
Género: Comedia, Terror, Suspenso.
Clasificación: Apta para mayores de 16 años.
Duración: 87 minutos.
Origen: Estados Unidos, Inglaterra, Rumania.
Año de realización: 2005.
Distribuidora: Quasar Films.
Fecha de Estreno: 03/02/2005.

Puntaje: 5 (cinco)

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